Día Internacional de la Mujer: Los actos de lucha por la igualdad en la comunidad

8M: El feminismo vuelve a las calles extremeñas

La lluvia no frena las manifestaciones en las grandes ciudades extremeñas, aunque sí baja la participación

Ocho de marzo de 2024. «Sigue siendo necesario salir a la calle para combatir la desigualdad que seguimos teniendo respecto a los hombres en muchos aspectos de la vida», decía esta tarde Patricia Morcillo, universitaria, en Cáceres. Pese a la lluvia y el frío y a pesar de la bronca política y las discrepancias, cientos de personas han vuelto a inundar las principales ciudades de la región de feminismo. 

«Por mí y por todas las mujeres del mundo a las que no les está permitido venir». Se acordaba María Jiménez, de 71 años, en la manifestación de Cáceres, de todas aquellas que en este Día Internacional de la Mujer no pueden alzar la voz, como tampoco podía hacerlo ella misma en España unas décadas atrás. «Me separé en el año 74 y mi padre me advirtió: como tu primo te ponga la mano en el hombro te pueden meter en la cárcel hasta que se demuestre que es de verdad sólo tu primo», recordaba también en Cáceres Carmen Lillo, de la misma edad. «Hemos avanzado, llevo desde 1978 luchando por los derechos de las mujeres, pero hay que seguir peleando. Mira Francia, que ya ha regulado el aborto en la Constitución. Hay que seguir avanzando y me alegra que esto esté lleno de gente joven», reclamaba. Esto era el paseo de Cánovas, donde ha arrancado la manifestación cacereña justo a la misma hora que ha comenzado a llover, lo que ha rebajado la participación alcanzada otros años. 

Fueron en torno a medio millar de personas (según la policía) las que bajo paraguas al ritmo de una batucada de Casar de Cáceres, carteles plastificados y tras una gran pancarta que rezaba ‘Igualdad’, recorrieron el centro de la ciudad hasta la plaza Mayor, donde alumnas del conservatorio de danza realizaron una performance y las del ciclo de FP de Promoción de la Igualdad del IES Al-Qázeres leyeron un manifiesto centrado en las desigualdades laborales en el principal acto del día convocado por varios colectivos. 

Pero no fue el único. Una hora más tarde, la Plataforma de Mujeres Cáceres Abolicionistas celebró una concentración en Cánovas en la que participaron en torno a medio centenar de personas bajo el grito: «El feminismo es abolicionista». La lucha es compartida, pero no la forma de hacerla. «Justificamos esta convocatoria propia por el uso partidista que se le está dando a la marcha con representantes de partidos y sindicatos en su cabecera que al mismo tiempo que exigen la mejora de los derechos de las mujeres, promueven y acatan medidas y leyes que los destruyen», señaló la portavoz de la plataforma.

Entre las más de 500 personas que acudieron a la marcha principal estaba la presidenta de la Junta, María Guardiola, acompañada de la secretaria general de Igualdad y Conciliación, Ara Sánchez, entre otros consejeros; el nuevo secretario general del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, o el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, además de otras caras conocidas de la política y los sindicatos regionales.

«Se acabó»

En Badajoz, la manifestación feminista también reunió a más de medio millar de personas pese a la lluvia y el viento para gritar que «se acabó». La marcha, con el lema ‘Tu silencio también es violencia’, se inició en la avenida de Huelva y concluyó en el paseo de San Francisco, donde tuvo lugar la lectura del manifiesto y una actuación de la bailarina Paula Yunis dedicada a Palestina, que ha estado muy presente con pancartas, banderas y mensajes de apoyo y reivindicativos. «Somos feministas contra el genocidio».

Pertrechados con chubasqueros y paraguas y con el color violeta como protagonista, los asistentes completaron el recorrido sin incidencias. En el manifiesto, la Plataforma 8-M, organizadora del acto, dejó claro que la sociedad vuelva a salir a la calle para reivindicar la liberación de todas las mujeres y que lo hace «desde la rabia y las ganas necesarias de quemarlo todo, porque no podemos más con esta pasividad y silencio».

Por eso, quisieron alzar la voz para decir que basta ya de soportar la violencia machista y los feminicidios y de negar todas las violencias que se sufren solo por el hecho de ser mujer, así como para denunciar «el desmantelamiento» de los recursos públicos de prevención y actuación y para reivindicar una educación feminista para luchar contra esta lacra social.

«El fascismo amenaza nuestras vidas y libertades en todo el mundo», advirtieron, al tiempo que han abogado por una lucha feminista «inclusiva, transfeminista, antifascista, antirracista, ecológica y con conciencia de clase» para acabar con un sistema «que antepone los privilegios a la vida».

Las marchas de Mérida y Plasencia

El feminismo emeritense, por su parte, ha marchado unido por los derechos de las mujeres. La lluvia tampoco evitó que el color morado bajo los paraguas, las pancartas y los megáfonos volviesen a reinar en la capital extremeña en un 8 de marzo. La protesta estuvo convocada por diferentes colectivos y organismos oficiales y los manifestantes, más de 200 personas, se movieron desde la plaza de España por diferentes calles del centro entonando cánticos contra el patriarcado, la violencia machista o en contra de la prostitución. Asociaciones feministas, partidos políticos y sindicatos se unieron a la convocatoria, que concluyó con la lectura de un manifiesto en el que reivindicaron la igualdad y el empoderamiento femenino.

«Hay que seguir saliendo a la calle, por todas ellas». Por ellas se refería Nuria López, miembro de la Plataforma Feminista de Plasencia, a las 112 mujeres asesinadas en el 2023 y a las 1.488 que han muerto en los últimos 20 años. Para la plataforma, esta es la gran diferencia que existe hoy día entre hombres y mujeres, «los feminicidios». «Se van consiguiendo cosas en la brecha salarial, los techos de cristal, el suelo pegajoso... Pero la mayor desigualdad son los feminicidios y eso ya es significativo». 

Para pedir que paren y porque la libertad se defiende y se lucha, como reza el lema de este año, más de 200 personas participaron este viernes en la manifestación convocada por la plataforma. Partió del parque de La Coronación, bajo la lluvia, y llegó hasta la plaza Mayor, donde los participantes formaron el símbolo del infinito entrelazando sus manos y se han leído un manifiesto y poesías. «El patriarcado me da patriarcadas», «No soy histérica, ni estoy menstruando, grito porque nos están asesinando» o «Juntas somos más fuertes», fueron algunas de las frases que han lucido en las pancartas.

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