García Aracil, arbobispo de Badajoz:"La Iglesia no debería echarse atrás en el nuevo proceso"

El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, afirmó hoy que la Iglesia "no debería echarse a atrás" si se considerase que "tuviera que intervenir porque fuera un mediador valorado o más adecuado" en el proceso abierto tras el anuncio de alto el fuego permanente por parte de ETA.En una entrevista con Efe, García Aracil señaló que "si la Iglesia tuviera que intervenir porque fuera mediador valorado o más adecuado en ese momento dadas las circunstancias, no debería echarse a atrás, ahora lo que tendría que hacer es no vender ese proceso de paz porque entonces sería colaboradora de un proceso en el que ganaría el chantaje y esto, entre otras cosas, no sería justo".García Aracil, que reconoció que su valoración del comunicado de ETA "es un poco imprecisa" porque no lo ha leído en su integridad, dijo a Efe que cuando se habla de alto el fuego y se promete "hay que pensar que durara un tiempo y eso es una buena noticia".No obstante, añadió que dentro de esa "cierta alegría" no hay motivos suficientes para pensar que "es una solución al problema del terrorismo", aunque sí dijo que "entre todos hay que aprovechar esta oportunidad para estudiar el significado y las consecuencias y lo que se podría hacer siempre que no se venda uno mismo".En este sentido, aseguró que lo que no se puede hacer ahora es"aclamar y bendecir" a quien ha estado asesinando y concederle cualquier cosa "porque sería una forma claudicar y entrar en el quehacer del chantaje".En cuanto al papel que podría desempeñar la Iglesia en esta nueva etapa, indicó que el terrorismo es una cuestión conjunta que se ha de resolver a largo plazo y concedió una gran importancia a la educación porque "hay que educar a la gente para la intervención en la vida publica".Añadió que hay que preparar a la gente "para un respeto debido a la dignidad de la personas, para la paz y en el diálogo fuera de la violencia", ya que entiende que "los fanatismos y extremismos son educables".García Aracil resaltó que la Iglesia "puede intervenir mucho siempre que se respete la condición educativa de la Iglesia" y recordó que la Iglesia ha intervenido en países en conflicto y han sido mediadores en muchos sitios "y en muchos casos se ha conseguido la paz".Asimismo, cree que también puede intervenir en la predicación y en el trato con la gente "ayudando a evitar la espiral de la violencia, el resentimiento y el ánimo de venganza que es tan espontáneamente fácil en estas circunstancias".