Jóvenes universitarios preparados, con ambición, creativos y acostumbrados a aplicar imaginación. Este bien podría ser el perfil del trabajador más deseado por cualquier gran empresa extremeña o española. Cuatro de ellos han sido noticia la semana pasada. Es el caso de Jorge Crespo (Calatayud, Zaragoza), Raúl Algarrada (Sevilla), Ricardo Espada y Alejandro Pulido (los dos últimos de Badajoz), estudiantes del Grado en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto de la Universidad de Extremadura (UEx), resultaron ganadores del Concurso del Diseño Exterior del Tren TPH2. Todos son alumnos de segundo de carrera y tienen entre 19 y 23 años.

La historia nace cuando María José Vargas, una antigua estudiante de la UEx que trabaja actualmente en Talgo ofreció la posibilidad a los alumnos de esta titulación de crear el vinilo exterior del primer convoy híbrido que combina la tecnología del hidrógeno con la energía eléctrica. Una máquina que recibe el nombre de TPH2 (Tren de pruebas de hidrógeno). «Estos chicos lo pueden hacer muy bien», señaló Vargas.

El futuro tren Talgo con copyright extremeño. EL PERIÓDICO

El concurso al principio fue opcional, aunque después algunas asignaturas lo incluyeron como obligatorio. «Nos pareció una idea interesante y nos apuntamos. Se presentan un montón de  universitarios de gran nivel», asegura Jorge Crespo. El joven, visiblemente satisfecho, confiesa que tanto él como sus compañeros se sienten muy contentos con el resultado obtenido. «De la experiencia hemos sacado el máximo partido para nuestro desarrollo profesional y personal», apunta.

En el evento participaron 80 alumnos, divididos en 25 grupos, de los cuales cinco consiguieron llegar a la final. Su equipo se llamaba ‘Aeternum’. El croquis presentado se basaba principalmente en los conceptos de sostenibilidad, movilidad inteligente e innovación, combinando una paleta de colores, el azul eléctrico, el turquesa y el amarillo con degradados de triángulos en la locomotora, agregando diferentes grafismos, textos y efectos de neón para darle un aspecto moderno, atrevido y llamativo, así como un átomo de hidrógeno en el centro del convoy.

A ambos lados incluía unas mallas que van uniendo varias ciudades de España con otras del mundo, cuenta Crespo con orgullo a El Periódico. Los jóvenes nos reciben en su facultad de Mérida, mientras con una sonrisa posan con la maqueta.

Infraestructuras

Alejandro Pulido y Ricardo Espada son extremeños y conocen de primera mano que la comunidad sufre la falta de inversión en infraestructuras ferroviarias y que soporta los problemas de comunicación por un servicio deficiente de tren que aquí ha generado numerosos dolores de cabeza. Por eso, se sienten especialmente honrados por la oportunidad que les han dado y de «mostrarle al mundo el talento y potencial que posee la región, que no hay que buscarlo fuera».

No es para menos. El convoy del siglo XXI tiene copyright extremeño. Su ventaja, al no ser cien por cien eléctrico, es que puede llegar a lugares menos accesibles y zonas rurales. «Es genial para la comunidad al no necesitar vías electrificadas. Va a ser el tren del futuro, ya que el H2 está ganando peso en la industria, en el sector de los automóviles y las empresas apuestan muy fuerte por ello», dicen.

Con este premio, Talgo y la UEx se comprometen a fomentar el ingenio técnico y creativo entre los futuros profesionales de la ingeniería. El concurso, que arrancó el 8 de febrero, consistía en diseñar la imagen exterior de este tren de pruebas cuyas primeras circulaciones están previstas que se realicen en Don Benito a partir de noviembre. Se construirá en Madrid. «Nos ha costado 400 horas terminar el proyecto». Nunca podrían haber sido mejor empleadas.