Sus manos se han posado en cientos de órganos de toda la geografía. La barcelonesa Montserrat Torrent, la organista más longeva del mundo en activo, cumple hoy 96 años y los celebrará haciendo realidad uno de sus sueños: tocar el órgano en la iglesia de Santa María de la Consolación en el municipio cacereño de Garrovillas de Alconétar, donde reposa el instrumento renacentista en uso más antiguo de España; uno de los órganos con más historia de Europa y uno de los escasos en ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Su legendario vitalismo la precede. Y aunque ha estado a punto de cancelar este histórico concierto por el fallecimiento de su hermana (hace escasos días) de 94 años, Torrent explica a El Periódico Extremadura cómo hace para mantener esa destreza: «La música está presente todos los días, ya sea con ensayos, estudios y la preparación de conciertos, de forma metódica y perseverante. No pienso renunciar a mi vitalidad. Sólo mi destino o mi salud se pueden interponer a la música».

Tocar el órgano renacentista de Garrovillas no es el único sueño que mantiene activa a Torrent (Barcelona, 1926). Lleva toda una vida dedicada a la interpretación, docencia e investigación, y su deseo es «seguir, a poder ser, hasta mi último aliento».

En forma de legado habla de su trabajo con el órgano barroco de Barcelona «por el que tanto he luchado». Se ubica en la iglesia de Sant Felip Neri, «y en estos momentos está justo a la mitad de su construcción». Se inauguró en diciembre de 2021, aunque falta por completar la segunda fase, con la asistencia del Ministro de Cultura, Miquel Iceta.

Músicos de toda España viajan hoy a Garrovillas para ver tocar a Torrent

Torrent pudo estrenar ese órgano que lleva su nombre con piezas de Francisco Correa de Arauxo y Johann Sebastian Bach, del que asegura que «escribe directamente de la mano de Dios».

Gracias a este impulso con el órgano de Sant Felip Neri se ha formado una fundación «para posibilitar su terminación y salvaguardar el instrumento, organizando cursos internacionales, conciertos… y para abrir las puertas a todos los estudiantes de órgano». Un mundo en el que cada vez resulta más complicado sobrevivir.

Un impulso que ahora, después de muchos años de lucha, empieza a recibir el histórico instrumento de Garrovillas de Alconétar.

Del siglo XVI

Documentalmente la existencia de este magno instrumento se remonta a 1554. Y existe otro documento fechado en 1578 con la asignación económica de uno de los organistas de la época, que cobraba 6.000 maravedíes.

Disfrutar del instrumento que mejor encapsula el sonido original del siglo XVI resulta complicado. Cada vez hay menos organistas y resulta costoso su mantenimiento. Pero ese sonido genuino del Renacimiento volverá este Domingo de Pascua cuando la dama del órgano, pese a su sordera, interprete piezas clásicas guiada por su pasión por la música y su maestría como organista.

La concertista catalana es una de las mayores figuras del universo organístico a nivel mundial. Entre sus numerosos reconocimientos figura el Premio Nacional de Música en la modalidad de Interpretación en 2021.

Torrent quedó ensimismada cuando hace unos años escuchó el trabajo que la discográfica europea Brilliant Classics editó con un disco de música clásica grabado con el órgano de Garrovillas. El concertista italiano Francesco de Cera interpretó y grabó la obra de Correa de Arauxo, que se comercializó en ese álbum que dio a conocer el sonido original de este instrumento de casi 500 años.

De hecho, la citada iglesia de Santa María de la Consolación cumplió en 2020 el quinto centenario de su construcción, por lo que, a juicio de los expertos, es lógico asumir que órgano renacentista date de esta fecha. 

«Nos escribió diciendo que quedó arrobada por el sonido del órgano de Garrovillas y no quería abandonar este mundo sin posar sus dedos sobre ese teclado de madera», expresa Julián Barriga, miembro de la Asociación ‘Domingo Marcos Durán’, que se encarga de proteger y divulgar esta reliquia del patrimonio histórico-cultural.

