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La región necesita 15 nacimientos más al día para asegurar el relevo

En Extremadura el índice de fecundidad ha caído casi la mitad en los últimos 40 años. Cada extremeña tiene ahora 1,21 hijos y para garantizar la población serían 2,1

La región necesita 15 nacimientos más al día para asegurar el relevo

El reemplazo generacional está en peligro. No nacen los suficientes bebés cada año para asegurar la estabilidad de la población. Mientras que en 1975 las mujeres extremeñas tenían de media 2,3 hijos, la tasa de fecundidad se encuentra ahora en 1,2. Se ha reducido casi la mitad en las últimas cuatro décadas. En la provincia de Badajoz se ha pasado de un índice de 2,56 al 1,24 actual; y en la de Cáceres, de 2,17 a 1,18. Y uno de los problemas de este descenso es la pérdida de población, que no hay suficiente relevo en las generaciones venideras.

Para que el reemplazo fuera posible -atendiendo solo al fenónemo demográfico de la natalidad- cada extremeña debería tener 2,1 hijos de media (es el índice de reemplazamiento considerado a nivel general, ya que representa el nivel en el cual la población puede reproducirse a sí misma). Así, para poder alcanzar esa tasa de fecundidad ideal deberían nacer cada año más bebés de los nacen ahora mismo en Extremadura. ¿Cuántos más? Alrededor de 5.000 más al año o, lo que es lo mismo, unos 15 más cada día. Eso supondría, en números absolutos, que cada anualidad vinieran al mundo alrededor de 13.000 nuevos extremeños. Pero de momento, la realidad está cada vez más lejos. Según los últimos datos del INE, durante 2018 nacieron en la comunidad poco más de 7.800 bebés, la cifra más baja de la serie histórica registrada en Extremadura.

Comparando la cifra con 40 años atrás, la caída es superior al 50%, ya que en 1975 hubo 16.287 nacimientos en Extremadura. Esta comparativa evidencia el problema demográfico que sufre no solo Extremadura, sino el conjunto de España. Y sobre esto alerta el último informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación BBVA. Titulado Evolución de la natalidad en las regiones y municipios españoles, el estudio analiza el Índice Sintético de Fecundidad, que mide el número de nacimientos y la población femenina en edad fértil (de 15 a 49 años), en base al cual ninguna provincia española tendría garantizado el relevo de su población, salvo Melilla (con una tasa de 2,35). A nivel nacional se ha pasado de una tasa de fecundidad de 2,77 en 1975 a 1,25 en 2018. El estudio también refleja la evolución de la tasa de natalidad, otro indicador más globlal que mide la proporción que representan los nacidos en un año respecto al total de habitantes de una población (la tasa de fecundidad mide el número de nacimientos por mujeres en edad fértil). En este caso, la región tampoco sale bien parada, ya que ambos indicadores son complementarios.

En los últimos 17 años la tasa de natalidad se ha reducido cerca de un 2% en la región: en Badajoz se ha pasado de 9,91 nacimientos por cada mil habitantes en el 2000 a 8,46 en el 2017; y en Cáceres, de 9,02 a 6,99. «La caída de la natalidad y la fecundidad guarda una estrecha relación con el aplazamiento de la maternidad en España. La creciente participación de la mujer en el mercado de trabajo y el elevado nivel educativo que han ido alcanzando han retrasado la decisión de ser madres a edades más avanzadas», destacan los investigadores del informe. Las mujeres extremeñas actualmente tienen su primer hijo, de media, a los 31 años. En el 2000 la edad media a la maternidad era 28 años.

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