Así viven los extremeños la Feria de Abril de Sevilla: "El calor se aplaca con abanico y rebujitos"

La Feria de Abril de Sevilla celebra estos días una de sus ediciones más esperadas. Después de una Semana Santa pasada por el agua y el viento que dejó la borrasca Nelson en marzo, los sevillanos rescatan un año más sus mejores galas para lucirse en el albero del Real y vivir una frenética semana de fiesta.

Farolillos, trajes de flamenca, paseos a caballo, muchas sevillanas, gambas, jamón, fino y rebujitos (además de calor) son algunos de los ingredientes de este genuino cóctel social que cada año congrega a miles de personas. Aristócratas, familias con pedigrí, políticos, famosos y un largo etcétera de rostros televisivos coinciden estos días con los sevillanos de a pie -también de punta en blanco- dispuestos a darlo todo en esta castiza a la par que cosmopolita feria.

El Real cuenta este año con 1.050 casetas, el 90 por ciento de ellas privadas, a las que solo acceden socios o amigos de éstos. En el resto, la entrada es libre y puede pasar cualquier visitante. Como curiosidad, hay una específica para arreglar los descosidos de los ajustados vestidos de gitana.

En 2023, más de dos millones de personas pasaron por la portada del Real, y este año, solo en el primer fin de semana de feria, los visitantes han superado en 19.000 a los de la primavera pasada.

Entre ellos, un gran número de extremeños. La cercanía de la región a Sevilla, como sucede con las playas de Huelva y Cádiz, hace que sean muchos los que se escapan algún día, bien porque les une algún vínculo a la capital hispalense o simplemente por el hecho de vivir la experiencia.

Es el caso de un grupo de trabajadores de El Corte Inglés de Badajoz, que cada año fletan un autobús para pasar un día en la feria, en un viaje de ida y vuelta. Estos pacenses entraron el domingo en la caseta de Valorian, donde pasaron buena parte de la jornada, comieron paella, bebieron rebujito y bailaron sevillanas. Algunas no faltaron a su cita con la noria, comieron buñuelos y se pasearon por el Real sorteando caballos y calesas. 

De paseo en un carruaje vieron al duque de Alba sonriente y en buena compañía, y horas más tarde, a la cantante María del Monte. A pesar del calor asfixiante y del gentío, ya se plantean repetir.

También ha disfrutado de las sevillanas Zulema Romero, que no ha dudado en enfundarse un traje de flamenca y arrancarse a bailarlas. La influencer arrasa en Tik Tok con sus tours por los monumentos más emblemáticos de las capitales extremeñas.

Diego Arturo Hernández, presidente del Círculo Empresarial Cacereño, presumía en sus redes sociales de que le gusta “lo bueno” el pasado fin de semana en Sevilla. Al igual que el segundo chef del restaurante Atrio, el placentino Alberto Montes, que se fotografiaba con su pareja, Alba Serván, jefa de sala de Atrio, en la portada del ferial.

"Sin duda lo que más me gusta es el ambiente, el albero, el buen rollo de la gente, la comida, el jerez... aparte de reencontrase con gente que hace tiempo que no ves", afirma el chef de Atrio, que ha acudido a la feria sevillana gracias a unos amigos de Atrio que tienen caseta. "El primer año nos fuimos en el mismo día, pero este año hemos hecho noche en Sevilla y, la verdad, es otra experiencia completamente".

La cacereña Ana Hergueta, afincada en Sevilla, es socia de la Casa de Extremadura y vive estos días en su caseta con familiares y amigos. De Garrovillas de Alconétar también han disfrutado de la Feria de Abril sus vecinos Cristina Pino, Lorenzo Castellano y Celia Mellado.

"Nos hemos pedido unos días de vacaciones para poder vivir la Feria de Sevilla a tope"

Desde antes de que se iluminara el real, estaban Afra Gema, Yolanda y María Jesús disfrutando del 'pescaito', los 'rebujitos' y las sevillanas. Las tres son de la localidad pacense de La Codosera. La primera 'debuta' en la Feria de Abril, en la que María Jesús, que vive en la capital hispalense, está ejerciendo de anfitriona. "Vivimos en la feria". Es cierto. Antes de las doce del mediodía ya tienen puesto los trajes de flamenca y la flor en el pelo y no se ponen hora de vuelta.

Aún le quedan por delante dos días de fiesta. "Nos hemos pedido unos días de vacaciones para poder vivirla a tope". "Hay muchísima gente de Extremadura, la mayoría de Badajoz", dice Afra Gema. Pese al calor, la afluencia está siendo masiva. "Nunca en mi vida había visto así la feria, tardas una hora en ir de una caseta a otra", añade Yolanda. "Las altas temperaturas no son un problema: se aplacan con abanico y rebujitos", coinciden las amigas.

Y Desde Plasencia llegaba la familia Alonso Rubio, que forman César Alonso, su mujer, Susana Rubio, y su hija, Marta Alonso Rubio. 

De Burdeos a Sevilla

Marta ha estudiado en Sevilla y, aunque ahora trabaja en Burdeos, pidió vacaciones para poder viajar a su antigua ciudad con motivo de la feria, con lo que ha ido en autobús desde Burdeos para no perderse la fiesta. Sus padres la han acompañado el fin de semana y ella se quedará unos días más. El sábado estuvieron comiendo 'pescaíto' y el domingo, paseando por el ferial por la mañana. César explica que lo que más les gusta es "el ambiente, la fiesta y los sevillanos, que son muy abiertos con todo el mundo" y no duda de que repetirán en años sucesivos, recoge Raquel Rodríguez.

A Sevilla le quedan todavía cinco días completos de fiesta, hasta este sábado 20 de abril. Seguro que muchos más extremeños pisarán hasta entonces el albero de la Feria de Abril para disfrutar de los encantos sevillanos que a tanta gente fascinan.