El periodista extremeño Julián Barriga promueve desde su retiro en Madrid el conocimiento de esta joya musical, y está convencido de que se trata de un resorte de turismo cultural de primera magnitud. La pequeña población de Garrovillas de Alconétar (2.000 habitantes) ya nota el auge de las visitas por la popularidad de este instrumento.

Si su histórica Plaza Porticada, considerada Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional y construida entre los siglos XV y XVI, es el principal reclamo, el órgano (declarado BIC en 2020) «ha puesto en el foco a este municipio de la España vaciada».

El pasado mes de noviembre, este instrumento BIC ya se sacudió el polvo con un concierto conmemorativo del Año Jubilar de Guadalupe. Entonces, el Coro Amadeus interpretó música inédita del archivo musical del Monasterio de Guadalupe, y el órgano renacentista fue protagonista absoluto en varios momentos del concierto.

Ahora, será la leyenda catalana la que lo haga resonar. Será un sueño cumplido para celebrar su 96 cumpleaños, que provocará una afluencia de organistas de toda España a este municipio cacereño.

Homenaje nacional

Garrovillas es el pueblo natal de Domingo Marcos Durán, autor del primer tratado musical en lengua castellana en 1492. «Marcos Durán es a la música lo que Nebrija a la gramática», exclama Julián Barriga. Y este municipio se convertirá hoy en una especie de destino de peregrinación de organistas de toda España, que quieren homenajear a Torrent y disfrutar del sonido original de esta máquina del tiempo.

«Al socaire de este órgano está acudiendo mucha gente a Garrovillas. Aquí ha estado el maestro organero de Notre Dame», apunta orgulloso Barriga, que echa en falta una mayor apuesta institucional. Al concierto está confirmada la presencia de la consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura, Nuria Flores. «El presidente Vara no puede acudir y se proyectará un vídeo-mensaje».

El legendario órgano de Garrovillas de Alconétar. EL PERIÓDICO

El concierto lo organiza «una asociación cultural modesta de un pueblo de 2.000 habitantes. Es un acontecimiento que se hace con la colaboración exclusiva del ayuntamiento y de las aportaciones que hace la propia gente del pueblo».

Uno de los artífices de esta cita cultural es el organista y profesor del Conservatorio de Cáceres Miguel del Barco Díaz. Así lo expresa la propia Torrent: «Es un antiguo alumno, y me ofreció poder disfrutar de este maravilloso órgano renacentista. No lo dudé ni un instante. He podido apreciar la sonoridad, dentro de mis limitaciones, de dos grabaciones realizadas en este órgano, y a la vez conozco sus registros. He preparado un programa acorde a sus características que hace incrementar mi anhelo de ponerme a tañer sus teclas».

Si no surgió la oportunidad anteriormente, «quizás fue porque el órgano no estaba en condiciones». «Agradezco a la Asociación Cultural Domingo Marcos Durán las atenciones que han mostrado, incluso en estos momentos de dolor por la defunción de mi hermana, hacia mi persona. Desde el primer minuto han incrementado mi ilusión».

Torrent cobrará una pequeña cantidad por su actuación. «Así lo ha exigido. Una cantidad simbólica porque asevera que un organista debe hacerse valer; no puede tocar gratis». Ese pequeño caché servirá para dignificar el mundo de los organistas, en vías de extinción.

Una renovación

La nonagenaria organista supuso una renovación en el mundo del órgano cuando se convirtió en una de las pocas mujeres en un territorio de hombres. Cuestionada acerca de si la situación ha cambiado, sostiene que «las comparaciones son odiosas, pero dada mi longevidad puedo afirmar que sí ha cambiado un poco».

Aunque matiza que «no lo suficiente». «La tan reclamada paridad aún no existe. Tampoco me conformo en que tenga que haber igualdad, ¿por qué no más mujeres que hombres?».

Con 96 años recién cumplidos se muestra incombustible: está preparando un concierto en el norte de Francia y acaba de ofrecer otro en la catedral de Sevilla, aunque su gran ilusión se verá colmada hoy al hacer resonar los tubos del tiempo del órgano de Garrovillas de Alconétar.