Recomendaciones básicas a seguir

Entre las normas más básicas a la hora de prevenir incidentes durante el baño se encuentra la de ducharse antes de entrar en el agua para evitar lo que se conoce como hidrocución, cuyo efecto es la interrupción o el desfallecimiento de las funciones vitales, debido a los cambios bruscos de temperatura que puede experimentar el cuerpo al entrar en el agua.

También se recomienda no meterse en el agua de manera brusca o súbita si la persona padece enfermedades de tipo cardíaco, como tampoco es recomendable hacerlo mientras el cuerpo realiza la digestión, y menos aún si la persona ha consumido anteriormente bebidas alcohólicas. Según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) es recomendable evitar los juegos peligrosos ya que pueden ocasionar graves consecuencias.

Para proteger a los más pequeños se recomienda el uso de flotadores o manguitos y la supervisión de un adulto en todo momento, pero siempre en estado de alerta y pendiente, ya que según expone en su página web la RFESS, el uso de flotadores en las playas puede llegar a ser peligroso, ya que si se trata de algún tipo de colchoneta o flotador de gran tamaño puede alejar a la persona de la orilla. También recomienda precaución a la hora de bañarse en lugares naturales donde es recomendable evitar zonas rocosas. En todo caso, lo más recomendable es no adentrarse en el agua si no se tienen las nociones básicas de natación.