Touriño desoye a Blancoy no avanza las gallegas

Los presidentes autonómicos del PSOE tienen sus propios intereses, al margen de las directrices que pueda establecer la dirección socialista en Madrid. Buena prueba de ello quiso dar ayer el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, al anunciar su decisión, tras un sinfín de especulaciones, de agotar la legislatura y no anticipar a este otoño las elecciones autonómicas, previstas para junio del 2009. Solo habrá, explicó Touriño, un "adelanto técnico" de los comicios al mes de marzo para evitar que coincidan con las elecciones europeas.

Sin embargo, la resolución del presidente gallego ha dejado un mal sabor de boca en la sede del PSOE, en la calle de Ferraz, aunque se respeta su decisión. Touriño se esforzó en dejar claro que no se ha plegado a la voluntad de los "sectores" de su partido que pedían un adelanto, después de otorgarse mutuamente un tiempo de reflexión con la cúpula de los socialistas gallegos y la dirección federal.

Con la anticipación del congreso del PSG, celebrado en julio pasado, se abrió la posibilidad de adelantar también las elecciones autonómicas en otoño. El 20 de agosto, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, se reunió con Touriño, acompañado de uno de los principales expertos electorales del entorno del presidente del Gobierno, Ignacio Varela, quien asesoró a Zapatero en sus debates electorales con Mariano Rajoy.

La conclusión fue que sería conveniente adelantar las autonómicas para diferenciarlas de las europeas, convocadas para el 9 de junio del 2009, y de los comicios vascos, previstos para la primavera del próximo año. Se consideró, además, que la situación económica invitaba a celebrar elecciones antes de que empezase el nuevo año.

DIFICIL DE EXPLICAR Pero Touriño mantuvo ayer su primera decisión de convocarlas en marzo del 2009, puede que para evitar interpretaciones de oportunismo partidista o ante la difícil explicación que se vería obligado a ofrecer, puesto que la coalición de Gobierno con el BNG se mantiene estable.

Sea como fuere, el vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, aplaudió el fin de las especulaciones electorales, de las que culpó a "una cuestión interna" de los socialistas, al tiempo que expresó su "alegría" por la decisión final de Touriño.