Desde los primeros números de El Periódico Extremadura hasta la actualidad, la publicación ha sido testigo de un siglo de historia. Nacido en 1923, aquel 1 de abril empezaba una aventura que no tardó en convertirse en un gran proyecto empresarial, un medio para mantenerse informado generación tras generación en la región. En ese período el mundo ha sufrido una transformación sin precedentes. Los diarios han cubierto el vertiginoso viaje que va del plomo a Internet. Las noticias no duermen, El Periódico Extremadura tampoco. En esta profesión, la del periodismo, se sabe cómo se empieza una jornada laboral pero no cómo se acaba. A veces, ni siquiera dónde ni cuándo. Un día que promete ser tranquilo puede traer consigo en cualquier instante un tsunami de nervios, llamadas telefónicas y prisas frenéticas.
Es importante que el público extremeño sepa cómo se hace un diario. En la redacción de esta publicación las luces no se apagan, la información no espera a nadie y cada jornada es un volver a empezar. No hay peros que valgan, ni excusas. Los quioscos no aguardan. La redacción, la administración y publicidad trabajan al unísono para hacer posible el milagro de salir a la calle cada día.
Son las ocho de la mañana de un día cualquiera en las instalaciones de la redacción central de El Periódico Extremadura, situada en la céntrica calle Doctor Marañón de Cáceres. Suena la radio y comienza el rodaje. La acelerada digitalización del negocio ha adelantado los ritmos y a las 08.15 horas el diario ya se empieza a llenar de gente. La primera pantalla que se enciende es un enorme monitor de plasma colocado en una pared al fondo, al estilo de los paneles de una estación de tren o de un aeropuerto. Muestra el tráfico real de los fieles usuarios de la web y las noticias más leídas. Es el termómetro que mide las audiencia de los temas.
El tiempo adquiere otra dimensión
En un periódico, el tiempo adquiere una dimensión diferente. Las noticias que han sucedido hoy se publicarán en papel al día siguiente. En la web, sin embargo, lo harán al momento, por lo que la conexión entre el equipo de internet y los periodistas conforman un engranaje clave. Los tiempos han cambiado: contar lo que sucede, la inmediatez, es la clave. El Periódico Extremadura en una carrera contra el reloj para ser los primeros en ofrecer la noticia.
Acaba de empezar la mañana y ya se ha puesto en marcha el mecanismo de la publicación. Durante todo el día los redactores de este diario centenario trabajarán para buscar la noticia que se publicará en el periódico digital y en las páginas de papel. No hay un día igual al anterior, siempre son distintos, la actualidad no deja de sorprender a quienes la persiguen. Son ya las 10.35 horas y estamos otra vez en la redacción. Todos no... Otros compañeros andan a la caza del suceso, cubriendo una rueda de prensa, la huelga, un mitin político, el festival musical que se prepara, la previa de un partido de ‘basket’ decisivo... Antes del mediodía, el director y su ‘staff’, entre los que se encuentran los responsables de cada sección, ponen en común las previsiones del día, analizan los contenidos del periódico y deciden los temas que, en función de la actualidad, ocuparán un espacio preferente. Las delegaciones y corresponsalías de la publicación, con su equipo de profesionales se unen a este encuentro: su resultado no tardará en verse en papel y en la pantalla de los dispositivos móviles y ‘tablets’.
Viajes a la sección de maquetación
La cabecera centenaria se fabrica entre viajes a la sección de maquetación para pintar cada página; ajustando los espacios para la publicidad, titulares o eligiendo la fotografía más impactante. Si no hay un acontecimiento especial, como una final de fútbol que llega a los penaltis, unas elecciones o un suceso de gran trascendencia, la sección de cierre da el visto bueno al periódico de papel a las 23.30 de la noche. A partir de ese momento, el diario viaja hasta Antequera (Málaga). Allí se encuentra la rotativa. Casi sin tiempo a que se enfríen, los periódicos recién impresos son trasladados a Extremadura, desde donde comienza el proceso de distribución por los puntos de venta en la región.
Pero El Periódico Extremadura no se toma ningún descanso. Su edición digital está permanentemente activa para ofrecer a los internautas y al segundo, una información veraz, la que ha posibilitado que cien años después siga más vivo que nunca. Es el ejemplo más evidente de una empresa que ha sabido adaptarse a las nuevas exigencias informativas en un tiempo récord. Todos los trabajadores en su conjunto lo hacen posible.