Cuatro familias de Berrocalejo denuncian empadronamientos ilegales en sus casas

Guadalupe Leal abrió una mañana el buzón de su casa en Berrocalejo y aparecieron tres cartas con destinatarios que ella desconocía. Esas cartas eran los registros censales de tres extraños para ella que aparecían empadronados en su vivienda, en la calle General Cabanillas, 13, lo cual despertó aún más su sorpresa. Inmediatamente, su padre que no reside habitualmente en este domicilio, fue a pedir explicaciones al consistorio de esta pequeña localidad de poco más de 120 habitantes, y la respuesta fue que alguien de la familia habría autorizado a esas personas a inscribirse en esta vivienda para formar parte del censo electoral. "Eso es mentira, en mi casa solo vivimos mi hermana y yo, mis padres están en Madrid, y nadie ha dado permiso para empadronarse en nuestra casa", responde Guadalupe.

Pasadas las elecciones, solicitó al consistorio cuántas personas figuraban censadas en su vivienda y ya no había ni rastro de estos desconocidos, pese a que acudieron a votar en las pasadas elecciones como vecinos de la calle General Cabanillas 13 de Berrocalejo, tal y como aparecen en el censo electoral aprobado para el 22-M.

Esta familia es solo una de las cuatro que se han encontrado con inquilinos fantasmas que solo han aparecido en las listas del censo electoral y en las urnas, aunque en estos últimos tres casos no han llegado a recibir la notificación censal en los buzones. En total, se han contabilizado quince personas empadronadas en viviendas de Berrocalejo "sin el consentimiento de sus propietarios" pero que ejercieron su derecho al voto como si lo tuvieran. "Algunas son personas conocidas de otros pueblos cercanos o que trabajan aquí en Isla Valdecañanas o el ayuntamiento, pero otros son desconocidos y en un pueblo tan pequeño como este eso nos conocemos todos", dice uno de los candidatos del PSOE, Enrique Brasero, que dio la voz de alarma el 22 de mayo como apoderado.

Ante tal circunstancia, Brasero junto al portavoz socialista, Angel Pedro Martínez, y Angel Luis Bravo, los tres candidatos del PSOE local, acaban de interponer una denuncia ante la Fiscalía de Cáceres por lo que consideran un presunto delito de fraude electoral. La denuncia también ha llegado al cuartel de la Guardia Civil de Navalmoral, tras la correspondiente reclamación a la Oficina del Censo Electoral, que lo calificó de incidencia.

"Está claro que aquí ha venido a votar 15 personas que no han vivido en el pueblo ni un solo día; han estado empadronados en cuatro casas sin autorización de sus propietarios y en un corral de la familia del actual alcalde --Evelio García, del PP--", critica el portavoz del PSOE y único concejal socialista con apoyos suficientes para formar el próximo ayuntamiento berrocalejano. Para demostrar sus sospechas han presentado pruebas al fiscal, entre ellas además del censo electoral, documentos firmados por los cuatro propietarios de las viviendas que corroboran que no han concedido autorización alguna para empadronar a nadie.

Una quinta vivienda donde aparecían inscritos en el municipio otros supuestos votantes irregulares, tal y como explica Martínez, corresponde a un corral propiedad de la familia del actual mandatario y reelegido el día 22, Evelio García. Este está ubicado en la calle General Cabanillas, número 20, y pese a apreciarse inhabitable desde el exterior, en el censo electoral figuran inscritas cinco personas, "entre ellas dos funcionarias del ayuntamiento --auxiliares administrativos que no residen en el municipio--".

Los datos, con un 20% más de votantes que en los comicios del 2007, y los resultados electorales avalan también esta denuncia. Este municipio, constituido como una entidad menor a efectos electorales, está gobernada por cuatro concejales del Partido Popular y uno del PSOE, elegidos en los comicios del 2007. El 22-M los resultados fueron los mismos, cuatro concejales para el PSOE y uno para el PP tras conseguir 56 y 52 votos, respectivamente, ponderando las formaciones, pero la posible irregularidad podría cambiar el Gobierno puesto que la diferencia de votos entre candidatos socialistas y populares --en las entidades locales menores se eligen a cinco concejales, de los que sale el alcalde-- oscila entre los tres y los seis votos. Es decir, los candidatos populares han obtenido entre 58 y 56 votos --Evelio García (56), Maximiliano Muñoz (57), Silverio Muñoz (56) y María Menodora (58)-- mientras que los candidatos socialistas entre 50 y 53 --Angel Pedro Martínez (53), Enrique Brasero (52), Angel Luis Bravo (53) y Missel Sánchez --independiente-- (50)--.

Estos ajustados resultados "han sido claves para que los populares hayan podido intentar ganar apoyos y haber cometido este fraude", señalan los denunciantes que esperan que la Fiscalía admita primero a trámite su acusación para que después la Justicia realice sus averiguaciones, depure responsabilidades por estos hechos y se convoquen de nuevo elecciones, el objetivo de los socialistas que vuelven a confiar en el cambio de gobierno en el municipio.

Por su parte, el alcalde de Berrocalejo, que ocupa el cargo desde hace 16 años y está liberado --"cobrando más de mil euros", destacan--, eludió atender ayer a este diario. De boca de una empleada del ayuntamiento transmitió que no va a entrar en esta polémica y negó cualquier irregularidad del ayuntamiento en el censo electoral. "Aquí se han hecho las cosas bien y la gente del censo está empadronada en los domicilios que aparecen con el consentimiento de los propietarios. No hemos cometido ninguna irregularidad y nadie ha venido a quejarse", defendió la empleada.

Como la vecina Guadalupe Leal, el resto de los propietarios de viviendas con presuntos votantes irregulares también corroboraron a este diario que no han permitido el empadronamiento de nadie en sus domicilios. "Me indigna que haya ocurrido esto", comentaba Manuel Escobar, propietario de la vivienda de la calle Valdeverdejas, 5, en el momento en el que se elaboró el censo --pese a que la ha vendido hace algunos meses--. En esta casa vivían tres personas ajenas a Escobar. También Josefina Collado aseguró a este diario que ella no ha permitido a nadie registrarse en el pueblo bajo su dirección pese a que en el censo del día 22 aparecen dos nombres que ella desconoce. Ayer ya según un documento expedido por el consistorio a petición de la propietaria, no constaba nadie empadronado en esta vivienda de la calle Médico Félix Fernández como es habitual, porque Josefina y su marido residen principalmente en Madrid.