La gobernabilidad de España

El PSOE corta el paso a las apelaciones a la rebelión por parte del PP: "No habrá tamayazos"

En la misma línea se ha expresado la ministra, en funciones, Raquel Sánchez, quien ha dicho que confía "absolutamente" en que no habrá ningún tipo de voto tránsfuga en las filas socialistas

El primer secretario del PSC, Salvador Illa.

El primer secretario del PSC, Salvador Illa. / Kike Rincón / EP

Juan Ruiz Sierra | Quim Bertomeu

Cuando Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se reunieron en el Congreso el pasado 30 de agosto, el presidente en funciones pidió al líder del PP que dejase de apelar al transfuguismo en las filas socialistas como vía para ser investido. No tanto porque Sánchez temiera que alguno de sus diputados fuese a cambiar de bando (“eso es imposible”, insisten en su entorno), sino por la falta de “respeto” a la “democracia” que encerraba el mensaje. Feijóo, según fuentes del PSOE, contestó que él nunca había alentado movimientos de ese tipo, pero también se comprometió a atajarlos entre sus subalternos en el PPUna de dos: o no transmitió la orden dentro de su partido o sí lo hizo y su autoridad pasa por un mal momento. 

A solo cuatro días de que comience el debate de investidura de su líder, abocado al fracaso, los conservadores se concentraron este viernes en llamar a la rebelión de los parlamentarios socialistas. El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno; la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, entre otros, redoblaron sus apelaciones al cambio de bando en el PSOE. Los socialistas acogen esta ofensiva con sentimientos encontrados. Por un lado, señalan en la cúpula del partido, “indignación”. Por otro, “absoluta tranquilidad”. Las “posibilidades” de que uno de sus 121 parlamentarios vote a favor de la llegada de Feijóo a la Moncloa, gracias a un pacto con la ultraderecha de Vox, “son igual a cero”, continúan las mismas fuentes. El PP, con estos mensajes, solo muestra sus “nervios” y “desesperación”.

“No habrá nuevos tamayazos”, sentenció el expresidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, en referencia a los oscuros movimientos que tuvieron lugar en la Asamblea de Madrid en el verano de 2003, cuando dos diputados socialistas, Eduardo Tamayo María Teresa Sáez, impidieron con su abstención la investidura de Rafael Simancas. “Cualquier intento de socavar la unidad del PSOE es un intento dirigido al fracaso”, añadió el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska. 

Ninguna "sorpresa"

El PSC también lo tiene claro: no habrá tránsfugas en las filas socialistas y el líder popular saldrá del debate sin convertirse en el nuevo presidente del Gobierno. "No tengo ninguna duda que no habrá sorpresas", dijo la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero.

En la misma línea se expresó la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en funciones, Raquel Sánchez, en Barcelona, quien dijo que confía "absolutamente" en que no habrá ningún tipo de voto tránsfuga en las filas socialistas: "Los socialistas hemos demostrado la firmeza de nuestras convicciones", señaló, tras subrayar que el PP está haciendo un "ejercicio de esperpento" y que palabras como las del presidente de Andalucía, Juanma Moreno, llamando a los diputados del PSOE "a rebelarse", no son más que intentos "a la desesperada".

Los socialistas catalanes respiran tranquilos tras ver que el presidente manchego, Emiliano García Page, ha renunciado a liderar una revuelta interna contra Sánchez. Page habló con Feijóo por teléfono el jueves y es crítico con que el PSOE esté dispuesto a negociar con el independentismo una amnistía, pero no ha dado señales de querer ningún trato con los populares.

Aunque las relaciones del PSC con el presidente manchego -y otros barones críticos son Sánchez- no han sido siempre fluidas, Romero celebró la actitud de Page. Los socialistas catalanes entienden que el presidente castellano-manchego tuvo un gesto de cortesía con Feijóo, pero que a partir de aquí dejó claro que quería que "lo buscaran para nada". Según Romero, el pleno de investidura dejará la situación como estaba: Sánchez de presidente en funciones y en disposición de negociar su investidura con los socialistas: "El Partido Socialista y el grupo parlamentario en el Congreso irán a la una como han ido siempre".

La amnistía

Mientras en el Congreso se aborde la investidura, en el Parlament se estará celebrando el debate de política general. Todo el mundo el Parlament da por sentado que los independentistas presentaran una resolución sobre la amnistía que forzará al PSC a pronunciarse. Hace pocas semanas se hubiera dado por descontado un 'no' rotundo socialista, pero la situación está cambiando y es el propio Sánchez quien no ha cerrado la puerta.

Romero no quiso avanzar decisiones. Entre otras cosas, porque aún no se han presentado las resoluciones: "Las afrontaremos con espíritu crítico". También quiso trasladar al PSOE toda la responsabilidad sobre la negociación de la investidura y dejar así al PSC con las manos algo más libres. "Negocia el PSOE", dijo. Lo que sí dejó claro es que, a diferencia de lo que defiende ERC, por ahora "no hay ningún acuerdo" sobre la amnistía.