LA OPERACIÓN SE HA DESARROLLADO CON UN PROCEDIMIENTO MÍNIMAMENTE INVASIVO

Un trasplante de pulmón único en el mundo que se gestó en Extremadura

Se realizó en febrero en el Vall d’Hebron con cirugía robótica probada en la región. Los profesionales investigaron la técnica en el CCMI de Cáceres con modelos ovinos

El robot Da Vinci del CCMI con el que se formaron los cirujanos catalanes.

El robot Da Vinci del CCMI con el que se formaron los cirujanos catalanes. / EL PERIÓDICO

El hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha conseguido un nuevo hito en medicina: realizar el primer trasplante de pulmón del mundo con cirugía robótica. Supone insertar en el paciente el órgano del donante mediante una técnica mínimamente invasiva, lo que evita tener que abrir la cavidad torácica de par en par para separar las costillas, como se hace en la cirugía convencional. Este procedimiento, en cambio, solo requiere la realización de una pequeña incisión fuera del tórax, por debajo del xifoides (cartílago en el que termina el esternón) y otras de un centímetro entre las costillas, a través de las que se introducen los brazos de este aparato para intervenir al paciente. La operación se llevó a cabo el 28 de febrero y el enfermo ya ha sido dado de alta. Ha sido un éxito: «El dolor ha sido cero. Los trasplantes de pulmón son muy traumáticos pero este se ha hecho sin que yo sufriera dolor», decía este pasado lunes Xavier, el paciente trasplantado. Tiene 65 años y padece fibrosis pulmonar.

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con Extremadura? Pues que ha sido aquí donde se ha gestado esta técnica pionera en el mundo. Los cirujanos del hospital catalán se trasladaron hasta el Centro de Cirugía Mínima Invasión (CCMI) Jesús Usón de Cáceres para investigarla y probarla, utilizando el robot Da Vinci. Después, la exportaron a su centro hospitalario, para poder ponerla en práctica entre sus pacientes.

Partieron de una técnica mixta

Lo explica el director científico de esta institución cacereña, Francisco Miguel Sánchez Margallo. «Se nos planteó desde el hospital Vall d’Hebron que tenían una idea de realizar un trasplante de pulmón en un paciente humano mediante cirugía robótica. Anteriormente habían estado en contacto con un grupo del hospital Cedars-Sinai de los Ángeles (EEUU), donde la técnica la realizaban mixta, abrir entre las costillas para poder abordar la cavidad torácica y posteriormente utilizaban el robot para llevar a cabo las anastomosis, que son la unión de las arterias, de las venas y los bronquios en el trasplante», señala.

Pero estos cirujanos querían ir más allá y conseguir que la operación se llevase a cabo con cirugía robótica al completo. Lo que hicieron en Extremadura fue validar la eficacia de esta intervención con modelos ovinos. «Ellos plantearon una técnica nueva en la que se empezó a trabajar en marzo del año pasado para definir los protocolos, tardaron unos seis meses», recuerda Sánchez Margallo. Después un grupo de cirujanos torácicos del hospital barcelonés se trasladó al centro de cirugía para poner a punto el procedimiento. Hicieron un intensivo de tres días, que sirvió para testarlo en ovejas. «Finalmente se determinó la factibilidad, la seguridad y la eficacia del procedimiento quirúrgico», puntualiza el director científico del CCMI.

«La técnica tiene muchas ventajas para el paciente porque la recuperación es mejor y más rápida. Y también para el cirujano porque ofrece una mayor destreza a la hora de unir venas y arterias»

Francisco Miguel Sánchez Margallo

— DIRECTOR CIENTÍFICO DEL CCMI

El siguiente paso ha sido trasladar este tipo de operación a un hospital, con un paciente humano. «El trabajo nuestro fue acompañar a los cirujanos en poner a punto la técnica en modelos animales para que posteriormente la pudieran trasladar con garantías sobre un paciente. Básicamente respondiendo a lo que es la misión del centro de cirugía, que es incrementar la calidad asistencial que pueda haber en un hospital mediante la formación, la investigación o lo que hemos hecho aquí, acompañando al grupo de trasplante pulmonar», sostiene.

El equipo médico de l hospital Vall d’Hebron abraza a Xavier, de 65 años, el primer paciente trasplantado de pulmón con cirugía robótica.

El equipo médico de l hospital Vall d’Hebron abraza a Xavier, de 65 años, el primer paciente trasplantado de pulmón con cirugía robótica. / ZOWY VOETEN

Un doble hito

Los profesionales del Vall d’Hebron han logrado un doble hito. Por un lado, conseguir trasplantar el pulmón (solo fue uno) con cirugía robótica. Y, por otro, extraer los órganos deteriorados también con una técnica mínimamente invasiva. Los han sacado creando una vía de acceso al organismo en la parte inferior del esternón, mediante una incisión de ocho centímetros justo por encima del diafragma. Esto, también se probó en el Centro de Cirugía Mínima Invasión. «Se practicó pero con menor intensidad porque es una técnica que ya está muy estandarizada, en la cirugía pulmonar y torácica con robótica, la lobectomía (para extraer el pulmón) es una técnica que se lleva empleando desde hace tiempo», señala Sánchez. «La parte crítica del procedimiento -añade- era el trasplante, es decir, introducir el pulmón del donante en el receptor y llevar a cabo la anastomosis, la unión de nuevo de las arterias pulmonares y de los bronquios».

La utilización de la cirugía robótica en operaciones como esta supone importantes ventajas para el paciente, entre ellas la disminución del dolor: «Dolor cero», como ha confirmado el propio enfermo. «Una toracotomía (una apertura del tórax) se realiza habitualmente entre las dos costillas, que se separan para crear un espacio y poder acceder al interior de la cavidad torácica. Y luego la recuperación del paciente es lenta y muy dolorosa; solo estornudar o toser provoca dolor o incomodidad en el paciente». En cambio esta nueva técnica, al tener que realizar incisiones mucho menores, provoca menos dolor y, por tanto, reduce la utilización de fármacos para tratarlo. Además ayuda a que el paciente se recupere antes, lo que acorta también la estancia hospitalaria.

Presenta asimismo ventajas para el equipo quirúrgico: «Mayor destreza, lo que permite unir las arterias, las venas y los bronquios con una mayor precisión que la cirugía convencional porque se elimina el temblor del cirujano» señala el director científico del CCMI. Además el profesional puede operar sentado, utilizando una consola desde la que maneja los brazos del robot con una imagen tridimensional. Mientras, el paciente permanece tumbado sobre la mesa quirúrgica, dormido.

Más investigaciones

Estos programas de formación e investigación como el que se ha llevado a cabo en este caso, son comunes en el centro de cirugía. Al año pasan por aquí unos 6.000 profesionales de todo el mundo. El pasado realizaron un programa de trasplante de riñón, en el que también fue pionero España. Y se ha trasladado a otros servicios de urología tanto nacionales como internacionales. «La base de este tipo de técnicas es imparable, cada vez se ponen más a punto técnicas para cirugía transanal, del cáncer rectal, del tiroides, … Una serie de procedimientos que comienzan teniendo una fase experimental y que después se aplican en pacientes y poco a poco se va generalizando su uso en hospitales del país», agrega Sánchez.

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