Llamamiento del Banco de Sangre de Extremadura

Extremadura impulsa la recogida de plasma para fabricar medicamentos y urge donantes

A través del proceso de aféresis, se extrae este componente sanguíneo de primera necesidad para tratar muchas patologías. El Banco de Sangre tiene tres equipos fijos en Mérida y acaba de estrenar dos móviles para desplazarse por la región

Un hombre dona plasma mediante el proceso de aféresis.

Un hombre dona plasma mediante el proceso de aféresis. / EL PERIÓDICO

Hace falta sangre para mantener la actividad asistencial en los hospitales, pero ahora también se necesita aumentar la reservas solo de plasma (uno de los tres componentes de la sangre, junto a los glóbulos rojos y las plaquetas). Para ello el Banco de Sangre de Extremadura puso en marcha el pasado noviembre un nuevo programa de donación para extraer también solo plasma destinado a la fabricación de medicamentos, los llamados hemoderivados, que solo pueden producirse con este componente humano y son esenciales para muchos pacientes. La ciencia avanza, pero aún hay cosas que no se pueden crear artificialmente y la sangre, en general, y el plasma, en concreto, es una de ellas. Este está formado por agua, sales minerales y diferentes tipos de proteínas y se utiliza para la transfusión directa a pacientes, pero sobre todo para producir los hemoderivados. 

La recogida exclusiva de plasma ya comenzó a desarrollarse en el Banco de Sangre extremeño durante la pandemia de covid-19. Se vio que los enfermos graves de coronavirus respondían bien con este tratamiento y se hizo un llamamiento especial para aquellos que habían pasado el virus. Pero ahora, más de dos años después de iniciar aquel programa, este tipo de donación toma impulso en la comunidad con otro fin bien distinto: fabricar medicamentos necesarios para tratar diversas enfermedades. 

«Existen multitud de medicamentos que se obtienen a partir de plasma humano: factores de coagulación, albúmina, inmunoglobulinas... que son necesarios para tratar diversas enfermedades como coagulopatías, inmunodeficiencias, enfermedades hepáticas, tumores... No existe a día de hoy otra forma de obtenerlos, solo gracias a la donación de este hemocomponente», explica Elena Delgado, actual responsable del Banco de Sangre de Extremadura. «Y con el plasma que habitualmente destinamos a este proceso no atendemos la demanda creciente de pacientes en nuestra comunidad. Necesitamos aumentar el volumen de plasma que recogemos de nuestros donantes», añade.

De hecho, existe un déficit general a nivel nacional de esta materia prima para la elaboración de estos fármacos, siendo necesaria adquirirla en el comercio internacional (en EEUUo Canadá, por ejemplo, donde las donaciones son remuneradas). «No somos autosuficientes para poder responder a la demanda existente en nuestra sanidad», insiste la responsable. España vive un momento crítico y todas las comunidades han establecido al menos un punto de donación para impulsar esta donación y evitar los posibles perjuicios de un desabastecimiento. 

Demanda creciente

Por ello, el objetivo inicial es que este programa se mantenga en el tiempo, ya que «la necesidad de disponer de plasma para la elaboración de estos fármacos no va a cesar». Y no solo no cesa, sino que está aumentando con el tiempo. ¿Por qué? «Por una parte, por el envejecimiento de la población, lo que aumenta las posibilidades de sufrir determinadas enfermedades; y por otra, porque hay ciertos medicamentos de los que se obtienen a partir del fraccionamiento industrial de plasma que en los últimos años han visto aumentadas sus indicaciones gracias a diversos ensayos».

La técnica de extracción del plasma sí es la misma que cuando se puso en marcha el programa para tratar a los pacientes covid: la aféresis. Al donante se le canaliza una vena y, con un poquito de anticoagulante, la sangre en vez de ir a la bolsa de recolección va a una máquina que separa la sangre de sus componentes y después retira a una bolsa solo el plasma. El resto lo devuelve al donante. «Es un procedimiento que dura entre 30 y 40 minutos y es bastante seguro. Las reacciones adversas son similares a las de donación de sangre total. Y los componentes del plasma se recuperan en el donante rápidamente, de hecho, podría volver donar plasma cada 48 horas», explica el Banco de Sangre en una carta remitida a sus usuarios habituales, para animar esta nueva forma de donar.  

Hasta ahora se disponía solo de tres equipos de aféresis en Mérida, en la sede del Banco de Sangre regional, donde se podía acudir a donar previa cita, pero desde hace unos días han comenzado a realizar también las donaciones de plasma fuera de las instalaciones de Mérida con dos nuevos equipos adquiridos recientemente. «Iremos desplazándonos por distintas localidades de nuestra comunidad para acercarnos así a los donantes», indica Delgado. Esta pasada semana han viajado al hospital de Zafra. 

La fabricación de hemoderivados

¿Qué se hace con el plasma una vez extraído? «Se envía a las industrias fraccionadoras que separan los distintos componentes presentes en él para fabricar los hemoderivados, que así se les llama a los medicamentos producidos a partir de la sangre. Dichas industrias nos devuelven a nuestra región los medicamentos fabricados a partir del plasma de los donantes extremeños», explica Delgado. 

Y una vez de vuelta, llegan a los hospitales extremeños y a las manos de los pacientes que los necesitan. Las indicaciones más conocidas: pacientes con inmunodeficiencias, déficits de coagulación como hemofilia y otras coagulopatías hereditarias, pacientes con hepatopatías, pancreatitis, grandes quemados... «Seguro que muchos conocéis a algún paciente en tratamiento con estos fármacos», se espeta en la carta remitida por el Banco de Sangre de Extremadura con la que anima a la donación de plasma (y también de sangre total) y se vuelve a hacer una llamada a la solidaridad. «Afortunadamente, en Extremadura tenemos una población muy sensibilizada y muy comprometida», concluye la responsable.