El alza en la utilización de estos potentes analgésicos

«No son medicamentos de ‘usar y tirar’»

Uno de cada seis españoles de 15 a 64 años reconoce haber consumido analgésicos opioides con o sin receta en alguna ocasión

«No son medicamentos de ‘usar y tirar’»

«No son medicamentos de ‘usar y tirar’» / El Periódico

«No me parece que lo que haya sea alarmismo. El problema con los opiáceos es que provocan adicción. Estos no son medicamentos de ‘usar y tirar’, como el ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno, que no producen adicción», apunta Juan Gérvas, médico rural jubilado y exprofesor de salud pública en la Universidad Johns Hopkins (EEUU). Con los opiáceos, continúa, sucede «al revés». «En general producen adicción, así que lo que es esperable, si el incremento prosigue, es que tengamos un problema de salud pública en el que el exceso de uso termine provocando mortalidad ‘per se’», pronostica.

El 15,8% de la población de España de 15 a 64 años reconoce haber consumido analgésicos opioides con o sin receta en alguna ocasión, de acuerdo a la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES) de 2022 elaborada por el Ministerio de Sanidad. El consumo de estas sustancias está más extendido entre las mujeres que entre los hombres, aumentando en ambos grupos su prevalencia a medida que lo hace la edad, tanto para el tramo temporal de alguna vez en la vida como en el de los últimos 30 días.

El consumo de estas sustancias está más extendido en mujeres que en hombres y crece conforme lo hace la edad

Ocho de cada diez personas que los han tomado indican que, en términos generales, siguen con exactitud las indicaciones del médico sobre su consumo (81,9%). «La adicción a analgésicos opioides es una enfermedad crónica en sí misma», que se origina cuando quien usa el medicamento lo hace «por otros motivos que no sean los indicados por su médico o cuando no puede controlar el impulso de tomar el fármaco, aumentando por su cuenta la dosis indicada», precisa Mara Sempere, coordinadora del grupo de utilización de fármacos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).

Sin receta

Únicamente un 1,5% los han ingerido alguna vez en la vida sin prescripción médica. Con todo, a mediados de esta misma semana, Andreu Cueva, anestesista del Hospital Vithas Valencia Consuelo, advirtió de que, «en un par de años», España «podría enfrentarse a un problema serio con el fentanilo» debido a su «alta toxicidad», a que es «tremendamente barato» de producir, se puede fabricar en cualquier parte y reporta un beneficio «astronómico» a los narcotraficantes. «Si por un kilogramo de cocaína sacan unos 50.000 euros aproximadamente, hablamos de que por un kilo de fentanilo pueden sacar en torno a un millón de euros», esgrimió durante una charla, informa Europa Press.

Junto a esto, este anestesista incidió en que «es muy fácil alcanzar la dosis tóxica del fentanilo, puesto que, con apenas un miligramo, se puede matar a una persona». Un aspecto que es lo que explica «la gran cantidad de muertes que está teniendo Estados Unidos por esta causa. Porque se realiza enseguida una sobredosis». Aunque España «tiene muchos mecanismos» para que no se dé una situación similar a la que se está viviendo EEUU, ya que la dispensación de opioides de manera legal «está muy controlada», la expansión del fentanilo como droga recreativa «va a ser muy difícil de controlar», dijo.

El de las adicciones no es el único riesgo que comporta el abuso de estos fármacos. Según detalla Mara Sempere, también puede producir efectos adversos gastrointestinales, respiratorios, y cognitivos o trastornos del sueño. A largo plazo, las posibles complicaciones médicas incluyen alteraciones neuroendocrinas (hipogonadismo, amenorrea o disfunción eréctil), apnea del sueño, alteraciones cognitivas (memoria, concentración, razonamiento y función ejecutiva), caídas y fracturas, inmunosupresión e infecciones.