Los extremeños compraron el año pasado más de 53,4 millones de cajetillas de tabaco, en lo que supone el primer repunte de las ventas en una década que en el sector achacan más a al control ejercido sobre el tabaco ilícito y el de contrabando, y a la mejora de la economía, que a un incremento del consumo o de la cifra de fumadores en la región. El volumen que da pie a ese incremento no es muy acusado (el incremento es del 0,3%, unas 150.000 cajetillas más que en el 2018) y esta por debajo de la media nacional (+0,53%) a la que aupa el fuerte incremento que se ha producido en otras regiones como Andalucía. En todo caso, el dato rompe la tendencia decreciente que se había iniciado en el año 2008 en todo el país. En el caso de Extremadura, ese año se registró además el pico máximo en la venta de cajetillas (110,9 millones), más del doble de las que salen actualmente de los estancos.

Sube la venta de cajetillas de tabaco y se mantiene también al alza la venta en el caso del tabaco de picadura, el que se usa para hacer los cigarrillos ‘de liar’ (el incremento es de un 1,5%, en línea con los últimos años) y también la picadura para pipas, mientas que baja la venta de lo que denominan cigarros (los puros) que han tenido un comportamiento decreciente en los últimos años, también por cambios en hábitos de consumo: frente a las 83 millones de unidades que se vendieron en el año 2013, la estadística del año pasado rebaja esa cifra un 30% hasta los 58,4 millones, según los valores del Comisionado para el Mercado de Tabacos.

LEGAL/«Lo que se ha incrementado es la tasa de consumo legal de tabaco», asevera Jorge Sánchez, que regenta un estanco en Cáceres en la céntrica plaza de Colón y apela a cambios en la normativa (como el control de trazabilidad que se ha incorporado a todas las cajetillas de tabaco y que permite conocer desde la procedencia de la hoja de tabaco hasta de venta del producto final) y a los golpes policiales contra el contrabando y el tabaco ilícito de los últimos años para justificar ese repunte.

En términos económicos, los extremeños destinaron el año pasado 11,8 billones de euros a comprar tabaco, principalmente en el formato de cajetillas (10,2 millones del total), lo que supone un repunte del 0,9% respecto al año anterior (11,7 billones).

LA MITAD/ «No se debe, en ningún caso, a que haya más fumadores porque, de hecho, si se comparan estas cifras con lo que se vendía hace diez años, ahora se vende la mitad», afirma Rocío Ingelmo, directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis. «Lo que ha pasado en 2019 es que ya se notan los efectos de que hemos salido de la crisis. El tabaco tiende a correlacionarse muy bien con el comportamiento del precio y la renta y eso supone que la gente que consumía tabaco de contrabando porque costaba menos, al mejorar su economía, ha vuelto a comprar el tabaco en el estanco. Pero en ningún caso tras ese incremento hay un aumento del consumo», argumenta. Ingelmo hace referencia a las operaciones policiales que se han ido dando a conocer en los últimos años contra el tabaco ilícito o de contrabando y recuerda los estudios de Paquetes Vacíos de Altadis que corroboran el peso que «los niveles de consumo de tabaco de contrabando han ido bajando en los últimos años», sostiene.