OPINIÓN

Cualquier tiempo pasado ¡Ya pasó!

Victoria Bazaga, Presidenta de Fextur

Victoria Bazaga, presidenta de Fextur

Victoria Bazaga, presidenta de Fextur / EL PERIÓDICO

Los espacios naturales bien conservados. Láminas de agua cristalina, fresca, que permiten disfrutar de baños en piscinas naturales o practicar deportes. Un cielo lleno de estrellas para contemplar.

Las localidades pequeñas, bonitas, bien conservadas, con patrimonio cultural, costumbres ancestrales, rincones de primer nivel.

El producto local llevado a la mesa por profesionales y convertido en una gran oferta gastronómica. 

Los alojamientos en edificios singulares (cortijos, secaderos, casas señoriales, casas en los árboles, pequeños hoteles rurales), sin aglomeraciones, con sabor y atención de calidad.

Una hostelería para todos los gustos dispuesta a completar la experiencia de quien nos visite, con ocio diurno y nocturno.

Un compromiso con la sostenibilidad, con la economía circular, con lo ecológico. 

Una oferta cultural extensa, variada, de nivel. Atracciones y eventos al aire libre.

Nuestros kilómetros de carretera, nuestra inexistente contaminación.

Nuestro estilo de vida, sereno, cercano, de calidad. Una responsabilidad colectiva y profesional ante el covid-19.

Este es el destino que buscan ahora los turistas nacionales e internacionales.

Esto es Extremadura .

Llevo tiempo diciendo que, de la Debilidad Virtud, que lo que hasta ahora han sido grandes obstáculos para progresar en nuestro sector, puede ahora presentarse como la oportunidad para posicionarnos como ese destino que las circunstancias vividas han creado. Un destino Verde, Seguro, Cercano, comprometido con la sostenibilidad, donde no haya contaminación ni emisiones innecesarias, con un producto gastronómico de calidad, y donde nos podamos divertir. ¡Sí, divertir!, montando a caballo, paseando y haciendo senderismo, montado en kayac, estudiando las estrellas, avistando aves, navegando por nuestras aguas, observando al toro bravo en la dehesa, asistiendo a conciertos y festivales, disfrutando del jamón, el queso, la miel, nuestro cordero o ternera, cerezas, castañas o vinos y cavas... no me cansaría de enumerar recursos para disfrutar.

Si logramos mantener nuestras empresas y trabajadores (son básicos pues nuestro KnowHow es parte de nuestra fortaleza) podremos poner en el mercado, esta Extremadura que gusta y a la que una sociedad que antepone su seguridad y la sostenibilidad a cualquier otro criterio, elegirá, si se le presenta, como destino para sus salidas cortas y frecuentes (nuevos hábitos de consumo) nuestra tierra.

Pero para llegar a esto no basta con seguir como estábamos en 2019, debemos aceptar cuanto antes que ¡cualquier tiempo pasado, ya pasó! Y es necesaria una adaptación importante, inteligente y rápida. 

Poner en valor todo lo relatado, precisa de un trabajo de certificaciones y reconocimientos que nos validen y permitan crear nuevos productos y servicios. 

Debemos empezar a formarnos y conocer a este nuevo mercado.

No podemos seguir hablando de digitalización, debemos estar ya digitalizando los procesos, digitalizando la promoción, trabajando el big data. La realidad virtual y aumentada, el internet de las cosas, la conexión, deben ser parte de nuestro modelo productivo a la mayor brevedad.

Pero no se podrá conseguir sin rescatar a las empresas, sin devolverlas lo que les pertenece por haberlas impedido trabajar. No ha habido más remedio y así lo acatamos, pero debemos ser indemnizadas y resarcidas no para enriquecimiento personal, para enriquecimiento de nuestra región. Si apostamos por una economía relacionada con la conservación y el turismo, debemos empezar a invertir en esa dirección, a exigir en Europa una Fiscalidad Verde, que premie a los que cuidamos y conservamos.

Frente a nosotros como destino, emisores de más de 8.000.000 de personas y un mercado nacional de 45 millones de potenciales turistas. ¡Es nuestro reto! ¡Eso o nada! M