Quinto día de campaña

Unidas por Extremadura ondea la bandera del feminismo

La candidata a la Junta Irene de Miguel reivindica la presencia de mujeres con mirada feminista en las instituciones y azuza el miedo contra Vox. Fue en un acto en Badajoz en el que la eurodiputada extremeña María Eugenia Rodriguez Palop destacó que el liderazgo femenino es mucho más transformador: “por eso tenemos que estar en lugares visibles”

Erika Cadenas, María Eugenia Rodríguez Palop, Irene de Miguel, Mavi Mata y Nerea Fernández, ayer en una acto de Unidas por Extremadura, en Badajoz.

Erika Cadenas, María Eugenia Rodríguez Palop, Irene de Miguel, Mavi Mata y Nerea Fernández, ayer en una acto de Unidas por Extremadura, en Badajoz. / Santiago García Villegas

En tiempos de sacar banderas, la candidata de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, se acompañó ayer en Badajoz de un plantel de mujeres para ondear la enseña feminista y azuzar el miedo ante lo que dicen las encuestas, que entra Vox en el parlamento regional. “Tenemos que evitar que el 28 de mayo entren ideas reaccionarias para llevarnos décadas atrás”, aseguró.

Frente a eso están las políticas feministas. “Es muy importante que haya mujeres en los espacios de decisión, pero más importante todavía es que sean mujeres feministas”. Mujeres, dijo, con mirada y conciencia feminista para hacer políticas feministas, “que son esas que realmente cambian las cosas”. Y se acordó de la candidata del PP de Madrid, Díaz Ayuso, que para eso estamos en campaña: “es una mujer que ha llegado al poder, sí, pero un pato del Manzanares haría lo mismo que ella, nada”.

Las candidatas extremeñas del partido morado junto a la eurodiputada, ayer en Badajoz.

Las candidatas extremeñas del partido morado junto a la eurodiputada, ayer en Badajoz.

La líder regional se arropó ayer de las candidatas del partido morado en Badajoz, Erika Cadenas, y Plasencia, Mavi Mata, y de la número 2 a la Asamblea por Cáceres, Nerea Fernández, que contaron sus experiencias políticas en un acto en el parque junto al Guadiana al que llamaron ‘Mujeres valientes para gobernar’. Pero también tiró de líder feminista internacional para alzar la voz lo máximo posible. Le acompañó por primera vez en esta campaña la eurodiputada extremeña María Eugenia Rodríguez Palop. 

La política de la alegría

La llerenense fue directa y apeló a la emoción: “el feminismo tiene que ser la política de la alegría; sé que el miedo y la rabia también generan movimientos y cambios, pero son muy reactivos, tienen efectos colaterales y nos convierten en personas tristes. Y los poderosos nos quieren tristes, por eso tenemos que poner en el centro la alegría, porque es la resistencia de los vulnerables y no nos reímos porque seamos ingenuos o inocentes, sino porque las risas nos hacen libres”, dijo antes de darle paso final a De Miguel, a quien ve como mínimo de vicepresidenta en la próxima Junta de Extremadura. “Ha crecido mucho, va a entrar en el gobierno y lo va a cambiar todo”, espetó.

A la candidata regional de Unidas no le costó rodearse de lideresas municipales, porque asegura que su partido es el que más candidatas tiene. “Apostamos por las mujeres para gobernar y eso marca la diferencia”. Dice que ellas, desde el feminismo, son capaces de darle la vuelta a todo. Y contó algunas de esas políticas con mirada feminista que ansía poner en marcha en un nuevo gobierno regional: el teletrabajo tanto en las instituciones como en las empresas para que las familias puedan conciliar y también descarbonizar la economía; el aborto en los hospitales públicos; o una mayor educación afectivo-sexual en las escuelas “para disminuir la incidencia de enfermedades de transmisión sexual, pero también para que se identifique lo que es el abuso”. Para la candidata de Unidas, políticas feministas son hablar también de los derechos sexuales y reproductivos, del parto respetado y no medicalizado, de la investigación de enfermedades que sufren las mujeres y no son investigadas, de proteger un campo en manos de pequeños agricultores y ganaderos frente a los fondos de inversión o de tener una movilidad sostenible y del siglo XXI, con “horarios de autobuses útiles y un red ferroviaria que vertebre la región, no que solo nos lleve de Badajoz a Madrid”, explicó De Miguel.

25 de marzo, fiesta regional

Y por supuesto, añadió, no hacer las cosas “por cojones”. Y en este punto de su discurso se acordó del expresidente Rodríguez Ibarra que, como él mismo ha contado, “declaró el 8 de septiembre día festivo en Extremadura ‘por una cacicada mía’”, le imitó la candidata, que si gobierna cambiará la fiesta regional: “no queremos más caciques, cuando Unidas por Extremadura llegue al gobierno, el 25 de marzo va a ser festivo en Extremadura porque tenemos una deuda histórica con el movimiento jornalero”.

