Crónica de las protestas del sector agrario: las cuatro horas en las que se colapsó Extremadura

Finalmente, no se vio a las abejas salir de sus colmenas, como había amenazado el día previo el presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, si actuaban los antidisturbios, pero la fachada de la Subdelegación del Gobierno en Cáceres no se libró de recibir el impacto de varias docenas de huevos. Fue allí donde acabó ayer, en torno a las dos de la tarde, la protesta de varios centenares de agricultores (600, según los convocantes), que durante la mañana cortaron varios de los principales accesos a la capital cacereña sin que se registraran incidentes.

También frente a la subdelegación, en la avenida Virgen de la Montaña, se derramaron varios botes de miel, procedente de Argentina, Uruguay y Ucrania, y se lanzó aire el contenido de varias bolsas de judías verdes importadas de Marruecos. Un gesto para denunciar lo que consideran que es competencia desleal por parte de terceros países, que es una de las principales quejas que ha sacado al sector agrario a las calles desde hace dos semanas. Unas protestas que también se desarrollaron ayer en Badajoz o Plasencia, entre otros puntos de la región.  

A partir de las diez y media de la mañana, agricultores, ganaderos y apicultores, muchos de estos últimos provistos de sus trajes de trabajo y de sus ahumadores, se concentraron en las rotondas que dan acceso a la capital cacereña desde la N-630 (glorieta del V Centenario), la N-521 (la del centro comercial Carrefour), Miajadas y Casar de Cáceres. Cuatro de las siete ubicaciones para las que en principio tenían autorización. Desde ellas se desplazaron posteriormente, junto a varias decenas de camiones, hasta el centro de la ciudad.

El responsable de Asaja Extremadura agradeció al alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, que «nos ha permitido movernos libremente. No va a ser sancionado ningún agricultor ni ganadero por motivo de tráfico, a diferencia del cacique que existe en la ciudad de Mérida, que parece ser que va en contra de cualquier movimiento democrático como el que tenemos hoy [por ayer]».

Con relación a los motivos de la protesta, adujo que «Europa está matando la agricultura, jóvenes hay muy pocos», algo que atribuyó «a la competencia desleal» de otros países. Asimismo, aseguró que Europa está haciendo «inviable cualquier tipo de producción agraria», al establecer «unos ecorregímenes imposibles de cumplir».

Criticó igualmente el viaje que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez emprendió ayer a Marruecos, «para favorecer los intercambios comerciales con nuestro país», dándole de esta forma «un zasca a los agricultores». De la misma forma, quiso «avisar» también a la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, que «hace seis meses prometió que iba a reducir las zonas Zepa en Extremadura» y «de momento no ha hecho nada» por lo que le pidió que se «ponga las pilas».

La movilización de ayer «es un paso más» en un proceso que «culminará el día 26 en Madrid» y que es fruto «de la inquietud y del cabreo que tiene todo el sector», aseguró por su parte José Cruz, secretario de Acción Sindical y Agricultura de UPA-UCE, la otra organización agraria convocante. «Queremos una agricultura profesional, familiar, ligada a la tierra y con derecho a seguir creciendo», arguyó. En este sentido, las obligaciones que quiere imponer Europa al sector supondrían «ahogar» a las explotaciones agrícolas y ganaderas. «Todo lo que viene de fuera no tiene la trazabilidad, la seguridad alimentaria y, sobre todo, el respeto a la naturaleza y al medioambiente», que ofrecen los productos agroalimentarios españoles, incidió. «Estamos pidiendo a las distintas administraciones que se sienten de verdad para modificar todos esos reglamentos que solo sirven para burocracia y enredar en papeles a todos los agricultores y ganaderos», remachó. 

