Día de Europa: Galardón de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste

El premio Carlos V se convierte en un alegato en favor de la paz

António Guterres apuesta por una Europa solidaria y fuerte, «que mire hacia fuera, no encerrada en sí misma». Felipe VI reclama una respuesta «colectiva», apoyo mutuo y cohesión «con mayor fuerza y decisión»

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Como era de esperar, la guerra en Ucrania ha marcado la décimo sexta edición del Premio Europeo Carlos V, que otorga la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, y que este año ha recibido el secretario general de la ONU, António Guterres. Su discurso ha sido un alegato en favor de la paz y de una Europa «unida», la misma filosofía que ha defendido el rey Felipe VI.

En la jornada en que se celebra el Día de Europa, el monasterio de San Jerónimo de Yuste, ubicado en el municipio extremeño de Cuacos de Yuste, ha acogido el acto de entrega del galardón a un hombre que todos los que han hablado han elogiado por su defensa y trabajo por los derechos humanos y su europeísmo.

Guterres lo ha dicho claramente: «Sobre todo, necesitamos paz. En lugar de balas, necesitamos arsenales diplomáticos, negociación, mediación, conciliación, arbitraje... debemos intentarlo todo para resolver pacíficamente nuestros desencuentros».

Ha defendido que, para que la paz sea sostenible, «debe de estar basada en el respeto y la protección de los derechos humanos en su globalidad» y, para ello, ha defendido la igualdad y la justicia social. En este sentido, ha subrayado que «no puede haber paz duradera sin solidaridad», la misma que ha mostrado él concediendo una parte de los 30.000 euros del premio a una beca para estudiantes que se forman en migración, refugiados y derechos humanos y donando la otra parte a España con ACNUR, asociación que trabaja «incansablemente por los refugiados», ha destacado.

El rey entrega el premio Carlos V a Antonio Guterres.

El rey entrega el premio Carlos V a Antonio Guterres. / TONI GUDIEL

Para Guterres, en el momento actual, Europa «debe renovarse» porque «el mundo necesita una Europa fuerte, que mire hacia fuera; no una Europa encerrada en sí misma» y a esto suma la obligación de defender sin descanso «la dignidad y los derechos humanos». «Construyamos un mundo más justo, inclusivo y digno, que no deje a nadie atrás», ha dicho.

Mensaje de esperanza

Una de esas personas que no ha quedado atrás es Lana Tryhub, ucraniana de 34 años y con dos hijas, que huyó de la guerra y reside en Badajoz. El suyo ha sido un mensaje cargado de «esperanza de un futuro mejor en el seno de una Europa solidaria». Ha subrayado que millones de refugiados en el mundo pueden tener esperanza gracias a los mecanismos internacionales de solidaridad y, por eso, ha agradecido a Guterres su lucha: «Gracias por demostrarnos que la esperanza es parte de la vida».

También ha agradecido a todos los países su apoyo y ayuda y ha terminado su discurso subrayando: «Juntos con nosotros, definitivamente conseguiremos la paz. ¡Gloria a Ucrania, gloria a los héroes!».

Lo ha pronunciado en un casi perfecto español y en ucraniano y ha logrado que los cientos de invitados al acto se pusieran en pie para aplaudirla.

No en vano, ella es la imagen de la cara y la cruz de la Europa actual, de la guerra y de la solidaridad, en su caso la española y la extremeña. Esa que también ha resaltado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Para Vara, «esta tierra no se entiende sin la migración, es una región solidaria». Y precisamente ha recordado el reciente hallazgo en el Turuñuelo para subrayar que «Europa es una tierra que ha sido habitada por distintas civilizaciones y debe ser una región solidaria con los que llegan porque su esencia es esa. Sigamos haciendo de Europa el mejor lugar para vivir», ha pedido.

¿Cómo? Con los valores que ha destacado de Guterres, los de la defensa del diálogo, de la solidaridad, del multilateranismo y de la cooperación transfronteriza. «Europa unida nació como un proyecto de paz y nos ha demostrado que es nuestro camino, el único que nos puede llevar hacia el futuro». Según Vara, la guerra «toca la línea de flotación de Europa y de todo el mundo y está situando a cada uno en la encrucijada histórica de elegir camino para decidir el futuro, por eso, Extremadura no puede fallarle a Europa».

También ha destacado el puente extremeño y portugués con Iberoamérica, un nexo que también ha defendido el rey Felipe VI, quien ha subrayado que el hecho de que España asuma la presidencia del Consejo de la UE en julio es «una gran oportunidad para que nuestro país impulse la relación entre la UE e Iberoamérica».

Pero mientras se teje esa unión, el rey ha señalado que los problemas actuales «exigen reformas sustanciales» y una «respuesta colectiva porque la UE no se puede entender sin la solidaridad de la totalidad de sus Estados miembros y de todos los ciudadanos europeos». Así, ha abogado por «reafirmarse y cohesionarse aún con mayor fuerza y decisión».

La misma cohesión que según el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo, ha defendido siempre Guterres, al que ha elogiado alternando el español en unos momentos con el portugués, en otros y del que ha dicho que siempre ha estado «al servicio de las personas».

El rey ha despedido el acto recordando que: «Europa soñó su mejor destino y lo hizo realidad, sigamos haciéndolo realidad». 

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