Primero fue la vacunación por grupos de edad a través de los llamamientos telefónicos. Luego fueron llamamientos abiertos y sin cita para los rezagados o los que prefirieron pensarlo un poco más. Y ahora se ha puesto en marcha una nueva alternativa para intentar llamar la atención de aquellos que se lo siguen pensando o que en algún momento de los procesos anteriores han dicho que no, que no se ponían la vacuna contra el covid. Se trata de la búsqueda de usuarios concretos a través de los centros de salud, que ya ha comenzado en algunos puntos. «Todavía se está acudiendo mucho a los llamamientos masivos abiertos que seguimos haciendo, pero desde hace semanas también se están haciendo los llamamientos individualizados a través de los centros de salud», explicó el consejero José María Vergeles esta semana a preguntas de los periodistas. Se trata de que bien el profesional médico o de enfermería que tiene asignado cada usuario en el centro de Atención Primaria al que pertenezca llame al usuario aún sin vacunar para recordar que hay al menos dos dosis esperando para ella o él. 

Esta fórmula se espera que se potencie más en las próximas semanas ya que, como aseguró el consejero, estaban pendientes de la decisión sobre la tercera dosis, que se mantiene por ahora solo para las personas inmunodeprimidas y los mayores de residencias. «Queríamos saber a quién iba a ir dirigida para la logística de la administración de las dosis, pero una vez que tenemos esa duda despejada, ahora ya se van a poder distribuir a las zonas de salud de una forma más adecuada», precisó el consejero. Serán principalmente dosis de la vacuna de Pfizer las que se trasladen a los equipos de Atención Primaria de la región, ya que los viales de Moderna tienen un traslado más complejo. «No se pueden mover mucho porque se desnaturalizan».