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Alba Moreno, David Gonzalez y Paula Leon sacaron un 14 en el examen de la EBAU de 2020.SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

MEJORES EXPEDIENTES ACADÉMICOS EXTREMEÑOS

¿Qué fue de las últimas estrellas del 14 en la EBAU?

Alcanzaron el oro en la EBAU de Extremadura en 2020 y 2021 y siguen trabajando con constancia y esfuerzo. La universidad les ha dado nuevas oportunidades

Dentro del grupo de jóvenes extremeños que cursaron la etapa preuniversitaria entre mascarillas, destacaron sobre todo los que consiguieron obtener la puntuación máxima en el examen de Selectividad. Seis de estas «estrellas» de la EBAU 2020 y 2021 fueron: Paula León, Alba Molina, Celia Prados, María Fernández, Javier Rubio y Jorge Salcedo. Ellos han sido reunidos por El Periódico Extremadura para describir su nueva etapa educativa después de su éxito en bachillerato. Los seis concuerdan en que su triunfo en los años de Bachillerato fue gracias a su asiduo trabajo, a una ilusión voraz por acceder a un grado universitario y a un enorme esfuerzo que tuvo que incrementarse debido a la crisis sanitaria. 

Haber conseguido el 14, la nota máxima de la prueba de acceso a la universidad, no fue sencillo, si bien muchos de ellos ni siquiera podían creer que hubiesen sacado esa nota, como revelaron a este periódico en el momento que fueron laureados con el trofeo de bachiller. Pero para estos estudiantes el camino no terminaba ahí, sino que era el inicio de su nuevo período formativo en el que han recalcado que «no han dejado de estudiar» y han intentado «mantener una buena nota media por satisfacción personal».

A día de hoy, todos ellos cursan un grado universitario, incluso alguno está formándose en aquellas carreras que piden una nota más alta. Este es el caso de Medicina, cuya norte de corte en la Universidad de Extremadura alcanza el 13’100, y de Derecho y ADE, que para acceder a ella en la Universidad Carlos III de Madrid se necesita un 13’107. Ellos aseguran que eligieron la carrera con base en lo que les gustaba y que ese deseado ‘14’ les sirvió para cumplir sus sueños. Aunque comparten pupitre con estudiantes de todas las Comunidades Autónomas, dicen que no han percibido una notable diferencia respecto a sus compañeros y defienden que «a pesar de que se diga que en Extremadura no existe el mismo potencial en educación, hemos demostrado que estamos al mismo o más nivel que el resto».  

Cada uno de ellos ha notado un cambio importante entre la universidad y el bachillerato, creen que las asignaturas de grado son «más prácticas» y que en esos dos últimos años de instituto les habría gustado contar con materias optativas similares a las universitarias. «Bachillerato, sobre todo 2ª de bachillerato, es una batalla contrarreloj. Intentan enseñarte mucho temario en muy poco tiempo, resulta agobiante y el examen de selectividad resulta más sencillo de como lo pintan. Creo que sería necesario adaptar bachillerato, modificarlo o abordarlo de otro modo», dice uno.  

Este cambio en la orientación del estudio lo notó sin duda Paula León. La pacense que sacó el 14 en el 2020 y que se adentró en el mundo de la medicina. Ella ha hecho especial hincapié en «la diferencia en la intensidad de estudio» ya que en bachillerato dice haber estado acostumbrada a los consuetudinarios parciales que han sido sustituidos por exámenes semestrales. Pese a ello, ha sabido defender sus dos primeros años de Medicina con mucha maestría, aunque reconoce que ha cambiado un poco sus hábitos respecto a su preparación para la EBAU. «He modificado mi rutina y ahora estudio en biblioteca con mis compañeros los meses antes, esto antes para mí era impensable» dice. Su vida social no se ha visto perjudicada y sus calificaciones siguen rozando la excelencia. Cree que el secreto está en «compatibilizar las actividades de ocio con los estudios».  

Teniendo presente este término medio, Alba Molina evoluciona en su grado de Física en su ciudad natal, Badajoz. Ella se decantó por esta carrera después de haber obtenido un 14 en la prueba de selectividad de 2020. Reconoce que la Física es «dura» y asegura que existe una visible diferencia entre la enseñanza de bachillerato y la universitaria ya que en esta última «el estudio se orienta a la parte práctica y se intensifica, por lo que el trabajo tiene que ser continuo». A pesar de este cambio, ella mantiene un expediente impecable y aunque al terminar su período en el instituto estaba convencida de querer adentrarse en el mundo de la astrofísica, confiesa que ahora no lo tiene tan claro: «Llegas a la universidad y mil ramas se te presentan, todas te parecen importantes, observas día a día como la Ciencia evoluciona y siempre habrá algo nuevo que empezará a interesarte, esto hace que sea imposible tenerlo claro». 

