Pablo Iglesias y Pedro Sánchez llamaron ayer al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont para abordar el nuevo escenario político en Cataluña y sus implicaciones en el tablero español. Según pudo confirmar este diario, la conversaciones en ambos casos duraron unos veinte minutos y estuvieron presididas por un tono cordial.

El secretario general de Podemos expuso a Puigdemont su defensa de una consulta legal antes de que la Constitución sea reformada. "Le he dicho que soy partidario de que en Cataluña haya un referéndum legal en el marco jurídico actual en el que Podemos defendería que Cataluña siguiera en España", señaló Iglesias.

Según fuentes del partido morado, Iglesias expresó al presidente catalán su preocupación "ante las estrategias unilaterales inmovilistas" y le explicó que su formación defiende un nuevo anclaje constitucional que reconozca a Cataluña como nación en un proyecto común que asuma la plurinacionalidad de España.

Según ambas partes, la conversación fue cordial. Fuentes de la presidencia de la Generalitat destacaron que hubo "correción y respeto desde la discrepancia, y buen tono". Ambos líderes han quedado en mantener abierto el contacto.

Pedro Sánchez, que ya había manifestado su intención de hablar con Puigdemont, se puso en contacto con el presidente catalán, que agradeció la llamada. Ambos se mostraron de acuerdo en la necesidad de restablecer los canales de comunicación y diálogo entre las instituciones. El aspirante a la Moncloa le trasladó que para los socialistas es prioritario resolver los problemas que comparten catalanes y el conjunto de España, como son "la lucha contra el paro, la desigualdad y por la regeneración de las instituciones", además, de su determinación por abordar una reforma federal de la Constitución que resuelva la crisis catalana.

El Gobierno en funciones ya ha advertido que no tiene previsto dialogar con él salvo que el presidente de la Generalitat inicie el contacto.