antes del inicio de las obras del regadío

La Unión pide saber qué pasa con el agua en Tierra de Barros

Exigen conocer la disponibilidad real de este recurso

Imagen de archivo de un regadío.

Imagen de archivo de un regadío. / Europa Press

Europa Press

La Unión Extremadura pidió este lunes que se aclare la disponibilidad de agua para riego antes del inicio de las obras del regadío en Tierra de Barros. Para ello, esta organización exige una «reunión urgente» en la que participen la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, la Junta, organizaciones agrarias y la Comunidad de Regantes de Tierra de Barros. La Unión informa de que el proyecto de regadío de Tierra de Barros, que tiene previsto finalizar las obras e iniciar los riegos en el año 2026, debería comenzar el inicio de las mismas esta campaña para cumplir tanto los objetivos de finalización como la ejecución presupuestaria.

No obstante, señalan que el desarrollo del proyecto «está paralizado» desde principios de año debido a «varias circunstancias», como son la «duda de autorización de plantación de cultivos permanentes en las más de 1.800 hectáreas de zona Zepa que afecta a la zona propuesta para riego».

En esta línea, La Unión recuerda algunas cifras relativas a esta iniciativa, como que afecta a más de 15.100 hectáreas de superficie, principalmente cultivadas de olivar y viña, con más de 1.200 regantes y una inversión superior a los 250 millones de euros, con una dotación de agua para riego aprobada de 43,38 hectómetros cúbicos, que se abastecerán principalmente del pantano de Alange y, en menor medida, del pantano de Villalba de los Barros.

El «escollo»

Precisamente, apunta La Unión en una nota de prensa, en el abastecimiento del agua para riego es donde tiene este proyecto su «principal escollo», ya que, según datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Guadiana a fecha de 7 de agosto, la principal presa de abastecimiento que es la de Alange se encuentra al 12,1% de su capacidad, casi un 3% menos que el año pasado, «sin haber cogido agua para riego, solo para el suministro de agua potable a las poblaciones cercanas».

En este sentido, La Unión se muestra a favor de la implantación de regadíos, ya que los mismos generan «riqueza y actividad económica» y añaden que, tanto el año pasado como este, si tanto las viñas como los olivares hubiesen tenido un riego de apoyo, las cosechas hubiesen sido «mucho más importantes y de mejor calidad».

No obstante, y antes de acometer las obras y que los futuros regantes se embarquen en unas «inversiones millonarias como las previstas», La Unión considera necesario que las administraciones, tanto regionales como estatales, ofrezcan una «garantía a medio plazo» de suministro de agua para riego.