Control de plagas

Un verano perfecto para los mosquitos en Extremadura

Las lluvias del invierno, las altas temperaturas y cultivos de regadío sin restricciones auguran una amplia presencia de mosquitos este año en Extremadura

Además de las molestias que causan, son vectores de numerosas enfermedades: virus del Nilo, dengue y malaria están en el punto de mira

Picadura de un mosquito, este verano con amplia presencia en Extremadura.

Picadura de un mosquito, este verano con amplia presencia en Extremadura. / EL PERIÓDICO

Las abundantes lluvias del invierno, un verano caluroso y la recuperación total de los cultivos de regadío tras dos años de sequía auguran un verano perfecto para los mosquitos en Extremadura. Son la plaga más fastidiosa de la temporada estival, pero los extremeños no tendrán más remedio que prepararse para convivir con ellos durante las próximas semanas. Y más allá de la 'ansiedad' que provoca su característico zumbido o las molestias de sus picaduras, los expertos recuerdan la importancia de extremar las precauciones porque estos minúsculos insectos son vectores de numerosas enfermedades: virus del Nilo, dengue y malaria están ahora en el punto de mira de las autoridades sanitarias. 

El año pasado Extremadura ya registró 14 casos del virus del Nilo con tres fallecidos

«Las previsiones, tal y como se han venido sucediendo el invierno y la primavera, apuntan a que este año habrá poblaciones de mosquitos abundantes», afirma Eva Frontera, profesora titular de la Facultad de Veterinaria y directora del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de Extremadura (Uex). Hay varias razones que justifican esta predicción, pero la fundamental, según la investigadora, es la gran acumulación de puntos de agua este verano.

«Hay que tener en cuenta que la forma de vida del mosquito joven es acuática: las fases de huevo, larva y capullo se desarrollan en el agua. Y al haber llovido tanto este invierno y después haber tenido una primavera benévola, habrá muchos puntos de cría», explica. A ello se suman las altas temperaturas, que aceleran los ciclos de vida de estos insectos. 

Y este año además entra en juego un tercer factor: el fin de las restricciones a los cultivos de regadío tras dos años de sequía. «Estamos hablando de miles de hectáreas de arroz que se van a volver a sembrar en Extremadura y también en Andalucía, lugares perfectos para la cría y proliferación de mosquitos que en los dos últimos años no han estado», recuerda Frontera. 

Virus del Nilo

En este contexto, más allá de las molestias que causan sus picaduras o su característico zumbido, la profesora de la Uex alerta de la importancia de estar vigilantes, pues los mosquitos son transmisores de numerosas enfermedades. No en vano, recuerda que ya el año pasado, con menos presencia de mosquitos, Extremadura vivió un verano «especialmente cruento» por el Virus del Nilo: tres muertos y 14 casos diagnosticados. En Extremadura, el mosquito común (Culex Pipiens) y otro que habita en los arrozales (Culex Perexiguus) son los principales vectores de esta enfermedad que pueden contraer seres humanos y animales équidos.  

Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza y del resto del cuerpo, erupción cutánea o ganglios linfáticos inflamados. Si el virus entra al cerebro puede ser mortal, ya que puede causar una inflamación del cerebro (encefalitis) o la médula espinal (meningitis). Las personas mayores y aquellos con sistemas inmunitarios debilitados tienen mayor riesgo. No existen vacunas o tratamientos específicos para la enfermedad en seres humanos: la mejor manera de evitarlo es prevenir las picaduras de mosquitos. 

Dengue (actualmente se está registrando una importante epidemia en países de Centroamérica), el virus del Zika o la malaria son otras de las enfermedades que transmiten los mosquitos y que están en el punto de mira de las autoridades sanitarias, ante la posibilidad de que a España lleguen casos importados que se propaguen por las picaduras del insecto. 

Debido a la incidencia del virus del Nilo, Frontera explica que los vectores que más preocupan en estos momentos en Extremadura son el mosquito común y el perexiguus, pero la investigadora recuerda que continúa la vigilancia sobre el mosquito tigre: su presencia se detectó en Extremadura en 2018 y desde hace tres años, la Consejería de Salud y la Uex mantienen activo un plan de vigilancia con trampas instaladas en 88 puntos de toda la región. 

Consejos frente a las picaduras

En este contexto, ¿qué consejos ofrece la investigadora para convivir con estos indeseados visitantes durante las noches de verano y evitar sus picaduras? «Dentro de casa podemos tener sitios de cría estupendos y la gente no lo sabe: el plato de la maceta que se llena de agua tras regarla y permanece así varios días, o dejar el bebedero de las mascotas lleno cuando nos vamos de vacaciones. Son caldos de cultivo perfectos para las larvas de mosquitos y hay que evitarlo», afirma la profesora. 

Para la protección personal, Frontera considera que son fundamentales los repelentes, para proteger todas las zonas del cuerpo que la ropa no cubre. «La citronela, las pulseras... Eso no funciona, porque el radio de acción es muy corto: estamos hablando de centímetros, o sea que ponerte una pulsera en la muñeca no va a evitar que el mosquito te pique en la rodilla», explica. Para los hogares, son también indispensables las mosquiteras (indispensables en zonas de regadío). Los repelentes eléctricos «también funcionan muy bien», afirma.