aniversario de la conexión de la planta

La unidad II de Almaraz cumple los 40

El 8 de octubre de 1983 se acopló por vez primera a la red el segundo reactor de la instalación nuclear extremeña

Cada año, genera el equivalente al consumo de todos los hogares existentes en Madrid y Barcelona

Panorámica de la Central Nuclear de Almaraz en plena construcción, con el edificio del segundo de sus reactores al fondo de la imagen.

Panorámica de la Central Nuclear de Almaraz en plena construcción, con el edificio del segundo de sus reactores al fondo de la imagen.

Redacción

El 8 de octubre de 1983, hoy hace justo cuarenta años, la unidad II de la Central Nuclear de Almaraz vertió a la red eléctrica su primer kilovatio-hora. Durante sus 40 años de operación, este reactor ha sobrepasado los 300 millones de megavatios hora (MWh) generados, siendo una de las instalaciones que más energía eléctrica han producido en España en toda su historia. Cubre más del 3% de la demanda eléctrica anual del país, y genera cada año el equivalente al consumo de 2 millones de hogares. Son aproximadamente todos los que hay sumando las dos ciudades más pobladas de España, Madrid y Barcelona. 

Las obras de las instalaciones que albergarían el segundo reactor de la planta nuclear cacereña habían comenzado una década antes, en septiembre de 1973 y, una vez acabadas, el 15 de junio de 1983 el Ministerio de Industria concedió el permiso de explotación provisional para la planta. La primera reacción de fisión en su reactor tuvo lugar el 29 de septiembre, dando comienzo así al periodo de pruebas necesario antes del acoplamiento a la red si bien no fue  hasta el 1 de julio de 1984 cuando comenzó la operación comercial de esta unidad (algo que la I había hecho diez meses antes).

Teniendo en cuenta sus dos unidades, la central nuclear de Almaraz es, actualmente, la más productiva del país. Aporta el 7% de la producción eléctrica nacional «contribuyendo de forma significativa a garantizar el suministro eléctrico nacional, abaratar el coste de producción de MWh y reducir las emisiones a la atmósfera de los gases de efecto invernadero», apuntan fuentes del sector nuclear.

Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del Gobierno, acude a inaugur la CNA en 1981. En la imagen, recorrido de las autoridades por la sala de turbinas el 30 de marzo.

Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del Gobierno, acude a inaugur la CNA en 1981. En la imagen, recorrido de las autoridades por la sala de turbinas el 30 de marzo. / BRAVO H.

Propiedad de Iberdrola (52,7%); Endesa (36%); y Naturgy (11,3%), el pasado 19 de mayo la producción acumulada por esta central desde el inicio de su operación comercial alcanzó los 600 millones de MWh. Se trata de un hito histórico que la sitúa como la de mayor aportación al sistema eléctrico nacional. Con una producción media anual superior a los 16 millones de MWh en el último decenio, aporta el 7% de la demanda eléctrica anual de toda España, que viene a representar el consumo anual de más de 4 millones de hogares. Cuenta con un factor de carga global cercano al 90%. Esta variable relaciona la energía eléctrica bruta producida por una instalación en un periodo determinado con su capacidad teórica (la que le da su potencia reconocida o nominal). Este indicador es especialmente elevado en la tecnología nuclear, ya que estas instalaciones suelen funcionar de forma ininterrumpida excepto en los intervalos que se desconectan de la red para recargar combustible.

Fuente de empleo

Desde que se conectó a la red eléctrica, la central emplea de forma directa y estable a más de 800 trabajadores en su área de influencia y los empleos que proporciona llegan a los 2.900 si se incluyen los de carácter indirecto. A ellos hay que añadir 1.200 más de empresas especializadas, la mayoría contratados en los municipios cercanos, que trabajan en la central durante las paradas para recarga de combustible. Estas tienen lugar en intervalos de 18 meses en cada reactor, y se extienden alrededor de 30 días. El impacto económico en términos de ingresos de las administraciones locales ascienden a unos 100 millones de euros. Asimismo, la central cuenta con 16 convenios de colaboración con instituciones y asociaciones educativas, sociales y culturales del entorno.

En los 10 últimos años, se han llevado a cabo en la instalación cacereña inversiones que superan los 400 millones de euros en mejoras de la seguridad, modernización de equipos y cumplimiento con los nuevos requisitos regulatorios. «Cuenta con un riguroso sistema de control basado en evaluaciones externas y auditorías de instituciones españolas e internacionales, que hacen de la central de Almaraz una instalación «de referencia mundial, puntera tecnológicamente, segura y fiable», subrayan las mencionadas fuentes.

La autorización de explotación de la unidad I acaba el 1 de noviembre de 2027. Su desconexión es la primera dentro del calendario de cierres previsto para el parque nuclear español. La clausura de la II llegaría el 31 de octubre de 2028. 

El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, advirtió recientemente de que renunciar ahora a las centrales españolas es «entre quimérico, por un lado, y un poco tonto», por otro, porque su aportación constante de energía, su seguridad y la potencia internacional de la industria nuclear del país la hacen complementaria con las renovables, sobre todo mientras la eólica y solar carezcan de capacidad de almacenamiento, informa Europa Press.

El presidente de la patronal del sector nuclear español indicó que «Cuanto más nos vamos acercando a esa fecha, hay más voces diciendo ‘Oiga: ¿No se lo pueden pensar un poco más?», al tiempo que pidió al menos posponer el cierre hasta que las renovables se desarrollen más (sobre todo en almacenaje), haya más interconexión con Europa y exista una red más mallada con pequeños centros de producción. Comparó renunciar a las nucleares con tirarse de un avión sin paracaídas.

Araluce pidió complementarse con las renovables e ironizó al destacar la aportación de la nuclear: «Es muy aburrida, de tal forma que está todos los días produciendo, y normalmente está siempre al 100% de potencia».

 Eso sí, desde esta entidad se ha venido recalcando que, si el Gobierno de España reconsiderase ese calendario, la industria nuclear española se pondría a su disposición para analizar las condiciones que se propusiesen. En este sentido, inciden en que es esencial garantizar la viabilidad del parque nuclear español durante todo el tiempo que esté operativo, reduciendo lo que se considera una excesiva presión fiscal sobre estas instalaciones.