Una década desde el retorno de esta especie a la región

El lince en Extremadura, un paso más lejos de la extinción

El último censo de este félido en España y Portugal recoge más de dos millares de ejemplares en 2023, de los que 253 se localizaron en territorio extremeño

Son cerca del doble de los 141 que había tres años antes

Tres cachorros de lince, en una imagen de archivo.

Tres cachorros de lince, en una imagen de archivo. / Europa Press

Solo ha pasado una década desde que el lince ibérico regresase, tras un largo periodo de ausencia, al medio natural extremeño y ya son alrededor de 250 los ejemplares que campean por territorio de la comunidad autónoma. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico acaba de publicar el último censo de lince ibérico de España y Portugal, un documento que muestra cómo esta especie dio el año pasado otro paso que lo aleja un poco más de la situación de grave peligro de extinción a la que la persecución humana y la escasez de conejos la llevaron a comienzos de este siglo. 

En 2023, agregando las poblaciones de ambos países, se superó la barrera los 2.000 ejemplares. Se marcó así un nuevo máximo desde que se realiza un seguimiento pormenorizado de la evolución de este mamífero. De ellos, 253 fueron localizados en alguno de los núcleos de reproducción que están situados en la comunidad autónoma. En 2020 habían sido 141; en 2021, 164; y en 2022, 195.

El proceso de reintroducción de este félido en el ecosistema extremeño ha sido «un éxito rotundo. Hace nueve años no teníamos ningún lince y ahora hay más de 240 vivos», resumía hace unos meses en declaraciones a este periódico María Jesús Palacios, directora de Programas de Conservación de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura. Y el éxito habría sido incluso mayor de no haber muerto en estos dos lustros otros noventa ejemplares, víctimas sobre todo de atropellos, lo que está llevando a reforzar los vallados de carretera y las labores de adecuación de pasos por debajo de ellas con el fin de reducir la mortalidad.

Mapa de la distribución del lince en España.

Mapa de la distribución del lince en España. / El Periódico

La cifra de crías nacidas en Extremadura también fue récord en 2023, con 96 cachorros, superando con creces los 61 del 2022 . Los 157 individuos restantes son ejemplares adultos o subadultos. 

El crecimiento de la población de lince no es solo numérica, también territorial. En la península Ibérica están identificados 14 núcleos poblacionales permanentes y con reproducción constatada. Seis de los trece ubicados en la parte española se encuentran en Extremadura, por cuatro en Andalucía, y tres en Castilla-La Mancha. Asimismo, han aparecido nuevas zonas de presencia estable en la Región de Murcia y en las provincias de Albacete, Badajoz, Toledo y Ciudad Real. «La tendencia de la población es positiva y continua desde 2015, lo que permite seguir siendo optimista por la reducción del riesgo de extinción del lince ibérico que supone», se destaca desde el ministerio. 

La población española de lince se distribuye por cuatro regiones: Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y, desde 2023, Murcia

En un periodo que abarca unos 20 años, el censo ha pasado de los menos de 100 ejemplares contabilizados en 2002 a los 2.021 de 2023. «Y en los últimos años el incremento es aún más destacable, puesto que en 2020 la población total era de 1.111 linces y tres años más tarde se han añadido casi 900 individuos más», se arguye.

Distribución de los ejemplares

De los dos millares de lynx pardinus contabilizados, 291 lo fueron en Portugal, y los restantes 1.730 en territorio español. Estos últimos se distribuyen entre cuatro comunidades autónomas. Las dos que acogen mayor número, en proporciones muy similares, son Andalucía, con 755 ejemplares, y Castilla-La Mancha, con 715, mientras que en Extremadura se censaron los mencionados 253. El mapa español de este carnívoro se completa con la Región de Murcia, última en incorporarse al programa para su reintroducción, contando en su primer año de censo con un total de siete animales.

De los seis núcleos de reproducción de lince en suelo extremeño, uno solo reúne más de la mitad de los individuos, el del valle del río Matachel, en la provincia de Badajoz. Fue en él donde se soltaron los primeros ejemplares en libertad ahora hace una década. Comprende dos subnúcleos, los de Alange y Hornachos. Entre ambos suman 168 ejemplares, de los cuales 105 son adultos o subadultos. El área en torno a otro río pacense, el Ortiga, alberga 28 ejemplares, de los que 19 son adultos. También en Badajoz está el núcleo de Valdecigüeñas, en el que se han censado cinco ejemplares.

Un ejemplar de lince ibérico del programa de cría nacional.

Un ejemplar de lince ibérico del programa de cría nacional. / El Periódico

Si en 2022 se detectó un nuevo núcleo al norte de Mérida (Cornalvo), integrada por un macho adulto y una hembra reproductora -que alumbró cuatro cachorros el año pasado-, en 2023 se sumó otro más, el de Sotillo (río que hace de frontera entre Extremadura y Andalucía), con una decena de ejemplares.

En la provincia de Cáceres el núcleo de Valdecañas, y otro reducido al noreste de la provincia (en los Ibores), sumaron un total de 34 ejemplares, de los que 20 fueron adultos. Por último, en el Parque Nacional de Monfragüe continúa habitando un único macho, que fue liberado en 2019, no habiéndose detectado de momento otros individuos en la zona de estudio.