Congresos pendientes

Feijóo acelera para cerrar la renovación territorial del PP ante una legislatura convulsa

En las próximas semanas se confirmarán los cambios en Génova y los grupos parlamentarios definitivos. Junto con la renovación territorial, Feijóo ya tendrá un PP hecho a su medida para una legislatura complicada

Feijóo acompañado de los presidentes autonómicos del PP antes de una junta directiva.

Feijóo acompañado de los presidentes autonómicos del PP antes de una junta directiva. / Carlos Luján

Paloma Esteban

Tras la derrota en su debate de investidura y a la espera de que se confirme la de Pedro Sánchez, el PP entra en un periodo de ‘stand by’ en este mes de octubre. La ofensiva contra las negociaciones del PSOE y los independentistas, muy especialmente en lo que afecte a la amnistía, será permanente. Pero, al mismo tiempo, la cúpula conservadora asume que estas semanas el foco del debate nacional estará puesto en Sánchez. Y en este contexto han decidido avanzar en los congresos que tenían pendientes para finiquitar el año con la renovación territorial completa.

Las elecciones autonómicas le dieron al PP un poder territorial casi absoluto. Gobiernan en 12 de las 17 comunidades, además de Ceuta y Melilla. Sin embargo, el partido necesita poner solución a dos congresos determinantes para su futuro: Euskadi y Cataluña; y dar carpetazo a otros que también han generado tensiones en los últimos años: Asturias, donde además se ha formalizado la renuncia del candidato al Principado, Diego Canga, y La Rioja.

El del País Vasco está en marcha, se celebrará a principios de noviembre y lanzará a Javier de Andrés, diputado en el Congreso y ex delegado del Gobierno con Mariano Rajoy, como futuro candidato. El perfil está escogido a medida para tratar de disputarle el voto al PNV, en un momento de mucho desgaste por su alianza con el PSOE a pesar de que EH Bildu, su gran competidor, también está en la misma ecuación. Feijóo aprovechó su investidura para lanzar muchos avisos a los nacionalistas vascos en ese sentido, reprochándoles que a pesar de tener en su mano la gobernabilidad de España, y pudiendo dar su apoyo al PP, renunciaran a ello “siendo un actor más” entre los socios del socialista. 

Que los populares hayan apostado por “el Urkullu del PP” para la próxima cita vasca no es un detalle menor. Y también supone el fin de la etapa de Carlos Iturgaiz, recuperado por Pablo Casado, y que tuvo el cometido de apaciguar internamente a la formación tras la dramática salida de Alfonso Alonso, sin que realmente el partido haya recuperado espacio electoral. 

Como publicó este diario y a pesar de que el PP ha sido cauto en todo lo que tiene que ver con la convocatoria del congreso en Cataluña, fuentes de la dirección confirman la intención de que esté resuelto también antes de que acabe el año. Para relevar a Alejandro Fernández, que acumula momentos de mucha tensión con la dirección nacional en este momento, suenan sobre todo Dolors Montserrat y Daniel Sirera. La exministra siempre fue el 'plan A' de Feijóo para todo lo que tenía que ver con Cataluña. 

Su obsesión por recuperar espacio en esa comunidad, consciente de que si el PP no crece allí será imposible volver al Gobierno central, le conducía a apostar por un “peso pesado” como ella, que además tiene un marcado perfil catalanista que encaja a la perfección con lo que es para el actual presidente el PP catalán. Pero su resistencia a volver a la política autonómica (y antes municipal) obligó a Génova a valorar otros escenarios. Y ahí entró el nombre de Daniel Sirera, que ya presidió durante un tiempo pequeño el PP catalán, y que ha encajado muy bien con la dirección.

En el PP creen que ha cumplido "con creces" su papel como candidato al Ayuntamiento de Barcelona y que en estos meses ha dado “pasos gigantes” por el partido. De ahí, que algunos dirigentes nacionales lo sitúen junto a Montserrat en las quinielas para ser el próximo líder y candidato a la Generalitat.

Los congresos de Asturias y La Rioja también se convocarán “dentro de poco”, aseguran en la cúpula conservadora. El primero lleva acumulados años de retraso y ha causado estragos en el partido. El actual portavoz popular, Diego Canga, un fichaje de Feijóo para intentar ganar las elecciones autonómicas y que apenas ha durado cuatro meses en el cargo, ha abandonado. Tampoco cumplía los requisitos para presentarse al congreso. En Génova ultiman ya los preparativos y se convocará en pocos días. El de La Rioja necesita resolverse, aunque la tensión es mínima después de que el PP consiguiera la mayoría absoluta el pasado mayo de la mano de Gonzalo Capellán.

La idea de la dirección nacional, en todo caso, es terminar con los procesos internos este 2023 para poder comenzar el año con la renovación territorial completada. El año que viene vuelve a haber citas electorales importantes en el calendario: europeas, vascas y está por ver qué ocurre con las catalanas, previstas para principios de 2025. La idea de la formación es que la maquinaria esté engrasada también para cuando eche a rodar una legislatura que prevén convulsa.

Feijóo salió reforzado internamente de su investidura fallida porque en los territorios se percibió un discurso de líder indiscutible de la derecha, desdibujando a Vox y con un golpe de autoridad que convenció a todos de que su idea pasa por aguantar. Esperará a tener otra oportunidad en mitad de las tensiones que Sánchez puede tener con sus socios cada semana.

También se confirmarán en pocas semanas los cambios en la estructura interna de Génova. Como publicó este diario, la decisión sobre Cuca Gamarra (que dejará de compatibilizar la secretaría general y la portavocía en el Congreso) desencadenará el resto de decisiones. Ya en las listas del Congreso Feijóo hizo equilibrios con las autonomías, pero se aseguró la presencia de sus colaboradores más cercanos y apuestas en distintas circunscripciones. La configuración definitiva de los grupos parlamentarios, la nueva estructura de la dirección y culminar la renovación territorial serán los pasos definitivos para tener un PP, ya sí, a su medida.