Comunidad de Madrid

Cruce de reproches y retazos de historia en el 40 aniversario de la Asamblea de Madrid

Ayuso reivindica el valor de la Constitución para el desarrollo de las comunidades autónomas.

Isabel Díaz Ayuso junto a sus predecesores en la presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso junto a sus predecesores en la presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid. / EFE

Elena Marín

“Los viejos vienen a contar anécdotas”, empezaba Joaquín Leguina su intervención. Pero no solo se han escuchado chascarrillos, también dardos que no llevaban nombre pero apuntaban a una diana concreta, la presidenta Isabel Díaz Ayuso, y algunos retazos de historia. Sin embargo, no todos los protagonistas que han formado parte de la historia de la Asamblea de Madrid han estado presentes. No hay fotos del ex presidente regional Ignacio González en la exposición de imágenes históricas que cubren las paredes del hemiciclo en la sede de Vallecas de la Asamblea de Madrid. Y cuesta encontrar alguna de Ángel Garrido, aunque las hay.

El 40 aniversario de la constitución de la Asamblea de Madrid, que primero estuvo en la céntrica calle San Bernardo y hace 25 se trasladó a este otro barrio fuera de la M30, es un día de fiesta para muchos de los presentes en el acto conmemorativo organizado por la Presidencia actual, Enrique Ossorio, pero viene precedido de varias polémicas: la de los expresidentes a los que no se les permite participar por no haber sido electos, el conflicto protocolario entre el Gobierno regional y nacional por la ausencia de invitaciones a actos institucionales o la recuperación del estatuto del presidente, que despareció en 2015 cuando el PP perdió su mayoría absoluta en la región.

Antes de empezar el acto, varios portavoces se han referido a esto último, a la necesidad o no de que los expresidentes autonómicos vuelvan a tener una retribución a cambio de una función asesora por determinar, con Más Madrid Vox especialmente en contra. Dentro, comenzada la ceremonia, la división que se respira fuera también se ha dejado ver, cuando desde la bancada de Más Madrid han aplaudido (quienes lo han hecho) con escaso entusiasmo a los expresidentes autonómicos del PP que han recibido la medalla conmemorativa de mano de Enrique Ossorio, actual presidente de la Asamblea de Madrid, o los del PP han prolongado exageradamente los aplausos al socialista Joaquín Leguina (1983-1995), que en diciembre de 2022 fue expulsado del PSOE por sus críticas a Pedro Sánchez y haber pedido el voto para Isabel Díaz Ayuso.

Junto a Leguina estaban sentados en el centro del hemiciclo, en unas butacas azules en el lado de los diputados populares, los también expresidentes de la Comunidad de Madrid Alberto Ruiz Gallardón (1995-2003), Esperanza Aguirre (2003-2011), Cristina Cifuentes (2015-2018) y Pedro Rollán (único no electo en la sala, designado por el PP tras la marcha de Ángel Garrido del Ejecutivo pero sin ratificación de la Asamblea.). No estaban ni Ignacio González (que sucedió a Aguirre tras su dimisión en 2012), ni Ángel Garrido, que ocupó la presidencia en 2018 con la renuncia de Cristina Cifuentes. Enfrente, junto a la bancada de Más Madrid, todos los expresidentes de la Asamblea: Ramón Espinar Gallego, Pedro Díaz Olazábal, Juan Van Halen, Jesús Pedroche, Elvira Rodríguez, José María Echániz, Juan Trinidad, María Eugenia Carballedo.

Todos ellos se han reunido antes de iniciar el acto con Díaz Ayuso en la segunda planta de la Asamblea. Cristina Cifuentes llegaba casi con una hora de antelación, saludando desde la garita de entrada de seguridad a todos los trabajadores de la Asamblea que se ha ido encontrando por el camino y se ha dirigido a la sala en la que les ha recibido Ayuso. Más tarde, la actual presidenta entraba en el hemiciclo acompañada de Alberto Ruiz Gallardón Joaquín Leguina, agarrado al brazo del primero para poder caminar sin problemas.

