Diálogo, diálogo, diálogo. Por tercera y última vez, Guillermo Fernández Vara se somete la confianza de la Asamblea para ser investido presidente de la Junta de Extremadura. Y en esta ocasión lo hace apelando al entendimiento con la oposición a pesar de la cómada mayoría lograda en las urnas el pasado 26 de mayo, que le otorgaron 34 diputados (frente a los 20 del PP, siete de Ciudadanos y cuatro de Unidas Podemos) y la certeza de salir hoy reelegido sin problemas. «Yo voy a gobernar como si no tuviera mayoría absoluta. Desde el minuto uno me he metido en la mente esa necesidad porque cuanto más diálogo haya, mejor para esta región», dijo al inicio de su discurso.

El socialista sorprendió a las tradicionales formas de la Cámara iniciando su intervención con un vídeo sobre la desigualdad y tras tener un recuerdo para el compañero Antonio Olivenza (falleció la semana pasada) y mostrar su «orgullo» por la sentencia del Tribunal Supremo sobre ‘La Manada’, apeló a la política «con letras mayúsculas» para que la gente «pueda cumplir sus sueños». Subió a la tribuna sin papeles (solo leyó la parte final de su discurso) y en algo más de una hora desgranó las que serán las líneas programáticas de su nuevo gobierno, que tendrá el empleo y la despoblación como objetivos primordiales.

En esa línea, Fernández Vara ofreció a la oposición «seis grandes acuerdos Estado-región» sobre aspectos que considera clave para el futuro de Extremadura: un plan de energía y clima con horizonte al 2030; una estrategia de digitalización que permita avanzar en la innovación de las empresas; un gran acuerdo en materia de vivienda «para que la gente no destine a este fin más del 30% de sus ingresos»; la negociación de los nuevos fondos de la Política Agraria Comunitaria (PAC); medidas para abordar el reto demográfico, y un calenario para las infraestructuras.

Respecto a estas últimas, el candidato prometió ser muy reivindicativo con el Gobierno de España. Detalló que su objetivo es fijar fechas y reclamar a cada parte lo que le corresponde para que cuando finalicen las obras del AVE, «que el grueso ya está», esos «200 o 300 millones» de inversión que llegan ahora cada año no se pierdan. «Y para eso es necesario una cartera de proyectos: tren convencional, depuración de aguas, infraestructuras sanitarias, carreteras...», defendió.

CAPACIDAD DE VETO / En aras del consenso del que hizo gala en toda su intervención, el candidato ofreció a los grupos una batería de leyes sobre diversos ámbitos a pactar a lo largo de toda la legislatura (entre ellas, una de tiempos de espera en dependencia, otra de servicios sociales, otra de familias, de impulso demográfico, de mecenazgo cultural, de aguas o del deporte) y se comprometió a no usar «la capacidad de veto» del PSOE para que aquellas que planteen PP, Podemos y Ciudadanos se debatan siempre en la Cámara, independientemente del resultado final.

«Hablemos, yo estoy dispuesto a que hablemos. Estoy dispuesto a hacer ese esfuerzo y que las leyes que ustedes de verdad quieran que salgan adelante, que las negociemos», dijo Fernández Vara, que incluso tendió la mano a Podemos y PP para que volvieran al Pacto por el Ferrocarril. La reforma del Estatuto de Autonomía para modificar la regulación del aforamiento o suavizar los requisitos exigidos para que las iniciativas legislativas populares lleguen al Parlamento son otras de las cuestiones que Fernández Vara puso encima de la mesa y para las que pidió la complicidad de los grupos de la oposición.

El candidato a la presidencia quiso además vender la estabilidad política que presumiblemente vivirá la región estos cuatro años como la mejor baza para atraer empresas «en un escenario mundial complicado». «Nuestra gran oportunidad tiene en la estabilidad política uno de sus principales fundamentos, y dependerá mucho de lo que seamoscapcaes de proyectar y defender desde aquí», dijo en referencia al Parlamento. Así, apeló a la «paz social»para crear empleo e hizo extenso su llamamiento al diálogo a los sindicatos, la patronal, asociaciones o las diputaciones. Porque «el acuerdo es algo absolutamente necesario e imprescindible», repitió una vez más.

EVALUAR RESULTADOS / La creación de un instituto de servicios sociales, las ampliación de las aulas para niños de dos años en los colegios, la matrícula universitaria gratuita para todos los alumnos que aprueben, seguir mejorando en materia de oposiciones, un plan estratégico de caza y pesca o medidas para que el sector turístico siga creciendo y alcance los 30.000 empleos son algunas de las medidas que Fernández Vara planteó ayer en su discurso de investidura. Además, también adelantó la creación de una Dirección General de Evaluación de las Políticas Públicas que justificó en que «la propia administración se tiene que auditar funcionalmente, y no solo económicamente», así como en avanzar en transparencia en la rendición de cuentas y de participación ciudadana. «Cuando se pone en marcha un programa, alguien tiene que comparecer luego para dar cuenta de si eso realmente ha cambiado la vida de la gente», defendió.

Respecto al paro, abogó por «dar una vuelta» al Plan de Empleo Social ya que «todos los años se presentan las mismas personas» y planteó combatir el desempleo estructural de la región con una importante inversión en formación adaptada a las necesidades de las empresas. Ahora mismo hay 90.000 desempleados y si el paro sigue descendiendo, cerca de los 70.000 «entramos de lleno en el corazón del paro estructural de esta región», alertó el socialista, que también en este asunto, abogó por el acuerdo.