Han esperado dos décadas pero ayer asistieron al primer paso para iniciar la obra que permitirán transformar en regadío 1.200 hectáreas de terreno de Monterrubio de la Serena. La actuación permitirá mejorar los rendimientos de los cultivos de 300 agricultores de la zona con producciones de olivar y cultivos leñosos principalmente. Por eso, en la comunidad de regantes del Zújar ponían en valor tras la rúbrica que el inicio de la obra es «un sueño que beneficiará a un cultivo social». Su puesta en marcha «garantizará una producción constante en los cultivos de la zona», señaló el secretario de la comunidad de regantes, Antonio Hidalgo.

La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García Bernal firmó ayer el contrato que da inicio a las obras de transformación en regadío de 1.200 hectáreas en Monterrubio de la Serena.

Tras muchos años de espera, la Junta de Extremadura decidió finalmente el año pasado ejecutar el proyecto como regadío público: eso supone que la Junta aportará el 75% de la financiación del proyecto (13 millones) y el 25% (4 millones) lo paga la comunidad de regantes. Según a consejera, permitirá dar respuesta a los intereses económicos y sociales de una comarca que está afectada por una «regresión demográfica», determinada también por el bajo índice de rentabilidad de las explotaciones en secano y a la escasa mano de obra que demandan en esas condiciones. El planteamiento es que mejorando las condiciones para los cultivos, mejorará la situación en esta zona.

«Donde hay problemas demográficos tiene que haber respuestas contundentes y para esta comarca la respuesta es tramitar estos regadíos como públicos», insistió ayer la consejera, según la nota de la Junta de Extremadura. La agricultura de regadío implica «una de las medidas de desarrollo rural de más fuerte impacto territorial», añadió.

La consejera incidió en la importancia social del proyecto, recalcando que «no hay otras medidas que incidan en la vida económica, en la fijación de población y en la creación de empleo como la desarrollada por la puesta en riego de una comarca». Actuar en regadío se traduce, según dijo, «en desarrollo económico y creación de empleo».

Desarrollo

Junto al grueso de la financiación, el gobierno regional ha asumido también la redacción del proyecto de obra y las expropiaciones. La actuación permitirá habilitar el riego con goteo en una superficie de 1.200 hectáreas en las que hay ahora 717 parcelas de cultivos. La obra se ha adjudicado a la UTE Majon-Ortiz y el plazo de ejecución de las obras es de 18 meses, con lo que se espera que pueda estar en funcionamiento en dos campañas. Entre los beneficios de la nueva extensión de regadío, los agricultores destacan la posibilidad de garantizar producciones más estables y evitar «la vecería», que es un problema habitual en las producciones de olivar que alterna años de producción abundante con otros muy mermadas y que está demostrado que se puede evitar con pautas de poda y riego.

El funcionamiento previsto será a demanda del regante y con el fin de optimizar el sistema hidráulico se dispondrá de un sistema de control desde el polígono industrial de Monterrubio. El proyecto aprovechará los recursos hídricos locales con el apoyo puntual de una toma en el río Zújar; y se construirán dos balsas.