Pero ante todo la política feminista es también prestar especial atención a los cuidados sin los que la sociedad “se caería”: “Tenemos que garantizar que los cuidados se asuman también desde lo público y que no estén en manos de mujeres precarizadas o empobrecidas”, dijo.

Los cuidados fue uno de los temas que centró el acto de las mujeres de izquierdas anoche en la margen derecha del río. Y no solo los cuidados físicos y materiales. “Nosotras también cuidamos los vínculos, los afectos, los tejidos que nos unen y somos las grandes defensoras de la política de la memoria”, destacó Rodríguez Palop, quien afeó a Vox querer adueñarse de la reivindicación de la familia en uno de sus vídeos electorales. “No se lo piensa dejar porque todos aquí tenemos familias, tenemos vínculos y no somos personas desarraigadas, al revés, las feministas somos las grandes políticas de la localización, del arraigo y del apego. Nosotros tenemos una deuda de vínculos con todas las personas que nos han cuidado y esa política tiene que ser nuestra, no de Vox, que no cuida a nadie”. De nuevo, arrancó aplausos. El foro era reducido en el hornabeque del puente de Palmas, pero las sillas se quedaron cortas y hubo público que se quedó de pie. La mayoría, eso sí, mujeres.

La eurodiputada, doctora en Derecho y vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género en el Parlamento Europeo, dio una lección de feminismo y contó que ha tenido la suerte de vivir una legislatura muy importante. “Antes de llegar yo, las calles se llenaron de un movimiento feminista que lo cambió todo y eso nos dio mucho impulso”. Avanzó que van a lograr que se ratifique el convenio de Estambul, el único instrumento en Europa para luchar contras las violencias contra las mujeres “pese al envite de las derechas extremadas en algunos países”.

Y volviendo a los cuidados, habló de una directiva de transparencia salarial, "que por cierto ha mirado con mucha atención los decretos del gobierno de España”, y que intenta abordar la brecha salarial de género, que en Europa es del 14% y luego se traduce en una brecha de pensiones del 30%: “o sea que nuestras abuelas son más pobres que nuestros abuelos porque se han dedicado a cuidar”. Y frente a eso está en marcha una estrategia europea de cuidados. “Porque hay 7,7 millones de mujeres en la UE que han dejado el mercado laboral por cuidar frente a medio millón de varones. Y hay 8,9 millones que trabajan a tiempo parcial precarizadas por cuidar frente a 560.000 varones. Las cifras hablan por sí solas: faltan varones e instituciones, hay que repartir los cuidados y responsabilizarse de los cuidados. Porque además es muy educativo y pedagógico. Si los hombres se dedicarán a cuidar serían menos psicópatas de lo que son”, lanzó. La eurodiputada insistió en que las mujeres, “precisamente porque hemos aprendido a cuidar, tenemos un liderazgo mucho más transformador y es el que este mundo necesita. Y por eso tenemos que estar en lugares visibles para poder hacer pedagogía, transformar y enseñar”.

El colapso de los valores masculinos

Y además de la política de los cuidados, aseguró que es también muy feminista la ecodependencia, o lo que es lo mismo, “saber que dependemos de fuentes energéticas y recursos naturales que tenemos que proteger, porque el colapso civilizatorio que estamos viviendo con esto que llaman el cambio climático es también el colapso de los valores masculinos y masculinizantes asociados al crecimiento infinito, al individualismo, al egoísmo, al ombliguismo. Por eso creo que las políticas feministas son también un giro muy necesario para articular esa transición ecológica y hacerlo de buenas maneras, porque somos las grandes defensoras ambientales en todo el mundo”, defendió.

La extremeña dio toda una clase magistral ante la atenta mirada de sus compañeras de partido y terminó hablando de la política del cuerpo frente a la de los muros: “de una política que pone en el centro las necesidades materiales y afectivas y que no estigmatiza la dependencia, ni al necesitado, que es consciente de que todos somos personas necesitadas y nos necesitamos unos a otros en todos los momentos de nuestra vida”.

A su juicio, las ciudades lideradas por mujeres, con mirada feminista, son más participativas, democráticas y cohesionadas, con más políticas sociales, más servicios públicos y más autonomía. Y de todo eso hablaron también las candidatas locales que aspiran a aumentar su presencia en sus ayuntamientos para ondear esa bandera del feminismo que ondeó ayer durante un par de horas junto al Guadiana en el acto de Badajoz.

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