Consecuencias del cierre del mayor fabricante europeo de estos productos

Las farmacias alertan de la escasez de bolsas de orina para miles de pacientes en Extremadura

Unas 200.000 personas en España, 6.000 de ellas en la región, las necesitan a diario y algunas ya optan por reutilizarlas

Los colectivos reclaman al Gobierno que compre las que no están financiadas, ya que de esas no hay desabastecimiento

Una farmacéutica gestiona los medicamentos de un establecimiento farmacéutico.

Una farmacéutica gestiona los medicamentos de un establecimiento farmacéutico. / EL PERIÓDICO

La quiebra de la principal fábrica europea de bolsas de orina y ostomía, que suministraba a varias empresas fabricantes de diferentes marcas a nivel nacional, lleva ocasionando una preocupante falta de stock desde hace ya varios meses. Este producto sanitario es imprescindible para más de 200.000 personas con discapacidad física y orgánica en España, 6.000 de ellas en Extremadura. Los pacientes se están viendo abocados a realizar un peregrinaje por las farmacias hasta que encuentran el artículo que necesitan. 

«Seguimos teniendo un suministro intermitente, gota a gota, y no es un tema que esté solucionado porque el problema está en origen. Ya nos gustaría poder hacer algo, pero tenemos que ir haciendo de la necesidad virtud y estirando el suministro todo lo que podemos», señala el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas. «Los pacientes están haciendo malabares, estirando las bolsas, reutilizándolas… Ahora prefieren bolsas abiertas en lugar de cerradas. Todo el mundo está intentando estirar el chicle», afirma el farmacéutico.

En este sentido se expresa el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cáceres, Juan José Hernández, quien sostiene que el nivel de suministro depende del día, pero asegura que «desabastecimiento sí que hay porque cuesta mucho encontrar». Prueba de ello es que mientras hablaba con este diario, consultó el stock que tenía disponible Bidafarma, uno de los principales proveedores de su farmacia, y no tenían bolsas, solo las pediátricas. «En algunas comunidades se está optando por financiar otras bolsas que habitualmente no están financiadas», indica. 

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) anunció a mediados del pasado mes de febrero que iban a entrar 1,6 millones de bolsas «en el canal farmacéutico para su distribución a pacientes», aunque recordó que «el marco legal de productos sanitarios, a diferencia del de medicamentos, no establece una obligación a los fabricantes de garantizar el suministro»

Un mes más tarde, la AEMPS dijo que estaba en «contacto constante con los fabricantes y distribuidores de bolsas de orina en España para informar sobre las alternativas del mercado". «Se han incorporado nuevas líneas de fabricación para incrementar gradualmente la capacidad de producción y cubrir las necesidades de los pacientes», advirtió. 

Pese a estos intentos por solventar el problema, de momento, no hay visos de mejora. «A pesar de todo aquello que se habló en febrero, la situación sigue siendo nefasta, los pacientes ya no pueden encontrar estos artículos en las farmacias. Algunas personas las están reutilizando y eso es muy grave, porque puede provocar el fallecimiento por complicaciones de todo tipo, infecciones, etcétera», sostiene Jesús Gumiel, presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Provincia de Badajoz (Cocemfe). 

Alternativas

En esta línea, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) insta a los responsables de las consejerías de sanidad de las diferentes comunidades autónomas «a solucionar, con las diferentes alternativas que tienen a su alcance, este problema de salud que solo se sigue agravando pasados estos meses». «Las consejerías de Sanidad tienen como alternativa comprar bolsas de orina que no están financiadas, no hay desabastecimiento de estas bolsas», asegura la presidenta de este colectivo, Carina Escobar. «La reutilización de bolsas condena a los pacientes con menos recursos», apostilla. 

Las bolsas de orina son productos de uso diario y permanente que resultan imprescindibles para garantizar una vida digna y saludable de las personas ostomizadas, que son aquellas que han sufrido una operación en la que se practica un orificio en el abdomen para sacar fuera el tubo digestivo o urinario. En esta situación se encuentran desde algunos pacientes con cánceres, lesionados medulares y hasta los que presentan enfermedades inflamatorias intestinales.

Hay varios tipos en función de la capacidad y de la utilidad. Las diurnas están unidas al abdomen y en ellas caben unos 300 mililitros, por lo que hay que vaciarlas varias veces a lo largo del día. Las nocturnas o de cama, en cambio, poseen un almacenamiento mayor, que suele rondar los dos litros, pero están separadas del cuerpo del paciente y son menos manejables. 

«Las bolsas son imprescindibles, ni un capricho ni un lujo, porque las personas se juegan su vida y su dignidad. Estamos muy alarmados», lamenta Gumiel. «Pedimos al Ministerio de Sanidad que lleguen a acuerdos comerciales con las empresas que existan en el mundo o con los fabricantes nacionales para que aumente la producción. Tiene que tener los cauces previstos para que la atención sanitaria esté garantizada», subraya.