El Gobierno de Zapatero cerrará en el 2010 la central nuclear de Almaraz

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cerrará la Central Nuclear de Almaraz en el 2010, coincidiendo con la fecha en la que se tendría que proceder a la renovación de licencia de actividad para esta planta que entró en funcionamiento en 1981. Las eléctricas propietarias, --Iberdrola, Endesa y Unión Fenosa--, ya han anunciado su intención de solicitar la ampliación de la vida útil de las instalaciones, que en el 2010 habrá cumplido casi 30 años de servicio.

Extremadura ya ha dejado claro que quiere desligar su futuro de la energía nuclear. José Luis Quintana, consejero extremeño de Agricultura y Medio Ambiente, anunció ayer que la primera petición del Gobierno regional a la futura ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, será la clausura de actividad de los dos reactores de Almaraz. Según ha podido saber EL PERIODICO EXTREMADURA, en contactos previos mantenidos entre la Junta y miembros del futuro Gobierno del PSOE se cerró el compromiso de que la fecha de cierre será el 2010.

Con esta medida se da cumplimiento a la promesa electoral de los socialistas, tanto a nivel nacional como en Extremadura. La propuesta de Rodríguez Zapatero es poner fecha a la producción de energía nuclear en España: el 2024. Desde el PSOE se llegó además a un acuerdo con Los Verdes, previo al 14-M, en el que se contemplaba la paulatina sustitución de la energía nuclear por fuentes alternativas.

COMPROMISOS Zapatero se comprometió a "una sustitución gradual de la energía nuclear por energías más seguras, más limpias y menos costosas, que se llevarán a cabo de forma ordenada en el tiempo, dando prioridad a la garantía de seguridad y con el máximo consenso social". Durante la campaña electoral de los comicios autonómicos, Juan Carlos Rodríguez Ibarra señaló que la producción de los reactores de Almaraz no podía prolongarse más allá del 2010.

Durante una de sus últimas visitas a Extremadura como secretaria federal de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del PSOE, la futura ministra Cristina Narbona dejó claro que la intención de un Gobierno socialista era llevar a cabo un proceso de desmantelamiento de todas las centrales nucleares que conllevaría la puesta en marcha de planes paralelos para la generación de empleo de las zonas afectadas por los cierres.

El PSOE aboga por una combinación de fuentes energéticas que garanticen la sostenibilidad del medio ambiente.