Reconocen que llegar a la universidad supone cambios pero acabas adaptándote

Claro lo tuvo Celia Prados cuando decidió cursar Bellas Artes después de ver su 14 en la prueba EBAU de 2020. La cacereña se guió por su pasión y se matriculó en Bellas Artes en Salamanca. «La gente se espera que estudie Medicina o Derecho, pero en mi casa me apoyaron y yo no dudé en hacer lo que quería», cuenta Celia. Sigue manteniendo el mismo nivel de esfuerzo que en el instituto, cree que «las personas perfeccionistas están condenadas a pasar muchas horas trabajando». Dice estar feliz con su elección y anima a los futuros universitarios. «Siempre he pensado que suficientes obstáculos tiene uno en la vida como para ponerse más. Haz lo que te gusta, no te quedes con la espinita».  

Sus sucesores en el pódium de EBAU de 2021 desde luego que no se han quedado con ella. María Fernández cumplió su sueño de la infancia cuando consiguió el 14 en selectividad y entró en Medicina en la Universidad Complutense de Madrid. Admite que al abandonar Badajoz y llegar a la capital «ha tenido que adaptar su vida entera», pero dice «estar feliz con su carrera». Comenta que siempre se ha visto muy preparada y asume que Medicina es una carrera complicada pero que «no es un inconveniente para mantener tu vida social». Titubea al hablar de su futuro, «me ha llamado la atención desde los inicios la rama quirúrgica, pero quiero acabar y hacer prácticas de todo lo posible antes de decidir».  

La pandemia ha supuesto un impedimento en la educación que han tenido que superar

Javier Rubio Gómez, de Guareña, un 14 en la ABAU de 2021.

El joven de Guareña, Javier Rubio, tomó su decisión con firmeza al conocer que había obtenido la nota máxima en la selectividad de 2021: el doble grado de Derecho y Administración de Empresas por el itinerario bilingüe en la Universidad Carlos III de Madrid. Javier ha querido destacar la posibilidad de instruirse en aquello que le apasiona más allá de las instituciones, algo que no veía factible en bachillerato. «Puedes unirte a asociaciones de política, de derecho internacional, de idiomas», defiende que «avanzas mucho más que en bachillerato». Además de su 14, él posee la beca de excelencia de la Caixa por lo que ha recibido numerosas charlas y cursos formativos que le están orientando en su futuro. «Me encantaría dedicarme a ejercer la abogacía en el campo internacional, en la Unión Europea o en la ONU», dice. Aunque se define como un «amante de la fiesta», asegura que los estudios son su prioridad y que su mentalidad no ha cambiado respecto a bachillerato, «hay que pensar en tu futuro y tu objetivo, en «yo me veo haciendo esto» y apostar por ello».  

Jorge Salcedo, de Cáceres, un 14 en la EBAU de 2021.

Jorge Salcedo apostó por el doble grado en Derecho y Administración de Empresas tras su éxito en la EBAU de 2021. «Me decanté por el doble grado porque no veía mucha salida profesional a la Economía y porque no sabía del todo bien en qué consistirían las asignaturas de Derecho, y ahora me alegro de haberme arriesgado». Con esto, demanda que no haya materias que te adentren en la universidad y que le habría gustado tener alguna optativa en bachillerato que le enseñase en qué consistía el mundo de la abogacía. Advierte que la pandemia ha supuesto un «cambio sustancial» en la manera de orientar el estudio entre los jóvenes y dice estar orgulloso de «haber superado los baches que ha supuesto el Covid para los estudiantes» . Reconoce que sigue cuidando sus calificaciones porque le gusta «dar el máximo de sí mismo» y que «nunca ha sentido la presión de haber sacado un 14 en selectividad». Jorge insta a aquellos que estén a punto de comenzar una carrera universitaria a arriesgar y cursar un doble grado si les entran dudas: «Si no lo tienes claro, especialízate en más campos. Tardarás más tiempo en finalizar los estudios, pero acabarás tu trayectoria universitaria mucho más preparado».

Las estrellas de la EBAU pasadas siguen luchando por un futuro «brillante» de la mano del esfuerzo, la constancia y el entusiasmo.

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