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SE BASA EN LA OBSERVACION DE LAS SOMBRAS EN DOS PUNTOS DISTINTOS EN UN MISMO MOMENTO.

Un recogedor que puede medir la Tierra

Alumnos de Santa Marta y Jerez de los Caballeros participan en un experimento que se repitió ayer en todo el país basado en el descubrimiento del matemático Er

Un recogedor que puede medir la Tierra

A lo largo de la historia, la simple observación y la casualidad han sido fundamentales para alcanzar algunos de los descubrimientos más importantes para la vida del hombre. Uno de estos episodios tuvo lugar hace unos 2.250 años, en la lejana Alejandría, donde un matemático llamado Eratóstenes se dio cuenta de que la luz del sol no proyectaba la misma sombra en puntos distintos el mismo día del año. Era el solsticio de verano, y mientras que en una ciudad de Egipto llamada Siena (actual Asuán) el sol se reflejaba completamente en el agua del fondo de un pozo a mediodía, y que un palo perpendicular no proyectaba ninguna sombra, donde él vivía no fue capaz de encontrar ni un solo palo que no diera algo de sombra, ni ningún pozo que ofreciera una imagen completa del sol. ¡Eureka! La tierra no es plana, es redonda, y se puede medir con exactitud su radio y por tanto su circunferencia.

El experimento, que ayer repitieron alumnos de dos institutos de Extremadura, concretamente el IES Sierra La Calera de Santa Marta de los Barros, y El Pomar de Jerez de los Caballeros, consiste en medir los ángulos de la sombra que produce la luz del sol al proyectarse sobre un gnomon , un palo perpendicular al suelo. En la mayoría de los casos se utilizó un simple recogedor del polvo para calcular que el radio de la tierra mide exactamente 6.378 kilómetros. "Nos hemos equivocado solo por 300 kilómetros", indica una de las profesoras del instituto de Santa Marta, que citó a sus alumnos a las 13 horas y 40 minutos de la tarde para comenzar el experimento.

En el colegio de Jerez de los Caballeros la voz cantante de este y otros experimentos la lleva su profesor de inglés, Ricardo Aguilar, que busca cualquier excusa para practicar con sus alumnos su afición por la ciencia. "Hacemos en clase los experimentos del científico de El Hormiguero". Asegura que lo que más les gusta a los chavales son las explosiones, tanto, que es capaz de mantener toda la clase dando explicaciones en inglés sin perder la atención de los alumnos.

Solo estos dos institutos extremeños participaron en una experiencia conjunta desarrollada al mismo tiempo por 800 centros educativos de todo el país, con motivo de la celebración del Año Internacional de la Astronomía.

Dado que existe muy poca distancia entre estos dos centros y el resto de los participantes en el proyecto, es fácil que se hayan producido errores de cálculo, puesto que cuanto más lejos se encuentren los dos puntos que se toman de referencia, el resultado es más exacto. La habilidad de Eratóstenes fue calcular, en base a los pasos homogéneos dados por los soldados, que Alejandría y Siena estaban separadas por 5.000 estadios o, lo que es lo mismo, 875 kilómetros de distancia.

Los alumnos extremeños tendrán una oportunidad para ajustar su cálculo en unos días, cuando colaboren con colegas de un colegio de Rumanía.

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