Un golpe certero, pero no definitivo. ETA ha perdido desde el pasado miércoles más de 700 kilos de explosivos escondidos en 10 zulos ocultos en los montes de Francia. La caída del aparato logístico de la organización terrorista en una estación de esquí de los Alpes franceses ha dejado al descubierto la red de depósitos que la banda criminal usaba para matar. Sin embargo, este éxito policial no permite lanzar las campanas al vuelo. ETA aún tiene capacidad y voluntad de asesinar, aunque haya perdido más de una tonelada de explosivos este año y hayan caído en distintas operaciones policiales 62 de sus sicarios.

El pasado miércoles fueron detenidos en Le Corbier los etarras Aitzol Etxaburu, Andoni Sarasola y Alberto Machaín. La policía seguía sus pasos de cerca, hasta el punto de que los agentes que les tenían vigilados fueron sus vecinos en el bloque de apartamentos en los que los etarras se alojaron y en el que fueron arrestados. Al parecer, la vigilancia policial a la que estaban sometidos pudo iniciarse antes de la caída de sus antecesores en el aparato logístico en julio.

En la vivienda, los agentes encontraron importante documentación que junto a la que habían recopilado en sus seguimientos policiales ha permitido desmantelar la madeja de escondites que controlaba este grupo, que se hizo con el poder tras la detención en julio de Itziar Plaza y otros dos etarras también en Francia. Hasta ayer, las fuerzas de seguridad habían desmantelado 10 zulos que estaban repartidos en la zona de Montpellier, muy cerca de donde fueron arrestados los etarras.

NUEVAS LOCALIZACIONES Tres de ellos fueron localizados el lunes. En el de Padailhan, en el sureste francés, fueron intervenidos 210 kilos de nitrato amónico, un potente explosivo al que ETA se ha aficionado desde que en el 2007 rompió la tregua. En la misma zona, en las localidades de Minerve y Lacoste fueron hallados 25 juegos de placas de matrículas falsificadas, en el primero, y dos bidones vacíos en el segundo. Además, en la localidad de Montclar, los agentes intervinieron 117 placas de matrículas vírgenes, es decir, que no habían sido troqueladas.

Estos hallazgos se suman a los casi 700 kilos de explosivos intervenidos la pasada semana tras la detención de los tres etarras. La policía también localizó un depósito de bombas lapa, 30 armas cortas y un subfusil. Además, ha encontrado temporizadores como el empleado en Calvià (Mallorca) que causó la muerte a dos agentes de la guardia civil, y 250 detonadores.

LA REACCION Fuentes de la investigación confirmaron ayer que ETA tiene operativos, al menos, dos comandos en España, ya que la organización terrorista siempre logra reestructurar el comando Vizcaya . Por ello, pidieron prudencia, ya que ETA mantiene, aunque cada vez más tocada, su capacidad de matar.