El Carnaval de Ánimas de Villar del Pedroso ha sido la última celebración en ser declarada como Fiesta de Interés Turístico de la región, tras recibir el informe favorable de la Dirección General de Turismo en 2020.

El origen de esta fiesta, la «más singular y emblemática» de Villar del Pedroso, se remonta al siglo XVII con la creación de la Capellanía de Ánimas, primer órgano gestor del Carnaval. Cuenta la leyenda que un general se encomendó a las ánimas para ganar una batalla y prometió dedicar una fiesta si ganaba.

Surgió así un carnaval en el que la soldadesca tiene un papel muy destacado a través de batallas, procesiones, desfiles y otras tradiciones, explica la Junta de Extremadura.

Durante una semana, esta localidad cacereña, situada en el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, regresa al siglo XVII con una celebración de marcado carácter religioso y militar, que comienza el Domingo de Gallos y finaliza el Domingo de Piñatas. A lo largo de esos días, personajes como el general y la generala, el teniente y la teniente, el sargento y la sargenta, con sus vistosos trajes, adquieren un especial protagonismo.

Un ramo, una corona y un tamboril son los elementos más representativos de esta fiesta en la que participan activamente los vecinos del pueblo y que cuenta con un Centro de Interpretación en Villar del Pedroso.

El martes es el día grande del Carnaval en Villar del Pedroso. El protagonista es el Ramo de las Ánimas, formado por unas andas procesionales sobre las que se coloca un eje central con varias ramificaciones en las que van roscas de pan de anís. Todo se acompaña de ramas de olivo, cadenetas, flores, serpentinas y cintas de colores. Una pequeña bandera con la inscripción ‘Viva la fe’ culmina el ramo. 

La actividad se inicia a las cinco de la madrugada, en la puerta de la generala, donde se reúne toda la soldadesca para “vestir el Ramo”. En ese momento comienzan a sonar las campanas de la iglesia tocando a doble de difuntos y los presentes, mientras visten el Ramo, entonan canciones típicas de esta fiesta al son de los tambores

Entre salvas y olor a pólvora todo rezuma un profundo amor a esta fiesta. Comienza la procesión del Ramo que recorre las calles del pueblo hasta que, a hombros de los sargentos es introducido en la iglesia para celebrar la misa. 

Los sargentos llevan un pañuelo morado anudado a la cabeza y sus alabardas son portadas por las sargentas junto a las suyas. Al término de los oficios se inicia una marcha fúnebre hasta el cementerio para cantar el responso por los difuntos; los tamborileros abren la marcha marcando el paso a toque de tambor; les siguen los sargentos y las sargentas con las alabardas en posición invertida; en el centro marchan los generales, tenientes, bastoneros y alféreces y cierran la comitiva el sacerdote y las autoridades. Una vez en el cementerio se coloca una corona sobre la cruz central que preside el mismo y tras su bendición se procede a la absolución de los difuntos. Una vez terminado este ritual se regresa a la iglesia para desde allí ir a la casa del sacerdote y a la plaza para bailar ‘el Serengue’. Por la tarde el Ramo es conducido en procesión a hombros de los sargentos hasta la plaza del pueblo para proceder a la venta de las roscas de pan y comenzar el tradicional ofertorio. Durante el transcurso de este acto son numerosos los vecinos que se disfrazan protagonizando divertidos números de humor.

Con el Carnaval de Ánimas, Extremadura suma 58 Fiestas de Interés Turístico Regional, además de 12 de Interés Nacional y dos de Interés Internacional.