Continúa la polémica en torno a la escolarización de los niños de un año. Tras la manifestación del pasado viernes en Mérida, la Asociación de Centros de Educación Infantil y Guarderías de Extremadura (Aceigex) ha mantenido una reunión con el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, a quien han planteado la creación de unos «cheques-guardería» que vengan a sustituir las aulas que se pondrán en marcha, ya el próximo curso, en los colegios públicos.

El presidente de Aceigex, Juan Ruiz, explicó ayer que ninguna de las propuestas lanzadas por el colectivo ha sido bien recibida por parte de la Administración, de forma que han optado por enviar una carta abierta a la Consejería de Educación y pedir una reunión con la consejera, Esther Gutiérrez; el consejero de Economía, Rafael España, y también el presidente, Guillermo Fernández Vara.

«Si buscan la gratuidad y la universalidad de la educación tiene mucho más sentido dar a las familias los cheques guardería y que ellas elijan donde llevar a sus hijos. Sobran plazas tanto en centros públicos como privados debido al descenso de la natalidad. En caso de que la demanda superase a la oferta entonces si que se podría hablar de abrir más centros de educación infantil, pero no aulas de 2 años. Los alumnos de 0 a 3 años tienen unas necesidades educativas y asistenciales diferentes que deben de atenderse de manera individualizada en centros adaptados», explica Aceigex. 

Según el colectivo, este cheque guardería permitiría además que las emprendedoras y trabajadoras de los centros infantiles puedan mantener sus puestos de trabajo, pues asegura que con la pérdida del 20% o el 30% de los alumnos estos centros ya no son rentables. 

Opinión de los sindicatos

Quien también se mostró ayer en contra de escolarizar a los niños de uno a dos años en los colegios públicos fue el sindicato CSIF, que entiende que se trata de una decisión «precipitada y falta de garantías». La central solicitó ayer a la Junta en la comisión negociadora para el personal laboral que se retire el texto que contempla la implantación del programa experimental. 

Según CSIF, aún no se ha facilitado a las centrales sindicales información sobre la evaluación del programa aula dos, que se implantó también de forma piloto en 2018 para los niños de dos años e insiste en que para extenderlo a los niños de un año es necesario «hacer un estudio en profundidad».

Así, el sindicato aboga por retrasar su puesta en marcha al próximo curso para implantarlo «con todas las garantías». Según afirma, aún la Junta no ha informado de cuestiones como las contrataciones o si además de los Técnicos de Educación Infantil (TEI) se ha contemplado otro personal «por las peculiaridades de este alumnado de un año, como serían limpiadores y ordenanzas».

Frente a estos argumentos, el sindicato docente PIDE sí apoya la propuesta de la Junta al entender que busca «garantizar la universalidad y la gratuidad» de la educación infantil y avanzar en la calidad de una etapa educativa que considera «fundamental» para el aprendizaje del alumno.