Reproches de los portavoces de grupo

Los primeros en tomar la palabra han sido los portavoces actuales, la historia ha quedado para después. La institucionalidad del acto ha comenzado a renquear ya con Rocío Monasterio, que apuntaba a un tiempo en el que hubo algún “socialista honrado”, hoy “un ser casi mitológico”. Juan Lobato, que ha hecho valer que es el más joven y post constitucional de todos los portavoces presentes, ha mostrado expresamente sus respetos al expresidente Leguina, un gesto que ha sido recibido con cara seria por parte del ya exsocialista. Lobato no ha mencionado a Ayuso, pero para ella eran sus palabras cuando ha pedido recuperar el respeto en política y ha apuntado que “tan negativo es ausentarse de la apertura solemne de las Cortes como no invitar a quienes conforman el Gobierno”.

La más dura y quien ha hecho un discurso más político que institucional ha sido Manuela Bergerot, la nueva portavoz de Más Madrid, que veladamente ha acusado a Ayuso, también sin nombrarla, de encontrar “excusas para no hablar de Madrid”, de poner “una alfombra roja a los fondos buitre” o de que Madrid le queda “grande”. En los inicios de un debate sobre la reforma del estatuto de autonomía de Madrid, que hoy los portavoces de los grupos parlamentarios han dicho que retomarán esta legislatura, Bergerot ha recordado a los presentes que en esa norma faltan palabras como “diversidad”, “LGTBI” o “feminismo”.

Solo al final del acto ha tomado la palabra Ayuso, que tras reivindicar la calidad de los servicios públicos de la región, ha emprendido un discurso institucional, pero con clara intencionalidad política. Ha insistido en el “escrupuloso respeto a las normas” del Gobierno regional, justo para apuntar después que Madrid ha "crecido tranquila y fecundamente, sin desconexiones, sin atajos": "Sin otro objetivo que consolidar nuestro autogobierno por la vía de estrechar, aún más, los lazos que nos unen con nuestros compatriotas".

A tres días del acto de la Constitución de la Comunidad de Madrid, ha señalado la "fidelidad, respeto y gratitud" que le debe a la Carta Magna y cerrado así: "Nunca nos desentenderemos de España, del Estatuto de Autonomía ni de la Constitución".

Los expresidentes

Entre los históricos ex presidentes de la Asamblea de Madrid, solo han tomado la palabra Pedro Díaz y Juan Van Halen. Este último ha lamentado las diferencias entre tiempos pasados y actuales, reprochando el “horterismo” y la “grosería” que se ven hoy en la cámara, en su opinión, ausentes en épocas pasadas. Inmediatamente después ha intervenido Leguina, siempre polémico en los últimos tiempos, pero hoy no ha pasado de la anécdota, se ha limitado a contar cómo fue el proceso para el traslado de la sede de la Asamblea al barrio de Vallecas, a donde nadie quería trasladarse hace 25 años y hoy todos han reconocido que ha servido para revitalizar esta parte de Madrid.

Quien ha echado mano de la historia ha sido Ruiz Gallardón, remontándose a los orígenes. A través de un verso del argentino José Larralde (“aunque mi existencia sea un accidente, tengo razón de ser”), ha explicado que Madrid es prácticamente una anécdota que se ha erigido hoy en “piedra angular” de la política española. Madrid, ha explicado, logró su estatus de comunidad autónoma cuando ni la Constitución había previsto su creación y ninguna otra región la quería para sí. En el artículo 144 de la Carta Magna, redactada realmente para Gibraltar, encontraron los juristas madrileños un argumento legal al que agarrarse y crear la Comunidad de Madrid.

Aguirre ha aprovechado para recordar que si hace 40 años ETA y ERC "eran los enemigos de España", hoy lo siguen siendo y Cifuentes, que dejó la política de forma abrupta, ha vuelto siete años después a la Asamblea con un discurso más emocional, recordando su 27 años en esta institución.