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«Cada día doy las gracias por haberme hecho esa prueba»

Al cacereño Antonio Luna le detectaron tras el test de sangre en heces que tenía un pólipo maligno. Llegó justo a tiempo y gracias a esa prueba inicial «tan sencilla» su vida ha mejorado: «Me siento mucho mejor que antes»

Le pidieron que pasara a sus contactos de WhatsApp información sobre el nuevo programa de cribado del cáncer de colón y decidió aplicársela a él mismo también. Tenía 58 años y no estaba incluido entonces dentro de los usuarios potenciales de esa primera ronda del programa de cribado (era para los extremeños de 60 a 64 años), pero acudió a su médico de cabecera para que se la hicieran porque «tenía la mosca detrás de la oreja». Y esa prueba, puede decirse, que le salvó la vida a Antonio Luna.

«La prueba en sí no supone nada, es mojar un palito en tus heces durante tres días. Eso lo llevas al centro de salud para que te lo analicen y si detectan que hay sangre en dos de los tres palitos eso es un positivo y solo entonces te hacen la colonoscopia», cuenta este cacereño. «Por entonces tenía hemorroides así que volví a hacerme la prueba y, de nuevo, dio positivo».

Así que Antonio tuvo que hacerse una colonoscopia y ahí le detectaron y le quitaron en ese mismo momento un pólipo que resultó, tras su análisis, que era maligno. Varios meses después le operaron para limpiarle la zona y le hicieron distintas pruebas (resonancia, biopsia...) en las que comprobaron que estaba limpio de cualquier célula maligna. «Cada día doy gracias por haberme hecho esa prueba, afortunadamente no necesité nada más pero quizás si hubiera tardado más tiempo en ir al médico tendrían que haberme dado radioterapia o quimioterapia o quién sabe si podría tener ya solución. Merece la pena mucho acudir a esa prueba. Es simple e insignificante pero puede salvarte la vida», cuenta Antonio.

Su vida cambió radicalmente desde entonces. «Cuando me quitaron el pólipo mejoré totalmente, se me quitaron las hemorroides, volví a tener la fuerza que tenía antes... la mejoría fue total y eso supone tener una vida sana y alegre, y quitarme esa preocupación de la cabeza porque estaba todos los días con la mosca detrás de la oreja». Con su experiencia quiere animar a toda esa gente que no acude a esta cita con el médico. «Es una prueba que no duele, no molesta y puede salvarte la vida», insiste.

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