Doblan turno, con jornadas que se prolongan a menudo desde primera hora de la mañana hasta última de la tarde, lo que supone recortar su tiempo de ocio o para disfrutar con la familia. Es el día a día de los 272 médicos extremeños que actualmente compaginan su actividad en la sanidad pública con la que desarrollan en el ámbito privado, ya sea trabajando en una consulta propia o haciéndolo por cuenta ajena en una clínica. ¿El motivo para este sobreesfuerzo? «Los sueldos de los médicos aquí son muy bajos. Y si no haces guardias, te cuesta casi llegar a fin de mes. No hay otra razón, porque esto supone un sacrificio enorme», responde José Javier Gómez Barrado, vocal de la sección de Medicina Privada del Colegio Oficial de Médicos de Cáceres. «España es el país de Europa donde menos cobra un médico. Con mucha diferencia. Si esto estuviera pagado como lo está en Francia o en Inglaterra, pues creo que habría menos gente compatibilizando, porque todo el mundo quiere tener las tardes libres o poder estar más con su familia», reitera.

Las especialidades más habituales son obstetricia y ginecología, traumatología, oftalmología y psiquiatría

Los médicos del SES pueden tener su consulta particular o trabajar para un centro de titularidad privada, pero deben contar con la autorización de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Hacerlo supone para ellos una rebaja salarial del 20% en el complemento específico. «Es algo tremendamente injusto que tú, por el mismo trabajo, cobres menos que otros. Es algo que nadie se explica y que se ha suprimido en la mayor parte de las comunidades autónomas», lamenta Gómez Barrado.

De acuerdo a los datos facilitados por el Servicio Extremeño de Salud (SES), estos algo más de 270 facultativos suponen un 8,5% del total de los que tiene en plantilla este organismo, que son 3.231.

Entre estos médicos hay 26 de atención primaria (17 en la provincia de Badajoz y 9 en la de Cáceres); 4 psicólogos clínicos; y 3 pediatras. Con todo, el grueso de las compatibilidades, 239 en total, corresponde a médicos especialistas de área, de los que dos tercios ejercen en la provincia de Badajoz, con 157 autorizaciones, frente a las 82 vigentes en la provincia de Cáceres. Las especialidades más habituales son cirugía ortopédica y traumatología (24); obstetricia y ginecología (22); oftalmología (20); anestesiología y reanimación (19); psiquiatría (17); y cardiología (15).

«Los sueldos de los médicos en España son muy bajos. No hay otra razón que esta para compatibilizar, porque hacerlo supone un sacrificio enorme»

José Javier Gómez Barrado - Vocal de medicina privada del Colegio de Médicos de Cáceres

«Aquí, los pacientes privados que tienen Seguridad Social y que, para evitar una lista de espera amplia, acuden a una consulta privada, son muy pocos. Eso es en zonas más ricas, aquí el noventa y pico por ciento de la actividad corresponde a las compañías aseguradoras», explica este vocal del colegio de médicos cacereño. En esta línea, el informe del 2020 sobre la situación de la sanidad privada en España elaborado por la fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad, coloca a Extremadura como la tercera comunidad autónoma con un menor gasto sanitario privado anual per cápita, con 462 euros de media en el 2019, de los que 98 provienen del aseguramiento y 364 del propio bolsillo del usuario. No obstante, en este último montante figuran tanto los servicios médicos y hospitalarios (incluidos los dentales) como los equipos terapéuticos o fármacos no costeados por la administración. Considerando también el desembolso sanitario público, Extremadura avanza hasta la cuarta posición por habitante, con 2.278 euros. En cuanto a la penetración del seguro privado, Extremadura aparece en el citado informe con un 19% de la población, el cuarto territorio donde es menor, a pesar de la relevancia que tiene en la comunidad autónoma el mutualismo administrativo. 

33 autorizaciones en el 2020

Durante el 2020, se autorizó el desempeño de la actividad privada a un total de 33 facultativos del SES: 31 especialistas, una médica de orientación y planificación familiar y una psicóloga clínica. El efecto de la pandemia hizo que la cifra de solicitudes cayese casi en un tercio, desde el medio centenar que se había contabilizado en el 2019, ya que durante el confinamiento del año pasado, como sucedió con el resto de consultas, la actividad en las privadas se suspendió y solo después fue recobrándose poco a poco. No obstante, precisa este facultativo, durante esos meses «todos seguimos recibiendo y atendiendo llamadas de pacientes». Solo más adelante se comenzó «muy tímidamente a ver a muy pocos y siempre guardando las medidas de seguridad». La pandemia también ha acelerado, indica, el uso de la telemedicina , con la implantación de la videoconsulta por parte de varias compañías aseguradoras para la revisión de resultados después de una primera consulta presencial o para resolución de dudas, entre otras atenciones.