La cultura de paz y la no violencia, ideales presentes en la Asamblea

La Asamblea de Extremadura ha acogido este miércoles dos actos encaminados a la promoción de una cultura de paz, la resolución pacífica de los conflictos y el respeto a los derechos humanos. El primero de ellos ha sido la presentación del libro Declaración sobre una Cultura de Paz , una edición de fácil lectura de la Declaración Internacional de una Cultura de Paz y No Violencia para los Niños del Mundo (2001-2010). En el acto intervinieron el exdirector general de la UNESCO y presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza; el presidente del Parlamento extremeño, Juan Ramón Ferreira; y el presidente de la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX), José María Rodríguez Guzmán.

En su intervención, Ferreira ha recordado que los parlamentos autonómicos, mediante la firma de un convenio con la ONU, están comprometidos con los objetivos del milenio, entre ellos, el fomento de una cultura de paz. Creer en esto, ha matizado, es defender la convivencia en base a unos principios como el respeto, la igualdad, la solidaridad o la tolerancia, así como apostar por el diálogo y la conciliación a la hora de resolver los conflictos. Para Ferreira, la cultura de la no violencia nace de "la resistencia frente a la imposición del más fuerte, el rechazo a la barbarie, así como de la defensa de los derechos universales como algo propio de "todos los seres humanos sin importar su raza, religión o condición social".

Por su parte, Mayor Zaragoza ha asegurado que las redes sociales y el ciberespacio revolucionarán el mundo en cinco o diez años, en virtud de su poderosa capacidad para recoger las opiniones de los ciudadanos. En su opinión, hay que "pasar de ser súbditos a ciudadanos libres y responsables", dejando a un lado el silencio de "los silenciosos y los silenciados" que ha imperado por muchos años.

Mayor Zaragoza ha señalado que la publicación servirá a todas aquellas personas que "quieran ir aprendiendo a vivir con la mano tendida en lugar de con la mano alzada". Un libro que, según Rodríguez Guzmán, permitirá difundir un vocabulario diferente propio característico de un tiempo en el que la palabra "debe sustituir ya de forma casi imperativa a la fuerza".

La publicación, ha explicado, es un cuaderno de uso para colectivos de dificultad lectora, "unos porque han llegado a nuestro país y tienen dificultades con el idioma, otros porque tienen dificultad intelectual". Finalmente, ha abogado por "el diálogo y por erradicar la angustia, el sufrimiento y las decisiones unilaterales que nos lleven al conflicto".