Cuenta atrás para la segunda selectividad de la era covid. Justo ayer terminó el plazo de matriculación para la realización de las pruebas, que este año se celebrarán en Extremadura entre el 8 y el 10 de junio. El primer requisito y fundamental para poder presentarse es haber obtenido el título de Bachillerato. Y un año más, vuelve a reavivarse la polémica por las diferentes normativas autonómicas en ese sentido: mientras que Extremadura y otras diez comunidades autónomas permiten presentarse a selectividad con materias suspensas, en otras siete es obligatorio aprobarlo todo. 

¿Y por qué esta diferencia? En abril de 2020, once comunidades autónomas decidieron seguir las instrucciones del Ministerio de Educación, que recomendó promocionar y titular sin tener en cuenta el número de asignaturas suspensas de forma excepcional por las complicaciones ocasionadas por la pandemia. El resto de regiones, la mayoría del PP, evaluaron conforme a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), que no permite a ningún alumno pasar de curso o titular con más de dos asignaturas suspensas siempre que sean Lengua y Matemáticas.

Sin embargo, esta recomendación que el ministerio hizo se ha asentado de forma permanente a través del Real Decreto 31/2020, de medidas urgentes en el ámbito de la educación no universitaria (publicado en septiembre de 2020) y la nueva ley de educación, LOMLOE (conocida como Ley Celaá), que entrará en vigor en el próximo curso 2021/2022.  

La LOMLOE recoge la posibilidad de que, «excepcionalmente, el equipo docente pueda decidir la obtención del título de Bachiller por el alumno o alumna que haya superado todas las materias salvo una, siempre que en ella no se haya producido una inasistencia continuada y no justificada y se considere que ha alcanzado los objetivos y competencias vinculados a ese título». Por tanto, al obtener el título de Bachillerato, estos alumnos podrán presentarse a la Ebau, aún con suspensos. 

"Siempre ha sido así"

En el caso de Extremadura, la Consejería de Educación hace referencia al Real Decreto 31/2020, «que recoge el espíritu» de la Orden de 15 de abril de 2009, que regula la evaluación de Bachillerato en Extremadura. Esta orden, en su artículo 3, ya recoge la «posibilidad de decisión colegiada si hay algún alumno que no ha superado todas las materias y la junta de evaluación considera que ha alcanzado los objetivos». 

«Son las Juntas de Evaluación de los institutos y de los colegios (en el caso de los concertados), compuestas por el profesorado de esos centros, quienes deciden si algún estudiante, que tenga suspensa alguna asignatura, debido a haber alcanzado los objetivos exigibles al alumnado de Bachillerato y la madurez necesaria, puede obtener el título de esta etapa», indican fuentes del departamento que dirige Esther Gutiérrez. La consejería apunta además que «esto se hace desde siempre así», si bien «estamos hablando de casos muy excepcionales», matiza. 

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Un estudio de la Unión Sindical de Inspectores de Educación (USIE) elaborado el año pasado analizó la desigualdad entre las autonomías en este aspecto y consideró que «ahonda en la fractura ya de por sí existente en el sistema educativo». Y es que la nota que saquen los alumnos de segundo de Bachillerato será decisiva para acceder al grado que desean y esto dependerá de la nota de corte de cada facultad y centro universitario.

Así, puede darse el caso de que en una misma universidad confluyan alumnos de Madrid, Cataluña, Castilla y León, Murcia, Andalucía y País Vasco, a los que se les ha exigido aprobar todas las asignaturas para obtener el título de Bachillerato, frente al resto que permiten obtener el título aún con materias suspensas.