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Vuelta a casa de los militares destinados en Mali

¡Ahora, a disfrutar con la familia, que ya nos toca!

Alrededor de veinticinco militares procedentes de la base internacional de Koulikoro, en Mali, regresaron ayer a Badajoz y fueron recibidos por decenas de familiares con lágrimas y pancartas en la base General Menacho de Bótoa

¡Ahora, a disfrutar con la familia, que ya nos toca!

Nervios, gritos y alguna que otra lágrima incontrolable. La base General Menacho de Bótoa fue el escenario del recibimiento de los familias a los 25 soldados extremeños que regresaron de la base internacional de Koulikoro, en Mali. Todavía falta por llegar el grueso del contingente, alrededor de 75 soldados que arribarán el próximo dos de mayo, pero los signos de felicidad resultaron ayer evidentes entre mujeres, padres, novias e hijos. "Ahora, a disfrutar de ellos y a recuperar el tiempo perdido", alcanzaban a decir. No en vano, han sido seis meses de ausencia, de skype y de conversaciones telefónicas. Seis meses que tocaron ayer a su fin.

Hay militares que tienen una historia especial detrás. Es el caso de Enrique Expósito, al que esperaba su mujer, su hija Ainhara, de 9 años, que lo recibió a lágrima viva, y su hija Paola, a la que conoció ayer, pues nació cuando él se encontraba en Koulikoro. Sólo tiene tres meses. "Tengo muchas ganas de abrazarlo. Se ha perdido el parto y sus primeros meses de vida", afirmó Cristina, su mujer. A Enrique le costaba hablar de la emoción. "Estoy sin palabras. Estaba deseando ya". También Jesús Durán, otro de los soldados desplazados a Mali, expresó su emoción al ver a su familia. "Es una sensación bonita. Quiero disfrutar de mi familia. ¡Y quier ir a por mi coche nuevo!", anunció.

Y el de Expósito no fue el único reencuentro emotivo que se produjo ayer en Bótoa. Muchas de los familiares habían acudido con pancartas. Otros grababan las escenas con móviles. A todos les costó respetar el pequeño desfile organizado en la base militar nada más llegar a ella procedentes de Talavera, donde les dejó el avión que los transportó desde Mali. "Ahora, a disfrutar y a empezar nuestra vida juntos", contó Lorena Sánchez, novia del teniente González Madurga. "Se me ha hecho muy duro todo este tiempo, porque ha habido días de tensión allí y se pasa peor aún. Ahora hemos alquilado un piso para irnos a vivir los dos".

También hay militares que guardan una sorpresa. "Lo primero que voy a hacer es ver a mi hijo, que tiene 7 años. Le dije que volvía el 11 de mayo, pero voy a ir a recogerle mañana al colegio", reveló el soldado Holgado, que también se acuerda de sus amigos. "Les he echado mucho de menos, aunque en Mali he hablado todos los días con ellos". El teniente Malagón también tiene ya planes hechos, pues todos los destinados a esta misión internacional dispondrán de alrededor de treinta días de permiso. "Voy a irme de vacaciones con mi pareja y a visitar a toda mi familia". Y también quiere volver a probar la comida española. Además de su gente, "es lo que más he echado de menos", dijo.

Felicitaciones

Así mismo, fue afectivo el recibimiento en la base aérea de Talavera, donde la delegada en el gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, y el general jefe de la Brigada Extremadura XI, Francisco José Dacoba, expresaron sus felicitaciones a los militares. Dacoba informó, además, que el otro contingente extremeño en misión internacional, el destinado a Iraq y compuesto por unos 200 soldados, regresará a mediados de mayo. Quedan, por tanto, unas dos semanas para que todos los militares de la región hayan vuelto a su casa con sus familias.

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