Habrá choque en primarias. Tras confirmarse la candidatura de Edmundo Bal para el futuro liderazgo de Ciudadanos y sin que fuera posible una tercera vía de consenso que evitara la ruptura, el partido tendrá otra candidatura de peso para dar la batalla. Está considerada la oficialista porque está apoyada por Inés Arrimadas (de hecho, figurará de forma simbólica) y por otros pesos pesados como Begoña Villacís o los catalanes Carlos Carrizosa y Nacho Martín Blanco. La liderará optando a la secretaría general el eurodiputado Adrián Vázquez, un talento al alza dentro de la formación que todos consideran “una persona de consenso”.

Vázquez, que lidera el partido en Europa desde la marcha de Luis Garicano, estuvo en todas las uinielas desde el principio e incluso Bal quiso contar con él. En la portavocía política estará Patricia Guasp, coordinadora de Ciudadanos en Baleares, y persona de confianza de Arrimadas. En los primeros puestos estarán también Mariano Fuentes (delegado de Urbanismo en el Ayuntamiento de Madrid y mano derecha de Villacís en el consistorio) y Carlos Pérez-Nievas, diputado en el Parlamento de Navarra desde 2019. También es previsible que la diputada económica, María Muñoz, se encargue de Programas en la candidatura, según confirman fuentes de la candidatura.

Además, tendrá el apoyo del diputado Guillermo Díaz y de Arrimadas y Villacís, que no estarán en puestos relevantes de la candidatura pero que han trabajado para que saliera adelante. La mayoría de nombres del equipo de refundación están incluidos en esta lista a pesar de que muchos discrepaban con la continuidad de la actual líder. La vía de consenso que han encontrado pasa por que Arrimadas aparezca de forma simbólica, pero podrá permanecer en la portavocía del Congreso de los Diputados, algo que Bal no aceptaba bajo ningún concepto.

Ese fue uno de los elementos por los que fue imposible llegar a un acuerdo para una sola lista. El abogado del Estado entendía que una regeneración de caras y liderazgos implicaba que Arrimadas dejara de ser la principal voz en la Cámara Baja. El entorno de la presidenta no vio nunca esta posibilidad. Y otras personas que intentaban la 'tercera vía' (ni Arrimadas ni Bal) como Paco Igea, exvicepresidente de Castilla y León, también creían que la actual líder debía dejar de ser portavoz.

Ante la imposibilidad de ese escenario, Igea decidió apoyar la lista de Bal y la 'tercera vía' saltó por los aires. O, de alguna manera, se reconvirtió en esta opción (el resto de nombres sí están en la lista), aunque claramente es la oficialista por estar vinculada Arrimadas.

Lo que es inevitable ya es la ruptura. La próxima semana las candidaturas se registrarán de forma definitiva y será los días 9 y 10 de enero cuando los afiliados voten en primarias. Ese fin de semana tendrá lugar la asamblea general donde la nueva ejecutiva quedará ratificada. Y la lista de Bal cuenta también con las diputadas Mari Carmen Martínez y Sara Giménez, además del concejal del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Saura. Por lo tanto, el choque de dirigentes de peso es ya un hecho.

Está por ver lo que ocurrirá una vez se conozca la lista ganadora. Si es posible la integración o no, teniendo en cuenta, como ya publicó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, que las diferencias ideológicas también tienen un peso importante en la guerra interna. Y que el malestar y la desconfianza, especialmente entre Arrimadas y Bal, hacen muy complicada una futura reconciliación.