El turismo gastronómico en la época postcovid ha sido analizado esta tarde en una mesa redonda desarrollada en la Feria Ibérica de la Alimentación (Fial) en la que han participado destacados empresarios y representantes del sector. Isabel García Vázquez, responsable técnico de la Ruta del Vino y del Cava de Ribera del Guadiana; Catalina Bustillo, directora de la empresa Cata con Cati; y Nicolás Gómez, de Restaurante Castúo de Almendrajelo, han narrado sus experiencias en primera persona durante la pandemia y han hecho sus predicciones para el futuro.
Así, Isabel García, de la Ruta del Vino y del Cava, explicó que la asociación que representa se encuentra integrada en las Rutas del Vino de España, que son un total de 32. Los datos que baraja son apabullantes, pues si en 2019 las bodegas y museos extremeños recibieron 50.000 visitas, en el 2020 fueron tan solo 8.000 los viajeros que las recorrieron. Sin embargo, no es pesimista y asegura que en 2022 se recuperará el número de visitantes y en 2023 los ingresos del sector. “Si antes de la pandemia la motivación gastronómica era importante, ahora lo es mucho más. El público valora el hacer las degustaciones al aire libre, guardando la distancia de seguridad y llevan todos un kit individual con lo que van a consumir. Además la Ruta del Vino y del Cava es una ruta transversal pues también atañe a la del queso, el jamón o el aceite, entre otras”, dijo. La experta explicó que también ofrecen una experiencia llamada ‘Vino en las tres culturas’, que se realiza en castillos o en espacios patrimoniales destacados donde se consume vino elaborado según la tradición hebrea o romana.
Por su parte, Cati Bustillo, comentó que sus comienzos profesionales estaban ligados a la comercialización, pero que poco a poco vio las posibilidades que le daba el turismo. Cata con Cati, su empresa, ofrece una experiencia completa en la que mientras se disfruta de un picnic se conocen las excelencias de los vinos y productos de la zona.
Finalmente, intervino Nicolás Gómez, de restaurante Castúo de Almendralejo, quien comentó que permaneció cerrado tres meses en los momentos más duros del confinamiento, aunque ya han retomado la actividad. “Se ha notado el bajón. El público ha cogido mucho miedo. Nuestro restaurante está muy vinculado al turismo. Ser citados en la Guía Repsol nos ha ayudado mucho. Tenemos en la actualidad mucho público por la proximidad a la autovía de la Plata”.