Fotogalería | Las protestas del campo en Cáceres, en imágenes

Ver galería

«El sector se muere»

«El sector se muere. El año pasado fue el peor de los últimos 30», resumió Paulino Marcos, presidente de la Asociación Cacereña de Apicultores y responsable del sector apícola de Asaja Cáceres. «Se juntaron varias cosas», detalló. A una caída «del 80%» en la cosecha en comparación a una habitual, se unió que los insumos se encarecieron entre un 30% y un 100%. Y pese a la caída de la producción, en «la poca miel que cosechamos hemos tenido una depreciación en el mercado del 30%». Eso si se consigue vender, ya que estos profesionales tienen que hacer frente a la importación masiva de producción de otros países, fundamentalmente de China, a muy bajos precios y con una dudosa calidad. Una miel que luego se mezcla con un mínimo porcentaje de la de origen español solo a efectos de poder incluirla en el etiquetado. «Pedimos simplemente que no se mezclen las mieles, que lo que sea de China, lo ponga en el tarro y el ciudadano se dé cuenta de qué es lo que está consumiendo».

«Medidas de carácter urgente antes de que desaparezcan miles de explotaciones». Es el reclamo, y así lo llevaron ayer a la calle en Badajoz para volver a visibilizar la protesta del sector primario, esta vez de la mano de las organizaciones agrarias. Así, un centenar de agricultores y ganaderos se dieron cita este miércoles en la capital pacense, concretamente en la sede de la Consejería de Agricultura, de la mano de UPA-UCE Extremadura y Asaja Extremadura, para continuar con las manifestaciones y concentraciones, que salpican a toda Extremadura.

En esta ocasión los participantes tiraron patatas, lentejas, garbanzos o judías procedentes de terceros países en la calzada para denunciar «que no se pueden hacer acuerdos que perjudican a los profesionales españoles», según subrayó el secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas. Posteriormente, la Policía Nacional pidió que se recogiesen estos productos de cara a garantizar la seguridad del tráfico.

Huertas enfatizó que, aunque «han tenido algunas propuestas concretas encima de la mesa, todavía se está muy lejos de atender todos los problemas del campo». «Los agricultores están viviendo los problemas del cambio climático, lo que les generan precios ruinosos, están sufriendo la subida de los costes de producción, además de una Política Agraria Común (PAC) muy complicada y un problema de burocracia en el conjunto de las explotaciones, que las está asfixiando», resumió.

En Plasencia, después de recorrer las avenidas Dolores Ibárruri y Federico García Lorca, un grupo de agricultores y ganaderos terminaron en el centro comercial Carrefour, donde María Antonia Alcalá, vicesecretaria general de UPE-UCE Extremadura subrayó que sus reivindicaciones se deben a «la dramática situación que está viviendo el campo». En concreto, recalcó que «los agricultores y ganadores españoles tenemos que producir en las mismas condiciones que el resto».

Entre sus demandas, se encuentran también «que se apruebe la ley de la agricultura familiar», la flexibilización de la PAC, la adaptación de los seguros al cambio climático, una mesa de ganadería y la puesta en marcha por parte de la Junta del observatorio de precios para hacer cumplir la ley de la cadena alimentaria porque, «si no, siempre vamos a producir por debajo de los costes».

Otros puntos de la región fueron también escenario ayer de protestas, como Coria o Garbayuela, donde se cortó al tráfico la carretera N-430 en ambos sentidos.

Tractorada en Madrid

Por otro lado, miles de manifestantes procedentes de distintas partes de España, entre ellas Extremadura, se congregaron ayer frente al Misterio de Agricultura en Madrid. La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, convocante de la iniciativa, estimó en 13.000 los participantes, cifra que la Delegación del Gobierno rebajó a 4.000. Según Unión de Uniones, de los 1.500 tractores que movilizaron solo pudieron acceder a la capital 500 y apenas 70 llegaron a las puertas del ministerio.

El coordinador estatal de esta organización agraria, el extremeño Luis Cortés, consideró un «éxito» la tractorada al tiempo que denunció que a los agricultores «les están arruinando» por lo que invitó al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a «darse un baño de realidad». «Somos agricultores y no jardineros», afirmó Cortés.

Suscríbete para seguir leyendo