«A Extremadura no se nos puede pedir que crezcamos y tengamos los mismos niveles de renta que al resto de España con comunicaciones del siglo XIX, porque estamos compitiendo con comunidades que tienen infraestructuras del siglo XXI», se tuvo que lamentar de nuevo, ayer, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara. No obstante, quiso añadir que no quiere «entrar en una dinámica de enfrentamiento entre territorios diciendo que unos se llevan más que otros». Las manifestaciones de Vara vinieron tras el anuncio del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de la puesta en marcha de un plan de inversiones para Cataluña que prevé 1.900 millones para la red de trenes de cercanía (Rodalies) hasta el 2020 y el compromiso de que el tramo catalán del corredor mediterráneo (una vía para el transporte de mercancías que potenciará la red empresarial de la zona) estará listo en la primavera de 2020. Mientras tanto, Extremadura tendrá que esperar aún dos años para tener tren rápido (que no AVE) y sigue sin informe ni presupuesto del Ministerio de Fomento para la adecuación del ferrocarril Badajoz-Puertollano, con el que se podrá unir al tramo portugués Sines-Badajoz (que también ha dado ya bastante pasos hacia adelante) y llegar hasta Madrid. Antes engancharía con el trazado que parte de Algeciras. De esta forma, se podría potenciar igualmente el transporte de mercancías teniendo en cuenta la gran puerta que supone el puerto luso y la puesta en marcha de la Plataforma Logística de Badajoz (cuyas obras ya se han iniciado).

Pero de momento los avances en territorio extremeño son lentos y escasos. «Confiamos en que la inversión anunciada en Cataluña se haga sin menoscabo de los compromisos que hay adquiridos con el resto del territorio», manifestó Fernández Vara. Y recordó la promesa del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (en su visita a principios de febrero a Garrovillas de Alconétar), «de unas inversiones en el próximo año y medio, de aquí a enero de 2019», para que la región cuente, al menos, con una red ferroviaria «de altas prestaciones con locomotoras diésel» que permita acortar los plazos de viaje a la espera de la electrificación, que llegaría en 2020 (del AVE no se habló en ningún momento).

«Yo exijo lo que creo que a Extremadura le corresponde, y además con bastante retraso. A partir de ahí, el Gobierno tiene que decidir la política de inversión en nuestro país, y yo no voy a entrar en colisión con otros», indicó el presidente extremeño. Y agregó que no aspira «a ganar votos a costa de Cataluña, ya que es sencillamente improcedente». «Cada uno defienda lo suyo», apostilló en declaraciones realizadas en el programa Hoy es noticia de 13TV y recogidas por Europa Press.

Por su parte, desde Cataluña, y tras conocerse el presupuesto que se destinará a la comunidad, también se han lanzado críticas asegurando que las infraestructuras del corredor mediterráneo llevan un retraso de al menos cinco años y las mejoras de la red de cercanía, un mínimo de diez.

Lo cierto es que la comunidad catalana recibirá 1.900 millones de aquí al año 2020 y otros 2.000 más en el periodo comprendido entre 2021 y 2025, mientras que el compromiso de Fomento con Extremadura es de unos 250 millones para este 2017 y el recuerdo de que ya se han invertido otros 1.000 millones en anteriores años. De hecho, De la Serna destacó «el importante esfuerzo del Gobierno en el actual corredor ferroviario extremeño».

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