´Roja´ por convicción

Nacida en una familia cacereña bien situada (su padre era militar), Teresa Rejas (Cáceres, 1946) trabajó duro para estudiar en la universidad. Maestra de escuela, como le gusta decir, y licenciada en Filosofía y Letras, simultaneó estudios y trabajo hasta que sacó la oposición. Su debilidad son los niños pequeños y su ambición conseguir una Extremadura más justa y solidaria.

La carrera política de Rejas fue meteórica. Ingresó como independiente en Izquierda Unida y a los pocos meses fue elegida presidenta de la Asamblea, primera extremeña que ostentaba ese cargo, gracias a la famosa pinza PP-IU.

Bebió de la tesis de Anguita y siguió a rajatabla las consignas de programa, programa . Sus primeras semanas al frente del parlamento no fueron fáciles. Pero no se amilanó, y a pesar de que su grupo era minoritario en la cámara, realizó una importante tarea al frente de la misma. De ella puede decirse que no está en política para servirse. Claro ejemplo es que sólo cobraba la mitad del sueldo que le correspondía como presidenta. Rejas tiene muchas posibilidades de repetir como diputada, aunque para ello ha tenido que cambiar de circunscripción.