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EN ENERO APENAS SE REGISTRARON EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA 312 UNIDADES

Las matriculaciones se hunden y vuelven a niveles de marzo

Extremadura, con un 69,9%, lideró la caída nacional en ventas de turismos y todoterrenos. A las restricciones de apertura se suma la subida del impuesto de matriculación

Las matriculaciones se hunden y vuelven a niveles de marzo

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en Extremadura volvieron a hundirse en enero y con apenas 312 unidades inscritas regresaron a los niveles de marzo del 2020, cuando los concesionarios pasaron más de la mitad del mes cerrados por la declaración del estado de alarma. Entonces las ventas fueron incluso más, 333. Las severas restricciones impuestas a buena parte del sector del comercio extremeño ante el avance de la tercera oleada de la pandemia han supuesto para estos establecimientos una caída de las ventas que roza el 70%, cerca de veinte puntos porcentuales por encima del desplome que han sufrido de media en todo el país, que ha sido del 51,5%, con 41.966 unidades en total. En ninguna otra comunidad autónoma el descenso ha sido tan fuerte como en la extremeña.

Este nuevo golpe para el sector llega tras el leve respiro que trajo diciembre, cuando la matriculación creció un 13,4% respecto al mismo mes del 2019. Fue el único auge interanual que se contabilizó en todo el ejercicio, que se cerró con un decremento del 27,6%.

Los concesionarios volvieron a abrir el pasado viernes. Pueden hacerlo de diez de la mañana a dos de la tarde, con cita previa y atendiendo un solo cliente. Desde la Asociación Regional de Empresarios del Metal de Extremadura (Aspremetal) se criticó duramente el que no se incluyera a los concesionarios entre las excepciones de apertura durante las semanas anteriores ya que, se arguyó entre otras cuestiones, el riesgo de contagio en estas instalaciones, por su amplitud y limitaciones de aforo, es «mínimo». Esta medida, se aseguró, iba a ser la «puntilla» para muchos de los 110 concesionarios extremeños.

COMBUSTIBLES

Por tipo de combustible, 124 de las unidades comercializadas en la región el mes pasado eran de gasolina. Las de diésel fueron 96, prácticamente al mismo nivel que los combustibles ‘alternativos’ (eléctricos, híbridos y gas), con 92.

Covid aparte, varios factores más se han aliado para conseguir que este haya sido el peor arranque de año para las ventas de automóviles en España desde 1989, cuando comienza el actual registro mensualizado. A los efectos de la borrasca Filomena y de disponer de dos días laborables menos que en enero del 2020, se ha unido también, por un lado, la entrada en vigor del nuevo ciclo de homologación europeo de emisiones WLTP (Procedimiento Mundial Armonizado para el Ensayo de Vehículos Ligeros), que acarrea un incremento medio de precio del 5% al hacer que muchos modelos paguen un tramo más elevado del impuesto de matriculación; por otro, el fin del plan Renove, «pese a no haber consumido el 80% de los fondos», se lamentó ayer en una nota de prensa conjunta remitida por las patronales Anfac (fabricantes), Faconauto (concesionarios) y Ganvam (vendedores).

«Se puede decir que el mercado de automoción prácticamente desapareció en enero», aseveró Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, para quien «la confianza del consumidor sigue en mínimos, la recaída en la pandemia, con las consecuentes restricciones de movilidad, y el impacto de la borrasca Filomena han sido determinantes, pero a esto hay que sumar que en diciembre hubo clientes que adelantaron su compra para evitarse la subida del impuesto de matriculación».

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