El mercado inmobiliario no se movió ni mucho menos a una velocidad uniforme en las principales poblaciones extremeñas durante el 2020. Después de un primer trimestre del ejercicio discreto, que ofreció cifras de transacciones muy inferiores a las del arranque del 2019, y con la mayor parte del segundo marcado por el confinamiento domiciliario, el sector comenzó a desperezarse a partir de mediados de mayo. Desde ese momento, el ritmo al que el negocio fue recuperando terreno en la región fue muy distinto en función de sobre qué localidad se ponga el foco. Las hubo, pocas, a las que le dio tiempo incluso de terminar el ejercicio con mejores números que el precedente, con Badajoz como caso más llamativo. En otras, en cambio, se cerró la anualidad con importantes descensos en las operaciones, destacando aquí especialmente la capital cacereña, que en comparación al año anterior perdió una de cada cinco operaciones de compraventa formalizadas. 

En 2020 se efectuaron en Extremadura 9.166 adquisiciones de viviendas. La cifra supuso un descenso del 5,4% respecto a las 9.686 que se habían sellado el año anterior. El grueso de las operaciones lo concentró la vivienda usada mientras que apenas 432 compraventas correspondieron a inmuebles nuevos (en 2019 habían sido 473).

Teniendo en cuenta que más de tres cuartas partes del ejercicio coincidieron con la pandemia, y que durante cerca de dos meses la reclusión fue estricta y sin actividad comercial en este sector, la caída puede parecer en su conjunto moderada (en todo el país el desplome alcanzó el 14.5%). Es a la hora de analizar cómo fue la evolución del mercado inmobiliario a nivel municipal cuando las estadísticas que ha publicado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana revelan la notable brecha que hay entre los números que presentan las poblaciones extremeñas de mayor tamaño. Llama sobre todo la atención el crecimiento que experimentó el mercado inmobiliario en la capital pacense, que fue del 10,1% en el acumulado del año (pasó de 1.691 a 1.862 compraventas ), comportamiento que contrasta sobre todo con el que se observó en la ciudad de Cáceres, donde disminuyeron un 20,2% (de 1.361 a 1.086). 

Badajoz, que completó el mejor ejercicio en una década, concentra ya una de cada cinco transacciones inmobiliarias que se cierran en la comunidad autónoma, tres puntos porcentuales más que el peso que había sumado el año anterior. Los inmuebles de segunda mano aportaron un 96,6% de las operaciones (las promociones de vivienda nueva aún en construcción al cierre del ejercicio aún no están recogidas por las estadísticas del ministerio). 

En más de la mitad de los municipios extremeños se formalizaron a lo sumo cinco compraventas de viviendas y en 25 de ellos no se cerró ninguna en todo el año

Dentro del resto de las ciudades más habitadas de la región, también en Mérida se llegó al 31 de diciembre pasado con una mejora en el volumen de las transacciones, pero mucho más ligera, del 0,45%, hasta totalizar 672. Por contra, hubo significativos descensos en Plasencia (del 8,37%, hasta 394), Almendralejo (del 10,61% hasta 337), Zafra (-24,85% y 124, respectivamente), Navalmoral de la Mata (-6,33% y 148) y Montijo (-10,22% y 123). Mejor fueron las cosas en Villanueva de la Serena, con un avance del 5,18% y 203 operaciones; Don Benito (+1,2% y 337) y Olivenza (24,21% y 118), localidad esta última en la que la tendencia al alza posiblemente estuvo también vinculada a la seguida por la cercana Badajoz.

Por otro lado, la despoblación y falta de actividad económica que padecen numerosas poblaciones extremeñas también tienen su corolario en la actividad inmobiliaria: en 195 municipios extremeños, más de la mitad del total, se formalizaron a lo sumo cinco compraventas de viviendas en 2020 y en 25 de ellos no se cerró ninguna durante todo el ejercicio, de acuerdo a las estadísticas del ministerio. 

«A partir de junio, en Badajoz el sector se movió muchísimo»

Mariano García Sardiña, director gerente de la inmobiliaria García&Márquez. SANTI GARCÍA

«Claramente, el mercado inmobiliario más fuerte en la región es la ciudad de Badajoz. Su dinamismo es desde luego muy superior al de Cáceres y eso lleva tiempo siendo así, no es una cuestión de ahora», explica Mariano García Sardiña, director gerente de la inmobiliaria García&Márquez, con agencias en ambas capitales. 

