El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido hoy a mantener un "riguroso" plan de austeridad para todas las administraciones pero con el objetivo claro de mantener las prestaciones sociales. Ha garantizado que el Gobierno tiene "ideas claras" sobre lo que va a recortar y lo que no. No se reducirán ni las prestaciones sociales, ni el esfuerzo en investigación y desarrollo, ni la ayuda oficial al desarrollo.

En su discurso ante los diputados y senadores socialistas que se han reunido en la Cámara Alta para iniciar el curso parlamentario, Zapatero ha defendido las reformas del mercado laboral y del sistema de pensiones y ha anunciado que prorrogará seis meses la prestación que reciben los desempleados que ya no cobran paro.

Mantener la cohesión social

La crisis, ha recalcado, obligará a "serios esfuerzos y sacrificios", pero se intentará que aquellos con más dificultades sean los que menos sacrificios realicen para mantener la cohesión social.

"Soy optimista no porque ignore las dificultades que tenemos, sino porque tenemos confianza en el país, en sus ciudadanos, en su capacidad de esfuerzo y compromiso", ha recalcado antes de insistir en la "solvencia" de la economía española.

A pesar de reconocer la gravedad de la crisis, ha hecho hincapié en las fortalezas de la economía, cuyo riqueza ha aumentado un 13% desde el 2003 y ofrece la mayor protección a los parados.

Cambio del modelo productivo

Zapatero ha asegurado que no hay ningún cambio de rumbo en su política económica, que mantiene el objetivo de avanzar hacia la recuperación y de cambiar el modelo productivo con el compromiso de preservar la cohesión social.

"Lamento (decir) a quienes vienen hablando de giro o cambio de rumbo, sencillamente es incierto", subrayó Zapatero en la posterior sesión de control del Senado, donde tuvo que dar explicaciones sobre los planes de austeridad del Gobierno para reducir el elevado déficit público.

Gasto público

Un déficit que, señaló el presidente, se ha debido al "aumento extraordinario del gasto público" que fue necesario en el 2009 para afrontar la crisis, y sin el cual los efectos de ésta habrían sido "más negativos".

En su respuesta al senador de Entesa Ramón Aleu, Zapatero apeló a la "credibilidad" que su Gobierno mostró entre el 2004 y el 2008 al lograr superávit presupuestarios en todos los ejercicios para asegurar que conseguirá, del mismo modo, reducir el déficit público al 3% del PIB en el 2013, como manda la Comisión Europea.

Reducción no indiscriminada

Apuntó asimismo que la reducción del gasto que se plantea hasta el 2013 es "exigente pero no indiscriminada", porque no afectará, reiteró, a la dependencia, la educación o el I+D+i, y seguirá buscando preservar la cohesión social.

"Esperamos que todas las comunidades autónomas asuman lealmente el compromiso de recuperación presupuestaria, estoy convencido de que se asumirá", agregó el presidente.

Por otro lado, y en respuesta al portavoz de CiU en el Senado, Jordi Vilajoana, Zapatero reiteró que el desplome que la bolsa española registró la semana pasada es en realidad un normal reajuste después del "gran despegue" del mercado de valores del 2009, año en que se revalorizó un 28% por encima de los mercados del Reino Unido, Francia, Alemania, Italia o EEUU.

Solidaridad internacional

Reconoció que existe preocupación en los mercados sobre la evolución de la deuda pública de "algún país del euro", aunque dejó claro que el Gobierno español "apoya y es solidario con todos los países de la zona euro tengan las dificultades que tengan".

En lo que respecta a la percepción que los mercados tienen de la economía española, opinó que para generar credibilidad sobre su fortaleza y solvencia es necesario recordar que España tiene una deuda 20 puntos por debajo de la media europea y el PIB y la renta per cápita más altas de la historia, además de ser un país fuerte que "sabe reducir su déficit".