El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha admitido este viernes que este verano es «el más difícil de organizar» para poder dar unas «merecidas vacaciones» al personal sanitario y al mismo tiempo asegurar la cobertura en todos los pueblos de la región, teniendo además en cuenta que muchos multiplican su población en estas fechas.
Para lograrlo el Servicio Extremeño de Salud (SES) ha recurrido mayoritariamente a las acumulaciones, un recurso que «no es la mejor opción» pero al que obliga el hecho de no disponer de una bolsa de médicos. Se ha optado por que todos los centros de salud mantengan «una unidad básica» (un médico y un enfermero) y con las acumulaciones, lo que se hace es que un facultativo asume el cupo de pacientes de otro que está de vacaciones.
No obstante, se le permite que en ese pueblo que acumule pueda atender a los pacientes en horario distinto al de la consulta de la que es titular, «y además se le paga». «Si el SES contara con médicos en las bolsas de trabajo, esa no sería la solución, sin duda», ha insistido.
Si en este sistema de acumulaciones se produjese alguna contingencia, como la baja de algún facultativo, no se descarta que el equipo de Atención Primaria «tuviese que entrar en modo de atención continuada reforzada», es decir, dedicarse a atender solo las urgencias. A su juicio, «es la solución menos mala» para que todos los pueblos tengan médico y enfermero.
