Elecciones el 12 de mayo

Puigdemont regresará el día de la investidura y dejará la política si no es elegido president

El candidato de Junts asegura que si no consigue una mayoría para volver a liderar el Govern de Generalitat, dejará el escaño y la política institucional

Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont. / EP

Carlota Camps

El expresident y candidato de Junts a las elecciones del 12 de mayo, Carles Puigdemont, asegura que volverá a Cataluña para el debate de investidura sea o no candidato a la presidencia. Así lo ha explicado en una entrevista este martes en RAC-1, donde también ha confirmado que si no consigue una mayoría para volver a liderar el Govern de Generalitat, dejará el escaño y la política institucional. "En absoluto me veo como líder de la oposición", ha aseverado.

Según Puigdemont, si no consigue ser restituido en el cargo del que fue apartado con la aplicación del artículo 155 de la Constitución tras declarar la independencia de forma unilateral, su opción será ejercer como expresident de la Generalitat. "Un expresident no puede estar en el Senado ni en algún consejo de administración", ha espetado. Para el líder de Junts, con la entrada en vigor de la ley de amnistía, se cierra "una etapa política" y se acaba con el "grueso" de la "represión". Y considera que, si los catalanes no le dan su apoyo en las urnas, será el momento de dar un paso al lado.

También ha descartado un regreso en plena campaña electoral, aunque la ley de amnistía estuviera en vigor y se levantaran la ordenes de detención que pesan sobre él. "El regreso que hemos estado trabajando durante tantos años no puede ser un acto de servicio a un partido, ni del mío", ha afirmado Puigdemont, tras rechazar también algún tipo de "gamberrada" como bajar a hacer una "'selfie' en Figueras" y volver al sur de Francia donde ahora reside.

Pero aun sobre su vuelta, el líder independentista ha descartado un regreso en plena campaña electoral, aunque la ley de amnistía estuviera ya en vigor y se levantaran la ordenes de detención que pesan sobre él. "El regreso que hemos estado trabajando durante tantos años no puede ser un acto de servicio a un partido, ni del mío", ha afirmado Puigdemont, tras rechazar también algún tipo de "gamberrada" como bajar a hacer un "'selfie' en Figueras" y volver a subir al sur de Francia, donde ahora reside.

Según el expresident, su vuelta a Cataluña no debe ser algo personal, sino "institucional", y asegura que no quiere "malbaratar" su "potencial" con algún tipo de actuación "simbólica". "Para mí es un tema serio. El acto de regreso es más de país que de partido, tiene que tener un sentido institucional", ha insistido.

Preguntado por la credibilidad de esta promesa de volver cuando en 2017 ya se hizo un planteamiento similar y no se acabó materializando, Puigdemont ha alegado que tenía hasta cinco planes para volver "sin ser detenido" si el Parlament lo hubiera hecho president el 30 de enero de 2018, como estaba previsto antes de que se suspendiera el pleno porque el entonces jefe de la Cámara, Roger Torrent, ya había recibido avisos de querellas. Pero, según Puigdemont, volver sin esta cobertura, y hacerlo como un "ciudadano" raso, era "poner la presidencia de la Generalitat en el exilio" al servicio de la judicatura y "convertirla en rehén".

Consecuencias en el Congreso

Más allá de esto, y preguntado por los posibles pactos poselectorales, Puigdemont ha apostado por reconstruir una mayoría independentista y ha descartado buscar algún tipo de entendimiento con el PSC, pero ha avisado de que los socialistas sabrán "lo que tienen que hacer". En este sentido, ha advertido de una posible retirada del apoyo de Junts al Gobierno de Pedro Sánchez si los socialistas hacen una operación similar a la del ayuntamiento de Barcelona, cuando una alianza de última hora entre PSC, Comuns y PP desbancó de la alcaldía a Xavier Trias, ganador de las elecciones. "Si Illa quiere hacer una jugada como la de Collboni, él sabrá", ha avisado. "Tendría poco sentido que diéramos apoyo a un Gobierno en Madrid cuando su franquicia pone palos en las ruedas de una mayoría decidida por los ciudadanos de Cataluña", ha remachado.

Debates con Sánchez y Feijóo

Puigdemont también ha querido dejar claro que no celebrará un cara a cara con el actual president y candidato de ERC, Pere Aragonès. El cabeza de lista de Junts ha rechazado esta posibilidad alegando que los independentistas tienen que "trabajar codo con codo" y no confrontar para conseguir réditos electorales. En este sentido, ha asegurado que la relación con ERC tiene que ser la de "compañeros de viaje", aunque tampoco ha desaprovechado la oportunidad para criticar que sea el propio Aragonès quien haya propuesto este debate. "Normalmente, al president le proponen cara a cara, no al revés", ha aseverado.

Tampoco habrá un debate a tres entre Puigdemont, Aragonès y el candidato del PSC, Salvador Illa. Más allá de que el socialista ya descartado la propuesta, Puigdemont ha asegurado que la discusión tendría "poca relevancia" porque solo se podrían tratar "cuestiones autonómicas".

En este sentido, ha propuesto un cara a cara con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o un debate a tres si también se quiere sumar el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Puigdemont ha alegado que son ellos quienes tienen las competencias y que será con ellos con quienes tendrá que tratar si es elegido de nuevo president de la Generalitat. "Con quien me tendré que ver no es con Illa, es con Sánchez", ha remachado.

Cita con el Supremo

Finalmente, preguntado por el hecho de que el Tribunal Supremo le haya citado a declarar voluntariamente en junio por el caso de Tsunami Democràtic, y por si se someterá a ello, Puigdemont ha considerado que la causa quedará en papel mojado porque calcula que entonces ya estará en vigor la ley de amnistía.

Además, se ha mostrado sorprendido con el hecho de que ahora le ofrezcan la modalidad de declaración telemática cuando hasta ahora se le rechazaba y ha acusado al alto tribunal de querer "intervenir" en la campaña electoral. "Ya les estábamos esperando", ha ironizado.