En ninguna de estas ciudades, explica, marchaban bien las ventas en el periodo anterior a la pandemia. «El mercado estaba muy espeso», señala. Entre otros factores, porque el tiempo para la toma de la decisión de compra «se estaba alargando mucho», de forma que desde que el cliente empezaba a ver pisos hasta que se cerraba la operación podían pasar meses o incluso un año. A partir de junio, en cambio, «es cierto que el sector inmobiliario en Badajoz se movió muchísimo, se vendieron algunas cosas que llevaban seis, siete y hasta diez años», en el mercado, entre ellas numerosas «parcelas con una pequeña casa».  

«Tras el confinamiento hubo un tirón fuerte tanto de las operaciones de cambio de vivienda como de compra de segunda residencia.

Mariano García Sardiña - Director gerente de la inmobiliaria García&Márquez

En la capital pacense, continúa, «tras el confinamiento hubo un tirón fuerte tanto de las operaciones de cambio de vivienda como de compra de segunda residencia. Mayo trabajamos 20 días, y ya fue un buen mes de ventas. Junio, julio y agosto, magníficos. Y el último trimestre también fue fortísimo», resume García Sardiña. 

A su juicio, esta evolución también acabará llegando en los próximos meses a la capital cacereña. «Es una ciudad a la que la pandemia le ha afectado mucho más porque tiene un componente de dependencia turística muy superior al de Badajoz. Ahí puede haber cierta explicación a que se haya visto más afectado el mercado inmobiliario», apunta. 

«La caída en Cáceres refleja su envejecimiento demográfico»

No solo Cáceres capital, también Plasencia, Navalmoral de la Mata, Coria o Trujillo experimentaron el año pasado retrocesos mayores a la media regional en la cifra de transacciones inmobiliarias. Para Francisco Marroquín, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Cáceres, estos datos son el reflejo, por un lado, del «absoluto envejecimiento y decrecimiento» demográfico que padece la provincia cacereña. Y por otro, «sobre todo» en el caso de la capital, «de que ha dejado de ser una ciudad atractiva para residir».

Francisco Marroquín, presidente del COAPI de Cáceres. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Igualmente, Marroquín apunta a que en Cáceres «se ha paralizado el índice de rotación», el ritmo al que las familias deciden cambiar de casa al cabo de los años, ya sea por circunstancias personales, económicas o profesionales (lo que no disminuye el stock, porque al tiempo que se ocupa una vivienda se deja libre otra) y que en su lugar lo que sí se ha revitalizado notablemente a partir del confinamiento ha sido el mercado de las reformas. Es decir, explica, se está optando en mucha mayor medida por arreglar la casa que ya se tenía que por buscar otra.

Por lo que respecta a la vivienda nueva destaca que la que «está saliendo al mercado ofrece muy buenas calidades y una relación calidad precio muy satisfactoria», lo que facilita que se esté vendiendo bien, pero siempre, matiza, dentro de una demanda que continúa siendo muy limitada.  

«El año pasado la demanda de vivienda fue impresionante»

Ángel Sotoca, gerente de la inmobiliaria Área 73. santi garcía

«Ha habido una demanda de vivienda impresionante, muchísima. El año fue mejor que el anterior. Es algo que no tiene fácil explicación», resalta Ángel Sotoca,  gerente de la inmobiliaria pacense Área 73, que indica que en los meses que se llevan de 2021 la marcha del mercado inmobiliario en la ciudad de Badajoz ha seguido esta misma tónica positiva. Como uno de los factores que pueden haber contribuido a esta evolución cita el de que «los alquileres están muy altos» en la ciudad, por lo que a los compradores les resulta «más cómodo» pagar una hipoteca.

«Lo que más interés despierta son los chalés con terreno, aunque es cierto que luego se venden menos porque son bastante más caros, y no todo el mundo puede acceder a este tipo de vivienda y opta por los adosados o casas con patio»

Ángel Sotoca - Gerente de la inmobiliaria Área 73

En cuanto a las preferencias de los clientes, Sotoca subraya que «todo se está vendiendo».  «Lo que más interés despierta son los chalés con terreno, aunque es cierto que luego se venden menos porque son bastante más caros, y no todo el mundo puede acceder a este tipo de vivienda y opta por los adosados o casas con patio», puntualiza. Entre los primeros, la Dehesilla de Calamón, Tres Arroyos o la urbanización Golf Guadiana están entre las zonas más solicitadas. Y a la hora de adquirir adosados, cita Las Vaguadas, la barriada de Llera, o los ubicados en la carretera de Corte de Peleas.

Es en estas categorías de vivienda que concentran una mayor demanda donde los precios «han subido algo» en los últimos meses, mientras que en el resto «no han variado mucho, están estancados, se está vendiendo prácticamente a los mismos precios que hace un año».